Publicado en La Nueva España el 14 de junio de 2012
La lectura tiene, sin duda, buena
prensa. Otra cosa es lo que se lee, pero eso vamos a dejarlo. De igual forma,
las Bibliotecas Públicas también son bien vistas y sus estadísticas demuestran
que es uno de los servicios públicos más utilizados por los ciudadanos
asturianos.
En el año 2011 la Red de
Bibliotecas de Asturias tuvo 3.170.408 usuarios. Cifra nada desdeñable que
podría hacernos pensar que la dotación económica para adquisición de libros y
todo tipo de materiales sería elevada. Pues no se equivoquen, las Bibliotecas
Asturianas tuvieron un presupuesto de 350.000 euros. Este dinero se destinó a
la Red de Bibliotecas -130 Bibliotecas Públicas- Biblioteca Jovellanos de Gijón
y Biblioteca de Asturias. A esto habría que sumar las aportaciones municipales,
que en la mayoría de los casos no las tienen o es muy exigua. Esta realidad
económica choca frontalmente con el uso tan amplio de estos servicios públicos.
La posibilidad de realizar otras
actividades depende únicamente del trabajo y la voluntad del personal
bibliotecario. Actividades de cuentacuentos, animación a la lectura, talleres
de lectura y un sinfín de tareas son promovidas por los propios bibliotecarios.
Lo más normal es que no exista apoyo, ni económico ni de otro tipo. Si a estas circunstancias añadimos
la situación laboral de muchos bibliotecarios, entonces la cuestión adquiere
unos tintes de voluntarismo inauditos en otras profesiones.
En la década de los años 80
Asturias desarrolló un amplio programa de puesta en marcha de Bibliotecas
Públicas y Casas de Cultura. Tras ese importante empuje inicial, que puso a
nuestra comunidad a la cabeza de España en materia de Bibliotecas, el apoyo fue
decayendo hasta llegar a la realidad que hoy tenemos. Las infraestructuras
están creadas, pero languidece su dotación desde hace años.
Asturias carece de una Ley de
Bibliotecas. Por una u otra razón, parece que estamos abocados a ser la única
comunidad autónoma española que no la tenga. Podríamos decir que es una ley
blanca, sin grandes problemas en su tramitación y que no causaría ningún
trastorno político ni económico. Al menos eso pensamos, pero deben existir
arcanas razones que impiden su tramitación. Su aprobación significaría, ni más
ni menos, la dignificación de la red bibliotecaria asturiana. No se necesita
una grandiosa dotación económica, ni mucho menos. Los presupuestos generales
asturianos tendrían que contemplar una partida para tal fin y ahí se
demostraría la importancia, real, que le dan los gestores de lo público a las
Bibliotecas.
Por su parte, los Ayuntamientos
asturianos dedican cantidades ínfimas a la adquisición de nuevos libros, muchos
ni un solo euro. Gastos corrientes y de personal se llevan todo el presupuesto.
Eso sí, todo el mundo se siente muy orgulloso de su Biblioteca y muestran las instalaciones a las visitas.
Hablar ahora de esto, con la que
está cayendo, a muchos le parece un despropósito: ¡cómo vamos a gastar en
Bibliotecas! Permítanme que les recuerde que las Bibliotecas Públicas y la
democracia van íntimamente unidas. Su acceso es libre, no existe ningún tipo de
restricción ¿alguien da más por menos? Y estoy hablando de que cualquier
ciudadano tenga la información, la educación y la cultura a su alcance.
Una sociedad que no se ocupa y
preocupa por sus Bibliotecas es una sociedad inculta, poco democrática y
abocada a la manipulación. ¿Es eso lo que queremos?
¿De verdad nos importan las Bibliotecas Públicas? por M. Santiago Pérez Fernández se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.
Muy bien dicho, la pura realidad. Necesitamos una Ley de Bibliotecas YA, no está de más recordar eso precisamente, que somos la única comunidad autónoma que no la tiene ¿Costará mucho dinero o es que no la queremos? Como dice nuestra camiseta, las bibliotecas públicas no son un gasto son una inversión
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo contigo, Santi. Pues claro que las bibliotecas no interesan, porque no interesan los ciudadanos formados, que piensan y son más difíciles de engañar. Puede que ahora sea un problema de dinero, aunque yo lo dudo, pero es que llevamos reclamando una ley de bibliotecas desde, por lo menos, los años noventa del pasado siglo. Y en cuanto al dinero para adquisiciones, qué quieres que te diga... Lo triste del caso es que se está echando por tierra el trabajo de muchos años y la ilusión de los profesionales. Cristina Jerez
ResponderEliminarNo hay dinero, no hay dinero. ¿Seguro que no hay dinero? Es verdad que la cosa está muy muy mal pero por un lado están negando el "chocolate del loro", cantidades ridículas, para cosas como esta y se siguen gastando millones en planes y proyectos cuya rentabilidad social ni se adivina.
ResponderEliminarEn el país más desarrolado y poderoso del mundo,o sea Estados Unidos,una de sus prioridades es tener una muy buena red de Bibliotecas,que dén un servicio excepcional a la ciudadanía,y ésta a su vez es un consumidor importante de las mismas.Fijaros en todas sus películas,siempre salen Bibliotecas con mucha actividad,es un País que invierte en cultura,por eso será el Number One?. Irene
ResponderEliminarNo hay dinero para libros? DIOS MIO, por favor, no me digas eso. No interesa, nos quieren ignorantes.
ResponderEliminarMuy bien Santi, quiero felicitarte a ti, y a todos los bibliotecarios y bibliotecarias que con vuestro esfuerzo y trabajo,( no siempre bien recompensado por los poderes públicos) haceis posible que la lectura y los libros sigan estando al alcance de todos sea cual sea nuestra condición social o económica.
ResponderEliminarEspero que se den cuenta y al menos en Tineo os aporten una pequeña cantidad para comprar nuevos ejemplares que muchos estamos desando leer.
María F.
Precisamente porque la situación en general no es buena, nuestro deber es apostar por las bibliotecas públicas como garantes de la igualdad de oportunidades en el acceso a la educación, a la formación. Y eso al final se traduce en un futuro mejor, más justo, solidario y democrático.
ResponderEliminarTiene usted razón Santiago, pero la cultura, la salud, y todo lo demás, ya no entra dentro del ámbito democrático. Hace ya tiempo que la clase política se encargo de que eso fuese así. Las oportunidades ¿las tienen los mejor cualificados? No generalmente los mejor conectados. Y eso es la nueva democracia. No es nuevo, llevamos casi cuarenta años viviendo el deterioro de una idea que nunca fue real. Las bibliotecas, si sería una maravilla, en primer lugar que a los jóvenes, en su entorno familiar se les motivase para que leyesen, se les acercase a la lectura al punto de que ellos fueran a las bibliotecas de forma masiva, en este momento de crisis, y tambien en su entorno escolar, porque la "obligación" de leer un libro en el colegio, condiciona a muchos a odiar la lectura. Luego, el método falla. Pero si posiblemente se estén recortando los gastos de mantenimiento en colegios, hospitales, etc., lugares donde la falta de estos constituye un peligro para la salud de sus usuarios y trabajadores, ¿cree usted que se va a tener sensibilidad para que las bibliotecas crezcan y se mantengan? Estarán pidiendo que merme el numero de usuarios, para determinar que son inutiles y un gastos menos. Lamentablemente, los tiros van por ahi. Y es cierto un pueblo inculto, es un pueblo manipulable, pobre e incapacitado para resolver sus problemas, fruto de la mediocridad. Pero ahora estamos instalados en la mas absoluta mediocridad, y esto no viene de ahora, viene de antes, nos hicieron creer que todos eramos iguales, pero no es cierto, todos podemos llegar a ser iguales, pero para ello es necesario esfuerzo, tesón, estudio, sacrificio, y no es lo que nuestros jóvenes están viendo en este momento, están viendo que todos somos iguales, significa que por muy mediocre que seas, si tienes quien te conecte llegarás lejos. Lamento la parrafada tan negativa que he dado, pero yo SI CREO QUE EN LA EDUCACIÓN Y LA FORMACIÓN ESTÁ EL FUTURO, los que nos gobiernan no, creen que ya han llegado al lugar desde donde enchufar a su prole y compañeros de viaje, por lo que respecta a los demás, a los que no somos nada, según ellos, si podemos cultivarnos, poco les importa. ¿O le parece que están cultivados nuestros políticos?
ResponderEliminarCreo que estamos, en esto, bastante de acuerdo. En cuanto a la pregunta de si están cultivados o no nuestros políticos, la verdad es que lo que estamos viendo últimamente es que hay mucho "abonado" al puestín.
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