No digo yo que no haya pasado,
pero no recuerdo a Dios metido en el BOE.
Ahora sí que muchos estarán
contentos. Ahí tenemos la constatación de la existencia divina. Entiéndase del
dios católico, que a los otros ni los menta.
¡Cualquiera se pone a discutir
con un integrista católico! A la primera de cambio te azota con el Boletín
Oficial del Estado.
Hay que remontarse a la época del
caudillo y dictador Francisco Franco para ver algo igual - yo no había nacido -.
Al Concordato con la Santa Sede de 27 de agosto de 1953 merece la pena echarle
una ojeadita.
Toda una joya de la historia del
nacionalcatolicismo franquista.
También pasará a la Historia la
Resolución de 11 de febrero, publicada en el BOE el 24 de febrero de 2015, que
recoge el Currículo de la enseñanza de la religión católica de la educación
primaria y de la educación secundaria obligatoria. ¡Dios! qué título.
Si se les presenta a alguien, que
no conozca nada de nuestra historia, podría pensar que lo publicado el 24 de
febrero de 2015 es un reglamento que complementa el Concordato de 1953.
En 62 años poco han cambiado sus
formas.
Estas cosas son las que tienen la
derecha conservadora y la iglesia – aún más conservadora – que no les importa
el transcurrir del tiempo. Para ellos hay cosas inmutables.
Inmutable – y eterno – es su
visceral impulso a imponer sus creencias a los demás.
Lo publicado en el BOE, el pasado
24 de febrero, no tienen desperdicio – son 23 páginas, no se las pierdan-.
Nos ilustra con lindezas como que
“la enseñanza de la religión católica…ayudará a los estudiantes a ensanchar los
espacios de la racionalidad” No, no es una broma, hablan de racionalidad en
temas de fe.
Alucinante.
Las boutades son continuas. “Los animales y el ser humano no se dan el
ser a sí mismos. Es decir, Dios ha creado al ser humano para que sea feliz en
su relación con Él”.
Tranquilos, que hay más
infelicidad.
“…Este rechazo de Dios tiene como
consecuencia en el ser humano la imposibilidad de ser feliz”.
Otra disyuntiva solventada. Ni la
felicidad es momentánea ni permanente ni leches que le dieron, la felicidad
está en el dios católico. Así que ya saben, su felicidad con los suyos, con sus
cosas, no es más que una vana ilusión.
¡Ah! otra cuestión, olvídense de
Darwin y esas zarandajas de la evolución: “El hombre, obra maestra de la
creación”.
Tantos años perdidos en estudios
biológicos, antropológicos, prehistóricos… y esas minucias. Dios, Dios y Dios.
Ya está.
Por favor, explíquenme como
alguien en su sano juicio puede decir a niños de segundo curso o de sexto que
reconozcan la incapacidad de la persona para alcanzar por sí mismo la felicidad.
Es perverso. Solo se le puede
ocurrir a mentes insanas.
Si su Jesucristo los pilla los
corre a gorrazos.
Cuando la jerarquía católica metió a Dios en el BOE by Santiago Pérez Fernández is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.
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