Elecciones
a la vista. Promesas, obras, arreglos de desperfectos… ¿Lo normal? Pues no. En
la última temporada los partidos, en Asturias, se han tirado los trastos hablando del
suroccidente. Como era de esperar hubo respuestas: La Nueva España, en su
edición del 8 de junio de 2016, dedica unas páginas especiales, en concreto
cinco, al suroccidente de Asturias.
Para
las personas que puedan despistarse recordarles que esas páginas especiales son
pagadas. ¿Quién las paga? Los anunciantes. En este caso los Ayuntamientos de
Allande, Cangas del Narcea, Belmonte de Miranda, Salas y Tineo, a los que se
une el Gobierno de Asturias.
El
publirreportaje se abre con el cansino
tema de la autovía Oviedo-La Espina. Como bien recuerda el autor, la obra se
inició allá por 1999. ¿No hace falta mencionar que está sin acabar,
verdad? Está previsto que se concluya en 2019. Otra pregunta: ¿Cuándo han visto
que una obra pública se termine en España en tiempo y forma? Eso significa, en
el mejor de los casos, que habrán pasado veinte años entre el inicio y la
finalización.
¿Tendremos
motivos para estar cabreados?
Ya saben que desde el pasado 15 de febrero la carretera nacional 634 está cerrada al tráfico por un
desprendimiento de tierra a la altura de Porciles. En todos estos meses no han
sido capaces de habilitar un carril por el que circular. Las protestas
institucionales han sido de tal tibieza que no han servido para nada.
¡No dan para más!
De
telecomunicaciones mejor no hablar. Del corredor del Narcea tampoco es
necesario decir nada.
Miren, a día de hoy el suroccidente no avanza por la senda
del desarrollo, todo lo contrario. Tal y como estamos vamos de culo, cuesta
abajo y sin frenos. Así de claro.
Todo lo demás son palabrerías vanas o peor aún, mentiras
descaradas.
La realidad social, demográfica o económica de la comarca así
lo demuestra. ¡Yo vivo aquí! ¡No quieran manipular lo que veo o padezco!
¡No me jodan!
¡Y
como éramos pocos nos hablan de la autovía hasta Ponferrada!
Perdón
por tanto signo de admiración, si no los pongo tendría que sustituirlos por
tacos.
El
Gobierno de Asturias está diseñando un plan especial de desarrollo económico
para el suroccidente, desde el 2015, en el que colaboraron los ayuntamientos de
Allande, Cangas del Narcea, Degaña, Íbias y Tineo. Como les pareció poco la
cosa, pidieron la colaboración ciudadana para aportar ideas. Lo comprendo.
Entre gobierno autonómico, universidad, diputados y sus asesores, así como
corporaciones locales no fueron suficientes. Ya saben, ahora la consigna es participación ciudadana. Se está
redactando.
El
consejero de la Presidencia y Participación Ciudadana reconoció, en su
comparecencia ante la Comisión de Presidencia en la Junta General, el 11 de
septiembre de 2015, que este plan era uno de los compromisos adquiridos en la
anterior legislatura.
Creo
que no recuerda que historias semejantes vienen de más atrás.
¡Uyy! Casi se me olvida, este plan se desarrollará entre el 2015 y el 2025. ¡Se lo prometo! ¡No es broma!
Eso
de los aprovechamientos endógenos, turísticos y puestas en valor son zarandajas
muy manidas y oídas.
Oigan,
que han realizado un diagnóstico comarcal además de constituir una Comisión
Interinstitucional entre ayuntamientos y gobierno de Asturias.
¡Estoy
maravillado! ¡Llevo treinta años escuchando lo mismo!
Nos
cuentan que se han realizado, o están realizando, radiografías municipales con
las aportaciones sectoriales y mencionan el desarrollo rural, sector forestal,
sindicatos agrarios, cooperativas e industria agroalimentaria entre otros.
Lo
de siempre. ¿Industrias? ¿Autónomos? No los hay o no tienen peso. Las empresas
energéticas van por otros caminos, las mineras por el suyo y para de contar.
Más de lo mismo.
Leyendo
el publirreportaje puede parecer que la situación actual surgió por generación
espontánea. ¡Y un jamón!
En
2015, según datos de SADEI, el suroccidente tenía 27.960 habitantes, en 1991
éramos 41.187. ¿Me lo quieren explicar? No pueden o no quieren.
La
pérdida de población va unida a la de puestos de trabajo y a la falta de
creación de alternativas productivas. ¿Quién debería haberlas promovido? Pues
eso.
Ahora,
cuando estamos agonizando, nos vienen a dar recetas mágicas. Una de ellas la
autovía hasta Ponferrada. ¡Joder!
Miren,
hasta que no vino Areces con esa propuesta salvadora en este territorio ni se
planteó tal obra. Hace tiempo que dije que los intereses van por otro lado y no
por el de los ciudadanos. Ahora los corresponsales políticos repiten el mantra.
Eso sí, ninguno ha concretado los hipotéticos beneficios sociales y económicos
para los habitantes de estos cinco concejos.
La
publicidad continúa y nos hablan de la importancia de las ferias, el turismo,
el Camino de Santiago, el oro, la gastronomía. Sí, también de las áreas
industriales, destacando el Polígono Industrial de La Curiscada. No me extraña,
en el Polígono Industrial Alto del Forcayao solo hay una empresa.
Hablar
de turismo como solución por estas tierras es no hablar de nada. Además, poner
las esperanzas de futuro en algo tan voluble es de una inocencia absoluta.
¿Complemento? Desde luego. ¿Potenciación? Faltaría más. Eso sí, no estaría de
más mirar para el Camino de Santiago, para los monumentos que aún perviven o
para nuestro entorno. Y esto último incluye, por ejemplo, basureros piratas,
plásticos en cierres de fincas y similares… Sin olvidar la adecuación de los
espacios públicos a unos mínimos de calidad. Incluidas las fachadas de los
edificios, tanto antiguas como nuevas.
Yo
quisiera escuchar a alguien hablar de tejido productivo en serio. De las
medidas concretas que están realizando para atraer nuevas empresas. No me
cuenten eso de la subvención de cuatro
céntimos para la creación de nuevos puestos de trabajo. Eso es una milonga.
¿Con
qué sectores productivos han tenido contactos? ¿Con cuántos empresarios se han
reunido? ¿Qué medidas se están tomando para que las infraestructuras básicas se
terminen de forma inmediata? ¿Qué promoción empresarial específica está
realizando el Gobierno asturiano para dar a conocer esta comarca? ¿Y los
ayuntamientos? ¿Qué medidas incentivadoras – no limosnas – se están ejecutando?
Dada la gravedad de la situación en que se encuentran los ciudadanos del
suroccidente repito las preguntas: ¿Qué medidas inmediatas están tomando para
frenar la despoblación? ¿Cuáles para la creación de nuevos empleos?
En
2018 aquellas minas que no sean rentables tendrán que cerrar. No recibirán más
subvenciones. Es cosa sabida desde hace años. Se podrá prolongar la agonía, in
extremis, algún año más, pero…
Los
fondos mineros se dedicaron a menesteres para los que no fueron creados. Eso
sí, contó con el beneplácito de todo dios. Se arreglaron infinidad de
carreteras locales. Muchas, casi todas, de enorme necesidad, ahora tenemos un
entramado local un poco mejor, pero ya no queda gente para utilizarlas. Lo de
la promoción empresarial se relegó a un quinto plano. Era más importante ganar
elecciones municipales.
El
grupo I de la térmica de Soto de la Barca ya está fuera de servicio, los grupos
II y III seguirán funcionando al menos hasta 2020. De ahí en adelante ya
veremos.
Lo
sabemos, lo sabían, desde hace tiempo.
Insisten
en eso de los valores paisajísticos. Hablan de la carencia de infraestructuras
o de la falta de una residencia pública de ancianos. Lo de siempre. Y no digo
que no sea necesario todo ello. No lo digo, no.
A
mí me extrañó, de verdad, eso de que “durante décadas hemos sido el impulso
económico de Asturias, quienes hemos dotado a la industria asturiana de su
fuente de energía y reivindicamos poder continuar haciéndolo más allá de 2018”.
Joder,
todo esto y nosotros sin enterarnos.
No
sé, me da a mí que alguien se olvidó del papel de las cuencas del Nalón y del
Caudal, además de Gijón y Avilés.
¡La
verdad, cuando se disparan no hay quien los pare! Sosiego, templanza y un
poquito de reflexión, por favor.
El
mantra se repite: autovía a Ponferrada, om, om, om.
¡Qué
poco cuesta quedar bien!: el mayor valor de la comarca son las gentes que lo
pueblan.
“La
infraestructura de la autovía es muy necesaria, pero no soluciona los problemas
de falta de actividad y tejido económico de la zona. Si no se incide
paralelamente en solucionarlos, la autovía puede volverse en nuestra contra y
servir para que la población que queda se termine de ir hacia el centro de la
región”. Así lo manifestó literalmente y tan tranquilo se quedó.
¡Ayyy!
Yo pregunto a los presentes si no se han puesto a pensar que las autovías
tienen doble sentido. De verdad, que no son unidireccionales.
El
desarrollo de las comarcas, de las regiones, tiene en las comunicaciones, las
buenas comunicaciones, uno de los puntales imprescindibles para el crecimiento
económico. Negar o desconocer esa realidad es imperdonable.
Estamos
en campaña electoral y el papel lo soporta todo.
Reflexiones sobre el suroccidente asturiano by Santiago Pérez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.
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