Publicado en La Nueva España el 2 de agosto de 2020
No es cuestión de alarmismo, para
nada, es la constatación de la realidad. En el suroccidente asturiano las
noches no se viven igual que en el centro. Imagino que el resto de la Asturias
rural se encontrará en una situación similar.
Las limitaciones en la prestación
de servicios públicos en la comarca puede parecer normal visto desde la capital…
pero. Siempre hay algún pero. Hablemos de dos cuestiones en las que casi todo
el mundo creo que puede estar de acuerdo: la sanidad y la seguridad. Acotemos
más el terreno. La sanidad y la seguridad en las horas nocturnas.
Si enfermamos por las noches lo
podemos tener bastante crudo. El centro de salud de Tineo, por ejemplo, tiene
una médica y una enfermera de guardia – para los más susceptibles también hay
hombres - en caso de que tengan que asistir a una urgencia domiciliaria debemos
buscarnos la vida. O vamos al hospital comarcal Carmen y Severo Ochoa o al
HUCA. En el caso del hospital comarcal, recodar la falta de especialistas en
horas diurnas así que imaginen en las nocturnas. No olviden que carecemos de
UVI móvil.
La situación en Cangas del Narcea
es algo mejor. El centro de salud cangués tiene dos médicos presenciales hasta
las diez de la noche y a partir de esa hora están localizados.
No es, evidentemente, culpa de
los sanitarios. La escasa población lastra las inversiones, aunque sean de
primera necesidad. Eso sí, pagamos impuestos sin ningún tipo de bonificación. Las
tasas municipales no son mucho más bajas que las de las ciudades, hay que pagar
los pufos.
En el apartado de seguridad
tampoco es para tirar voladores. Me he informado y en Tineo la policía local
sólo tiene turnos de noche los sábados y en aquellas fechas que se celebren
actos extraordinarios. En Cangas del Narcea, por lo que me comentaron, la
situación es similar. De Pola de Allande, Ibias o Degaña ni hablamos.
Por otro lado, la dotación de
guardias civiles en la zona ha ido disminuyendo con los años y en la actualidad
una escasa dotación de efectivos tiene que cubrir zonas amplísimas.
Ante una emergencia la capacidad
de respuesta y prestación de auxilio, en la mayoría de las ocasiones, lo más
probable es que llegue tarde y mal.
Tampoco tienen la culpa ni los
policías locales ni los guardias civiles, faltaría más. Afortunadamente, la
comarca tiene una delincuencia muy baja, al igual que el resto de Asturias, pero
no es esa la cuestión. El tema es el trato diferencial, y perjudicial, que
tenemos. El tener poca población y protestar menos aún nos ha traído hasta
aquí.
A los gestores de lo público se
les llena la boca con falacias, proyectos grandones o sencillamente inviables y
lo más básico se les olvida. Son esos, y otros muchos, “pequeños detalles” los
que determinan la calidad de vida de una comarca y la hacen atractiva para
vivir en ella.
Así y todo, disfrutamos de
relativa buena salud y los chorizos no pierden el tiempo por estas tierras,
saben que hay poco que robar.
Hasta la noche nos separa by Santiago Pérez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.
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