Carta publicada en La Nueva España el 7 de agosto de 2012
Queridos Reyes Magos:
No, no os preocupéis, no me he
vuelto loco. Ya sé que estamos en agosto, pero dado que sois muy previsores,
quiero deciros que este año no perdáis el tiempo conmigo. No tendréis que
repartir ningún regalo ni en mi casa ni en la de mis familiares. No es culpa
vuestra, no os disgustéis.
Por si no os habíais enterado,
Mariano Rajoy y compañía, nos acaban de rematar. Lo que otros empezaron él le
ha puesto la guinda. No habrá regalos, tampoco excesos gastronómicos. Las cenas
de fin de año las celebraré en casa con unos amigos e iremos a escote pericote.
Ya os podéis imaginar,
Majestades, como será lo de las rebajas, aunque hasta con esa ilusión han
acabado.
¡Ah! Si todavía no les he
comentado el motivo de todo esto: a los trabajadores de las administraciones no
nos van a pagar la extra de Navidad.
Tal y como se está poniendo la
cosa para nosotros, los Cuentos de Navidad de Dickens nos van a parecer
graciosos. Como consuelo nos dicen que los que ganan menos de 962 euros no
tendrán ese recorte. Saben muy bien, Majestades, que a esas personas hace
tiempo que ustedes los visitan de refilón. Pero eso sí, ahora tienen que
considerarse unos privilegiados. ¡Vamos, qué están dando saltos de alegría!
Altezas, hace tiempo que a los
trabajadores de las administraciones públicas nos han culpabilizado de todos
los males económicos. Lo que hay detrás de esa maquinación, tienen ustedes
razón, es el acabar con los servicios públicos.
Mis queridos Reyes, me imagino
enterados que vuestro homónimo español nos ha pedido espíritu de sacrificio y
lo comprendemos. Espero que este año alguien me invite a un safari,
fotográfico, y entonces yo también pediré ese sacrificio y lo que haga falta.
El anterior gobierno me quitó un
cinco por ciento de mi salario y me aumentó la edad de jubilación, entre otras
cosas. ¿Saben para qué sirvió ese dinero? Para que los que nos gobiernan sigan
disponiendo de liquidez para seguir gastando en sus cositas.
Majestades, tengo que confesarles
que aún me queda un resquicio de esperanza. Les explico. Cuando la economía
mejore, lo que nos quitan ahora nos lo devolverán en planes de pensiones. ¡Qué
bien! De esa manera contribuiremos a la capitalización de las entidades financieras.
Menos mal que a estos recortes se
suma la clase política. Es que son muy buenos, Majestades. Ellos se ponen sus
salarios, sus complementos, planes de pensiones, dietas, compensaciones varias
y ahora comparten el dolor que me infligen. Es que no sabemos apreciar lo que
tenemos.
Diputados, senadores, diputados
autonómicos, alcaldes, concejales, van a reducir su salario. En esos momentos,
mis queridos Reyes Magos, se me está haciendo un nudo en la garganta. Me estoy
acordando de esos equipos de gobierno municipales en los que cobran todos los
miembros y miembras y que ahora han anunciado a bombo y platillo su bajada
salarial. Eso es abnegación y sentido del servicio a los ciudadanos.
Altezas reales, por favor, cuando
hagan su ronda en enero, recuerden, por favor, a los establecimientos públicos
que si nos suben el IVA los trabajadores de las administraciones tendremos que
dejar de consumir. Compartiremos con los jóvenes las calles y nos dedicaremos
al botellón. Se van a producir situaciones curiosas y padres e hijos tendrán más tiempo para estar
juntos. Ya saben que las juergas unen mucho.
Volveremos a animar la vida de
los pueblos. Nuestras vacaciones serán un regreso a las raíces. Aquellos vicios
de la costa mediterránea, viajes al Caribe, Baleares o Canarias, se acabó.
La dieta mediterránea volverá a
instaurarse en nuestras cocinas y el ya olvidado bocadillo se convertirá
nuevamente en una estrella.
Mis queridos Reyes, sí en su
camino se encuentran con Papá Noel, denle una copia de esta carta, por favor.
Para despedirme quisiera pedirles
algunos deseos. Me gustaría que quienes gestionan los recursos públicos de
verdad crean en ellos. Desearía que los partidos políticos desterraran de sus
listas a todos los que endeudaron hasta el alma
las administraciones. Y para finalizar, que quienes nos han conducido a esta
situación, los que nos han robado y los que nos han engañado, pasen por los
juzgados.
Que vuestra magia haga realidad
estos deseos.
Un fuerte abrazo de quien cree en
los servicios públicos y en la política, honesta, como herramientas
imprescindibles para nuestra sociedad.
Carta a los Reyes Magos de un trabajador de la administración local por M. Santiago Pérez Fernández se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.
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