Comentario para Cangas del Narcea en la Onda, de Onda Cero Radio (19/02/2013)
Ya les queda menos, ahora la poda
les toca a los ayuntamientos. Aunque, por lo que sabemos, tampoco es para
tanto. ¿O sí?
Demos un repaso a lo conocido.
El gobierno de Rajoy quiere
ahorrar 7.129 millones de euros de aquí al 2.015 con las reformas que quieren
introducir. Dicho así, cualquiera les dice que no.
Veamos por donde van los tiros.
Hablan de eliminar “competencias
impropias” de los ayuntamientos. Es decir, que los consistorios dejen de gastar
en cuestiones tales como la limpieza de colegios, servicios de teleasistencia,
guarderías, escuelas de 0 a
3, ludotecas… Y seguro que algunos más. Por haber hay ayuntamientos que pagan
los alquileres de locales que albergan servicios autonómicos.
Eso son cosas que pasan.
Los servicios que mantengan los
ayuntamientos, y no sean de su estricta competencia, se regularán mediante
convenios en los que se determine su coste y se asegure su financiación.
En este apartado me parece a mí
que van a surgir no pocas diferencias. Entrará en juego el regateo y al final
ya verán como se reduce el dinero para los servicios públicos.
Por las informaciones que hasta
ahora tenemos, seguirán siendo servicios municipales el urbanismo, basura,
obras, policía local, ferias, cementerios, deporte, cultura, participación
ciudadana y poco más.
¿Es suficiente?
¿Quién asume las otras
competencias? Pues nada más fácil, las Diputaciones o en su caso las
Comunidades Autónomas.
Esas instituciones, las
Diputaciones, son un elemento obsoleto en nuestra realidad administrativa. Por
mucho que lo disfracen, su existencia
solo se explica desde el interés por controlar a los ayuntamientos, sin olvidar
su trascendencia como agencia de colocación política.
No puedo evitarlo, esto me
recuerda a las épocas en las que las Diputaciones Provinciales eran todo
poderosas y los ayuntamientos unos meros títeres. En aquellos tiempos, no tan
lejanos y tan franquistas ellos, las visitas del gobernador civil eran un acto social
de máxima relevancia en el cual se rendía la debida pleitesía.
Al final, y por lo que han
explicado, no veo yo ahorro por ninguna parte.
El tema se ha puesto un poco más
crudo cuando han hablado de los sueldos de los alcaldes y concejales.
Vamos por partes.
España tiene 8.117 municipios, de
los cuales 4.673 tienen menos de 1.000 habitantes.
Sigamos con más datos.
Hay 68.285 concejales y de estos
“cobran” 12.188. Estos doce mil son los que tienen dedicación exclusiva. Otros
cobran dietas por asistencias a plenos, comisiones y varios.
¿Cuál es el problema? Pues la
verdad, el problema lo tienen los ediles de los ayuntamientos de menos de 1.000
habitantes que los quieren dejar sin sueldo. El resto no se ven afectados e
incluso algunos pueden mejorar su salario.
Sin demagogias. Los cargos
públicos tienen que cobrar salarios dignos.
La figura institucional del
alcalde es de máxima relevancia por su cercanía a los ciudadanos y su
dedicación, sobre todo en los pueblos pequeños. Ese trabajo tiene que tener su
compensación económica. Tienen que trabajar, cobrar y tributar.
Pero nada de andar por la trasera
para cobrar que eso está muy feo y nos cabrea un montón. Y les aseguro que de esos
también hay. Como también hay concejales que piensan que por serlo ya tienen
que cobrar o que lo público se puede utilizar como si fuera privado.
Tras la fachada de los cambios
puede esconderse algo más que los meramente administrativos. Les confieso que
esto a mí me huele a naftalina.
Con esta ley los famosos asesores
municipales estarán institucionalizados y pueden llegar a ser un montón.
El ahorro no se ve por ningún
lado.
Lo de los ayuntamientos no ha
hecho más que empezar y eso es otra historia. Los créditos que han solicitado
dentro del plan de ajuste van a pasar sus “facturas” –nunca mejor dicho- de
ahora en adelante.
Los ayuntamientos empufados están
pagando intereses trimestralmente y lo seguirán haciendo hasta el verano de 2014. A partir de ahí tendrán
que devolver el dinero pedido y así hasta el 2022. ¿Cómo lo harán? Ya lo
veremos, pero mucho me temo que vamos a recordar la famosa frase de Churchil:
con sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor.
Disfruten de la vida y ya saben
que hubo un tiempo en que la política solo estaba al alcance de unos pocos.
Ahora les toca a los ayuntamientos by M. Santiago Pérez Fernández is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
No hay comentarios:
Publicar un comentario