La novela picaresca española nos
ha ofrecido personajes tragicómicos que se han convertido en antihéroes. Esos pícaros
desarrollaron todas sus habilidades
para poder subsistir en un mundo plagado de nobles y señores venidos a menos y
que eran verdaderos parásitos sociales. Los ejemplos del Siglo de Oro ahí están.
El siglo XXI está entradito y seguimos siendo un país de
pícaros. Cuando las cosas parecen que van bien todo pasa más desapercibido,
pero cuando las crisis aprietan al solar patrio resurgen los atavismos que
creíamos desaparecidos.
La dictadura franquista, valga de ejemplo, consolidó
para las clases más bajas el estraperlo y de paso los prebostes del régimen
hicieron su agosto. En la corte
franquista los trapicheos estuvieron a la orden del día.
Llegó la democracia y pensamos
que la cosa cambiaría. Casi. Nos salen pelotazos
por todos los lados. Surgen jesúsgiles,
roldanes, bigotes, fabras, gürteles y una larguísima lista.
Trapichean concejales, alcaldes, empresarios y todo aquel que está cerca de una
cuenta pública.
Estos pícaros no se cortan ni con
un diamante. Todos conocemos nombres, situaciones. Lo cuentan los medios de
comunicación, no hay que ir más lejos, y así y todo no pasa nada.
Podrán llevar a la quiebra a un
banco y se quedarán tan tranquilos. En caso de complicaciones hablarán de
banderas, himnos o cosas tan importantes como esas. Nos aconsejarán
templanza y moderación y luego se irán a
cazar. Cuando les pillen pedirán perdón y aquí paz y después gloria. Se irán de
fin de semana de cuatro días a Puerto Banús, una vez, otra y otra y otra y
otra. Veinte, treinta veces. Lo pagarán con dinero público y no estarán
obligados a justificarlo. Eso sí, si nos tienen que juzgar lo harán y no se les
caerá nada al suelo. Y menos la cara de vergüenza.
Con lo que llevamos visto y oído
no nos podemos extrañar que digan de nosotros lo que dicen allende los
Pirineos.
La picaresca como forma de vida por M. Santiago Pérez Fernández se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.
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