Seguir
la actualidad política española es desesperante. No voy a dejar de hacerlo. Ya
que deciden, los políticos, sobre una parte muy importante de mi vida voy a
seguir pendiente de ellos.
La
fase de acuerdos de gobierno está todavía muy verde, no sé a qué vienen tantas
prisas, y son muchos los que meten baza. No me refiero a opiniones como esta
mía, que ni va ni viene, me refiero a la de los zombis políticos.
¡Cómo
éramos pocos parió la abuela!
Aquí
todo dios quiere meter baza. La cuestión está en que algunos no creo que piensen
demasiado en los ciudadanos y sí en sus intereses. Son muchos los que están
dando consejos.
Estos
que menciono aquí voy a pensar que lo hacen desinteresadamente.
Sin
ir más lejos, Alfonso Guerra ve más probable un gobierno en minoría del PP o
nuevas elecciones. Eso sí, el gobierno de Rajoy contaría con el apoyo externo
de Ciudadanos y la oposición del PSOE. Ambos se tendrían que abstener en la
investidura.
Otra
alternativa sería, según Guerra, la de un gobierno de los partidos que “defienden la Constitución”, a saber: PP, PSOE y Ciudadanos.
Esta
última opción sería la “la solución con la que presionarán a los partidos las
entidades y personajes más ligados al funcionamiento de la economía y las
empresas" y para salir airoso remata: sería "muy difícil, sino
imposible, la aceptación de la militancia y el electorado socialista".
Bien, habló el oráculo de Dodona.
El
mantis Rubalcaba, Alfredo Pérez Rubalcaba, manifestó: "Es la primera vez que oigo en
mi vida ofrecer un acuerdo de gobierno insultando gravemente al partido con el que quieres acordar. Para
llegar a un acuerdo con un partido lo primero que hay que hacer es respetar a
sus dirigentes, a sus militantes y, por supuesto a sus votantes".
Oigan, que esto no es ninguna barbaridad. ¡Que conste!
El oráculo de Delfos socialista, Felipe González, marcó territorio y "apuesta por un gobierno del Partido Popular y
Ciudadanos, aupado gracias a la abstención del PSOE", según los
Informativos de Telecinco. Y esto lo dijo en una reunión con embajadores de la Unión Europea. Por cierto ¿para tratar qué cosas? Es un expresidente del gobierno de España, no un cualquiera.
Con su proverbial prudencia, nos cuentan, que mantuvo su
respeto hacia el secretario general del PSOE y aseguró que no le corresponde a
él decirle si tiene que hacer alianza con rupturistas o con
constitucionalistas.
Delfos
dixit. Pues bueno, pues eso, pues vale.
Guste
o no, esto ha sido así. Tal cual.
No voy
a hablar de las declaraciones de Javier Fernández, presidente de Asturias, o de
Guillermo Fernández Vara, estos están en activo y es otro cantar. A Susana Díaz, presidenta de Andalucía, solo la mento.
Para
rematar nos sale esta gente de la Fundación España Constitucional y nos suelta:
"Volver a convocar elecciones en unos meses no es, sin
duda, la solución. Mientras, se agudizaría el proceso de desconexión catalán y
la situación económica y social se degradaría con un Gobierno en funciones,
absorbido por una nueva campaña electoral".
Ellos lo dicen por nuestro bien: “Hacemos un llamamiento a
toda la clase política y muy especialmente a los dirigentes que deben negociar
el próximo Gobierno para que aborden la tarea con el espíritu de la Transición:
generosidad, diálogo, concordia, realismo y tolerancia".
Perdonen un momento, me voy secar las lágrimas.
Esta
fundación fue promovida por Eduardo Zaplana, del PP, y José Bono, del PSOE. Por
cierto, Zaplana fue el que dijo aquello de: “me tengo que hacer
rico”. Los dichos de Bono necesitan un
libro entero.
Creo
que no necesita muchas aclaraciones.
Se
trata de un foro de análisis y debate que está integrado, inicialmente, por 34 exministros
españoles. Ahí están, entre otros: Cristina
Garmendia, Rodolfo Martín Villa, Pío Cavanillas, Beatriz Corredor, Abel
Matutes, Ángel Acebes, Ángeles González-Sinde, Anna Birulés, Carmen Calvo,
César Antonio Molina, Eduardo Serra, Eduardo Zaplana, Elena Salgado, Jaime Lamo
de Espinosa, Jordi Sevilla, Rafael Arias Salgado y Miguel Sebastián. ¿Les
suenan?
Curioso,
muy curioso.
Pues
mucho más curioso resulta si se consulta la página http://quienmanda.es/ donde se pueden comprobar
las relaciones de cada uno de sus
integrantes. Es interesante.
El señor Juncker, jefe del ejecutivo comunitario, no quiere dar “consejos en
público, porque nunca son escuchados” pero en “despachos más cerrados” su
mensaje a España se centra en la necesidad de estabilidad.
Nada
de injerencias, es evidente.
Las
presiones de otro tipo, financieras, empresariales y a saber que otras, no me
las puedo imaginar.
Tengo
que confesar que en todo esto me falta una voz: la de Aznar. ¿Qué bozal tendrá
puesto?
Los
protagonistas tienen muchas viejas glorias interfiriendo públicamente, no es
casualidad.
El despertar de los zombis políticos by Santiago Pérez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.
No hay comentarios:
Publicar un comentario