Comentario para el programa de Cangas del Narcea en la Onda, de Onda Cero Radio (19/06/2012)
La jornada del 18 de junio de
2012 será recordada por algunos como la fecha en que la selección española de
fútbol ganó a Croacia en la Eurocopa. Seguro, y será un dato interesante, no
digo yo que no.
Otros se acordarán de que en este
día Mariano Rajoy, a la sazón presidente del Gobierno, se fue a Los Cabos
(México) para participar en la reunión del G 20. Habrá hasta quien retendrá que
se llevó a su mujer con él. Para ellos el 19 de junio también será importante ya
que encontrarán en Río de Janeiro para participar en la cumbre de desarrollo
sostenible Río+20.
Los más masoquistas rememorarán
que la prima de riesgo se disparó a los 574 puntos básicos. Los habrá más
retorcidos que incluso retengan que Severino García Vigón, Presidente de la
Federación Asturiana de Empresarios, dijo que España no está sobrada de buena
imagen exterior. E incluso, y eso ya es mucho, quien registrará en su memoria
que el Delegado del Gobierno en Asturias, Gabino de Lorenzo, demostró dotes de
pitoniso cuando vaticinó que “las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado se
verán en la obligación de intervenir”
Y es lo que tenemos los seres
humanos: nuestra capacidad de recordar hechos, actitudes o comportamientos.
Pues bien, en las comarcas mineras
asturianas recordaremos que un 18 de junio de 2012 los ciudadanos decidimos
secundar una huelga general para apoyar a un sector, tan importante para
nosotros, como es el de la minería. La paralización de la actividad
fue total. El suroccidente se sumó a este paro. Cangas del Narcea y Tineo
fueron dos pueblos casi fantasmas a lo largo del día y sus gentes solo salieron a las calles para apoyar al
sector.
Hace pocas fechas hubo una huelga
general y la movilización ciudadana fue bastante limitada. Ayer no hubo dudas.
El cierre de empresarios y
autónomos, el apoyo de maestros y profesores, de los ciudadanos en general vino
motivado por la consciencia de que como se cierren las minas la economía
comarcal sufrirá un terrible varapalo.
Veremos lo que pasa de aquí en
adelante. Hicimos lo que teníamos que hacer. No son solo los mineros los que
piden el mantenimiento de su puesto de trabajo, hemos sido todos los ciudadanos
de estas comarcas los que elevamos nuestra voz para que no se nos arrastre
hacia el abismo.
Me imagino que don Mariano Rajoy
no tuvo tiempo de pensar en nosotros, los vecinos de estas cuencas mineras. Es
comprensible. Tuvo que reunirse con la crème de la crème mundial. Con tanto
viaje últimamente tiene que estar agotado. Hace unos días Polonia, ahora México
y luego Brasil. Todo sea por el bien de nuestro país.
Aquí estamos hablando de un
sector productivo industrial, no de una punto
com o similar. Hablamos de productos tangibles y necesarios para el país.
Hablamos de sudor y esfuerzo para extraer ese carbón, no de ingenierías
financieras. Hablamos que tras cada puesto minero se generan otros cinco en
diversos sectores.
Recordaremos ese 18 de junio de
2012 como el día que comenzó una nueva esperanza o el que nos fuimos al carajo.
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