Publicado en La Nueva España el 21 de octubre de 2015
Hay
pocos días en el año en los cuales no se celebre algo.Y no digo yo que no esté
bien. Con ellos queremos resaltar y dar a conocer, lo más ampliamente posible,
una deficiencia, una institución, un deseo... Pues el 24 de octubre se celebra
el Día de la Biblioteca.
Puede
parecer un día más, y lo es. Puede que esta conmemoración sea intrascendente, y
para algunos lo será. Puede, incluso, que haya quién piense que es una pérdida
de tiempo total y absoluta. Puede.
Su
presencia en los pueblos y ciudades es una constante y por ello,tal vez, no se
aprecie que pueden languidecer, e incluso desaparecer, casi sin que nos demos
cuenta.
Las bibliotecas públicas son un servicio básico en una democracia. El acceso a ellas, libre y directo, las dota de unas características de las que carecen el resto de los servicios públicos. Los ciudadanos tienen a su alcance un bien básico: el conocimiento, la cultura.
Ya
sé que esto mismo puede decirse de Internet, y es cierto. Bueno, casi. Internet
no tiene a nadie que procese y seleccione, con criterios solventes,los miles de
millones de datos e informaciones que contiene, las bibliotecas sí: a las
bibliotecarias y bibliotecarios.
Yo no quiero ni grandes ni pequeños fastos. Nada de eso. Me gustaría que los ciudadanos se acercasen a una biblioteca pública en estos días. Visítenlas. Dense una vuelta por ellas. Observen las estanterías y tal vez sientan un flechazo con un libro. Si es así, tal vez, tengan un encuentro apasionado que les haga repetir.
Las
bibliotecas públicas son los gimnasios de las mentes. Todos los padres desean
que sus hijos estén preparados para la vida y que tengan unos cuerpos sanos y
fuertes. Pues bien, para entrenar nuestro cerebro, de forma correcta, tenemos
que acudir a los libros.
Las lecturas nos harán seres reflexivos y con capacidad de criterio a la par que nos suministran conocimientos. ¿Les parece poco?
Nuestras
bibliotecas públicas nos ofrecen esto y mucho más.
Talleres
de lectura o escritura, cuentacuentos, charlas de todo tipo y un largo
etcétera. Y siempre es ese servicio integral de información al
ciudadano.¿Alguien da más?
Miren, no les voy a hablar de horarios del personal de bibliotecas, mucho menos de salarios. Ni siquiera me pararé a recordar que Asturias sigue sin Ley de bibliotecas y convenios actualizados con los ayuntamientos. Tampoco lloraré por los recortes económicos que sufren. No, no lo voy a hacer.
Hoy
quiero recordarles que las bibliotecas públicas son el servicio público más
democrático que hay en nuestra sociedad y que están al servicio de todos los
ciudadanos.
El 24 de octubre se celebra el Día de la Biblioteca, en las bibliotecas públicas celebramos cada día el servicio que presta a la sociedad.
Celebrar el Día de la Biblioteca by Santiago Pérez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.
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