27 may 2025

Deshumanizados


  A la par de la hominización se produjo la humanización de nuestra especie. Procesos evolutivos de miles de años que suponían avances en constante cambio y siempre para mejorar. Eso creíamos. Yo tengo mis dudas.
  El siglo XX trajo más avances que ningún otro, en todos los aspectos. La Revolución Rusa, la I Guerra Mundial, la Guerra Civil española, internacionalizada, y la II Guerra Mundial con las bombas atómicas en Hirosima y Nagasaki parecían que habían cubierto el cupo de terror y muerte que los seres humanos podíamos provocar. Todo indicaba que se había aprendido algo, que la cooperación y la paz serían los pilares sobre los que se asentarían las relaciones entre los países.
  Vanas esperanzas.
  Llegó el reconocimiento del estado de Israel, pero no el de palestina. La descolonización fue un fiasco y generó muchas tensiones que aún perviven. La Guerra Fría dividió al mundo. Crisis de los misiles en Cuba. Guerra de Vietnam. OTAN, Pacto de Varsovia. Muro de Berlín.
  Las cosas no iban bien.
  Mal que bien Europa, sobre todo la Unión Europea, estábamos encantados con nosotros mismos. La sociedad del bienestar había triunfado e incluso las derechas parecían haber asumido los progresos logrados por la socialdemocracia, no todos, desde luego. Y llegó el neoliberalismo de la mano de Reagan, Thatcher y Wojstyla y el mundo empezó a cambiar. Los controles a bancos y grupos financieros se fueron difuminando. La globalización fue otro gran descubrimiento del capitalismo que dio más poder a los que ya lo tenían y que con esa internalización empresarial se alejaron de cualquier control, sobre todo en los países más débiles o con gobernantes más timoratos o con aquellos más corruptos.
  A la par que los liberales más radicales adquirían más relevancia, la socialdemocracia se alejaba de sus ideales y caía en las tesis de las derechas, empezando por el tema impositivo. La pérdida de apoyos populares, de votos, de los partidos socialdemócratas ha sido clamorosa. Siguen noqueados.
  Y llegó otra revolución que está poniendo al mundo patas arriba, internet y la inteligencia artificial. Otra batalla que están perdiendo los partidos progresistas. Para mayor desgracia han salido de las catacumbas los partidos de extrema derecha, fascistas y nazis, y están ganando terreno a la derecha y a la izquierda.
  Asustan.
  La caída del Muro de Berlín fue la plasmación del declive y desmembración de la URSS. Las tensiones en el este de Europa han sido constantes, hasta llegar a la invasión Rusa de Ucrania. La UE (Unión Europea) no supo estar a la altura y dejó hacer a Putin. El advenimiento de Trump no ha hecho más que complicar esa injusta guerra de ocupación.
  Vistos hasta aquí estos retazos de nuestra reciente historia ¿dónde hemos dejado la humanidad?
  La llegada de Trump a la Casa Blanca, resabiado del mandato anterior, ha complicado al mundo y está enfrentando a Estados Unidos con todo el mundo, mientras la UE no sabe como hacerle frente. El presidente estadounidense a dado por buenas las tesis de Putin con respecto a Ucrania, y están de acuerdo en repartirse los negocios allí y en resto del mundo, aunque suponga la ruina de millones de estadounidenses y perjudique al resto de los países.
  Trump ha demostrado en estos meses que solo le importan sus negocios y los de sus amigos o de quienes le hicieron llegar a la Casa Blanca, véase el caso de los magnates de las industrias tecnológicas.
  ¿Podemos considerar a Trump un gobernante empático y preocupado por sus semejantes? La respuesta es evidente. No tiene un ápice de humanidad ¿y que hace el resto del mundo para frenar  sus desmanes? Nada.
  A pesar de lo terrible e injusta de la ocupación de Ucrania hay partidos y personas que son de una tibieza a la hora de criticar a Putin que me parece increíble. Algunos son viejos nostálgicos de aquella URSS que tanto añoran y que de alguna manera se siente vinculados afectivamente con la Rusia de hoy, aunque esté dirigida por un déspota autoritario que elimina cualquier tipo de crítica de la forma más radical. Vamos, que encarcela o mata a sus adversarios sin problema alguno. Nada se hizo, es más Alemania siguió comprándole petróleo, su dependencia energética de Rusia era total. La UE mantuvo su silencio o realizó actos de protesta que le importaban un pito a Putin. Los embargos no han servido de poco.
  Pareciera que la humanización se hubiera parado, peor, que estaba en retroceso. No, no estaba, está en retroceso. Nos quedaba por ver lo peor: el genocidio de los palestinos a manos de Netanyahu y quienes lo secundan. Me preguntan que hacen los ciudadanos israelíes, ¿están de acuerdo? Es difícil de entender, pero también lo fue el caso de los alemanes en la Alemania nazi o los españoles en la dictadura de Franco.
  Cuando se conoció el alcance del Holocausto una corriente de simpatía, mucho más que simpatía, recorrió el mundo. Nunca en la Historia el pueblo judío fue tan apoyado en su empeño por lograr un territorio en el que vivir en paz. Las tierras de Palestina fueron las elegidas por razones histórico-religiosas, pero allí vivía otro pueblo, el palestino. La Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó el 29 de noviembre de 1947 un reparto de Palestina de dos estados, que daba a los judíos y a los palestino una extensión similar del territorio. El 14 de mayo de 1948 la ONU declaró la creación del Estado de Israel.
  Nunca tuvieron paz. La Guerra de los Seis Días, entre el 5 y el 10 de junio de 1967, enfrentó a Egipto, Siria, Jordania e Irak con Israel, el triunfo del ejército israelí fue absoluto. Los enfrentamientos no cesaron. En 1973 tuvo lugar otro choque armado de envergadura, la Guerra del Yom Kipur, que enfrentó a Egipto y Siria con Israel. Los países árabes pretendían recuperar los territorios ocupados durante la Guerra de los Seis Días, cosa que no consiguieron.
  Ni la ONU ni ningún país logró poner fin al conflicto. Israel siempre ha contado con el apoyo económico y armamentístico de Estados Unidos.
  Años más tarde llegarían las Intifadas, la guerra en el Líbano, los conflictos constantes en la franja de Gaza, enfrentamientos en los Altos del Golán o con Irán.
  En todos estos enfrentamientos y luchas que han sufrido los palestinos no podemos olvidar las masacres de Sabra y Chatila, que tuvieron lugar entre el 15 y 18 de septiembre de 1982 en los campos de refugiados palestinos en Beirut. Las matanzas fueron cometidas por la Falange Libanesa, cristianos maronitas.
  Vistos estos detalles aislados todo indica que los palestinos, de una manera u otra, no han tenido un momento de paz, como tampoco los israelíes que se han convertido en un país en pie guerra permanente.
  Los atentados terroristas de Hamás, brutales, despiadados, el 7 de octubre de 2023, supusieron el asesinato de 1 200 personas y se llevaron como rehenes a 250 personas. Estos actos asesinos fueron la disculpa perfecta para desatar las iras israelíes. Las condenas a esos atentados fueron casi unánimes, el apoyo a Israel, inicialmente, también. Era esperable una respuesta armada, pero inimaginable lo que vino después. Es cierto que Hamás retuvo los rehenes como elemento de extorsión pero eso avivó las ansias destructivas israelíes. Han pasado los meses, han muerto más de 53 000 palestinos en Gaza, seguro que serán muchos más, entre ellos miles de niños. La franja de Gaza está siendo arrasada. Si esto no fuera suficiente el ejército israelí no permite la entrada de alimentos, medicinas y todo lo necesario para sobrevivir. Han atacado hospitales. Han obligado a desplazarse a miles y miles de palestinos en un baile incesante. ¿Cómo se llama a esto? No hay un ápice de humanidad, por mucho que refieran una y otra vez los a atentados terroristas de Hamás. Es un Estado, el israelí, el que ordena esas razias constantes y mortíferas.
  Mientras la aniquilación de los palestinos continua la UE se debate en palabrerías que no conducen a nada. Y a todas estas Trump propuso su «solución»: convertir gaza en un enorme resort. Es una idea inhumana y egoísta, mortalmente egoísta. Les recuerdo que Trump es constructor. Él lo ve todo desde la perspectiva del negocio, no ve víctimas.
  ¿Podemos hablar de genocidio? A la vista de la definición de la RAE lo parece. Genocidio: «Exterminio o eliminación sistemática de un grupo humano por motivo de raza, etnia, religión, política o nacionalidad».
  Europa sigue vendiendo armas a Israel, España también. Somos unos hipócritas. Anteponemos los beneficios a la humanidad. Lo justifican por el número de empleos que generan estos conflictos. En Asturias están encantados ya que la rentabilidad de la Fábrica de Armas de Trubia se va a disparar. ¿Se nos olvida para que son esas fábricas? No es para armar a los ejércitos españoles, para nada, en su mayoría es para la exportación allá donde haya un conflicto, sin entrar en valoraciones éticas o humanitarias. No nos engañemos.
  Hablando de fábricas de armas, en España son capaces de producir cañones, balas, tanques y no sé cuantas armas más, pero tecnológicamente el país depende, entre otros de Israel. No me extraña, no se fabricaban mascarillas, o EPIs (Equipo de Protección Individual) como para fabricar algo más complicado, y no es por falta de cerebros si no de dotar económicamente la investigación y el desarrollo en España. Esa es otra cuestión.
  Ucranianos y palestinos están padeciendo lo peor que le puede pasar a una sociedad, una guerra. Guerras injustas, propiciadas por dos déspotas, Putin y Netanyahu, que cuentan con un aliado que no creo que esté muy en sus cabales, Trump.
  Mientras seguiremos llorando por ucranianos y palestinos. Lo de Gaza me revuelve las tripas y me encoge el corazón. Los ciudadanos con nuestra voz podemos influir en nuestros gobiernos, al menos esa posibilidad aún la tenemos.
  Nos hemos deshumanizado para adorar a un único dios: el dinero.