Comentario para el programa Cangas del Narcea en la Onda, de Onda Cero Radio (23/10/2012)
Lo pronosticado se ha cumplido a
rajatabla. El PP revalidó su mayoría absoluta en Galicia y el PNV ganó en el
País Vasco. Eran elecciones autonómicas pero el trasfondo nacional fue más
patente que nunca. El PP, Rajoy, se jugaba mucho; los nacionalistas vascos
hicieron de estas elecciones casi un todo o nada. Unos y otros han quedado
satisfechos.
Las elecciones en Galicia las
convirtieron en un refrendo a la política de Rajoy. Dados los resultados y la
extrapolación que han realizado, el PP considera que va viento en popa y que
sus recortes son bien recibidos por los ciudadanos, no solo los gallegos. Pues
quede constancia aquí que yo ni los apruebo ni los respaldo.
Feijóo mejora los resultados y de
los 38 diputados pasa a 41. Los gallegos les han dicho: tirar para delante. Así
de sencillo.
La participación baja, un 63,71
por ciento. Todos hablaban de que se estaba jugando mucho pero los ciudadanos
no estuvieron por la labor. No hay culpables.
Los nacionalistas gallegos,
divididos, con el apoyo de IU, mejoraron.
Lo del País Vasco fue, es, un
poco más complicado pero no menos sabido.
El PNV aún perdiendo tres escaños
y 16.000 votos, con respecto a las anteriores elecciones, fue el triunfador. El
PP también se deja plumas en el camino y pasa de 13 a 10 escaños. Los de Bildu
son los que salen mejor parados y llegan hasta los 21 diputados. Con más de
276.000 votos los abertzales vuelven a ganar protagonismo y se sitúan como en
los mejores momentos de Herri Batasuna. IU no moja.
La participación en Euskadi
tampoco fue muy elevada y se quedó en un ramplón 65,83 por ciento.
No, no se me olvida. Aún no he
dicho ni mú del Partido Socialista. A ello voy. Sus resultados han sido una
debacle. Estaba visto y cantado. No es que
lo dijeran las encuestas, qué también, lo decíamos los ciudadanos de toda clase
y condición.
En Galicia al PSOE lo pillaron
con el paso cambiado y así salió todo. Ni la presencia de Rubalcaba ni los
recortes sirvieron de ayuda. No hubo nada que hacer. Ni los candidatos
ilusionaron ni el discurso fue tenido en cuenta. Por esas tierras aún se
recordaban los guirigays con los del BNG.
En el País Vasco se sabía desde
hace tiempo. Cuando en septiembre de 2010 Urkullu y Zapatero desbloquearon en
Madrid el traspaso de las Políticas Activas de Empleo, Patxi López ya tenía
perdidas las elecciones. Lo dejaron con el culo al aire.
La última legislatura socialista
de Rodríguez Zapatero, el continuismo de casi todos los altos cargos
socialistas y el pretender competir con los nacionalistas en su terreno, entre
otras razones, han abocado al PSOE a este desastre.
En Euskadi han pasado de 25 a 16 escaños y en Galicia
de 25 a
18. Entre ambas comunidades ha perdido unos 300.000 votos.
Hubo quien se engañó con los
resultados en Andalucía y Asturias. Fueron dos victorias pírricas. No han
introducido cambios y la desafección ciudadana se incrementa elección tras
elección.
Los bandazos pegados por el PSOE
han sido enormes. Le ha faltado firmeza ideológica y reconocimiento de errores.
Las candidaturas siguen siendo más de lo mismo y los cargos orgánicos se
perpetúan. Así no hay forma.
Las elecciones en Cataluña están
a la vuelta de la esquina ¿habrá otro desencuentro con los socialistas? Me temo
que sí.
Habrá quien diga que esto son
apreciaciones mías, y tienen razón, pero los resultados y el desprestigio están
ahí. Ellos verán.
Disfruten de la vida y recuerden
que hay cargos públicos que cobrarán la extra de Navidad.
Las elecciones autonómicas del 21 de octubre: unos resultados cantados por M. Santiago Pérez Fernández se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.
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