Otro día más ventilado. Una
docenita. Ánimo a tope. Las rutinas diarias cumplen su función y nos dan
estabilidad. Somos seres de costumbres. Esto está chupado.
Muchas personas continúan
realizando su trabajo en estas condiciones tan duras. En primera línea los
sanitarios, tras ellos un montón de profesionales de muchos sectores.
Los profesionales de la medicina,
de la enfermería y el resto de sanitarios, todos los días de su vida laboral
están trabajando con uno de los peores aspectos de la humanidad: la enfermedad
y la muerte. Están acostumbrados a desenvolverse en un medio hostil en el que
los virus, bacterias y bichos de todo tipo pueden afectarles. Eso todos los
días, cualquier día. No se sienten héroes. Son profesionales serios, rigurosos,
que tienen clara cual es su función en la sociedad.
En estos momentos tienen una
carga de trabajo extraordinaria y en unas condiciones pésimas, pero ahí siguen.
Cuando esto termine, para mí seguirán siendo lo que siempre han sido: unos
profesionales admirables. Ahora y siempre gracias por todo.
Hoy no hay más. Es sólo para
ellos, con mi amor, mi gratitud y apoyo. Gracias.
Divagaciones coronavíricas (11) by Santiago Pérez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.
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