Comentario para el programa Cangas del Narcea en la Onda, de Onda Cero Radio (9/10/2012)
Esto de los bancos y la crisis
cada día es más explicable. Por mucho que pretendan escondernos la verdad una
parte de los problemas que tenemos están causados por las entidades
financieras.
Es cierto que la deuda pública de
España, compuesta por la del Estado, las Comunidades Autónomas y los
Ayuntamientos, supera los ochocientos mil millones de euros. Y eso es pasta. Pero
en estos momentos lo que más nos aprieta es la situación de los bancos. En eso
andamos.
La mayoría de los mortales sabemos
de nuestra economía familiar y cuando nos hablan de macroeconomía como que nos
asustan. Veamos la última genialidad: la creación de un banco malo. Les
confieso mis limitaciones, pero aún y así, creo haber entendido algo.
Para conceder el rescate al sector
financiero español, hasta 100.000 millones de euros, aunque nos dicen que con
algo más de 60.000 mil millones libramos, menos mal, Brusela ha exigido a
España la creación de un banco malo que gestione los activos contaminados de la
banca. Traducción: pagar los pufos de la construcción.
De Guindos, ministro de economía,
dijo que “es un instrumento más importante que la inyección de capital porque
saca los activos de los balances” Dicho de otro modo: mete la porquería en otra
habitación.
La deuda de este banco malo
estará garantizada por el Estado, es decir, por ustedes y yo. Con esta garantía
los bancos podrán acudir a la ventanilla del BCE (Banco Central Europeo) y
cambiar los títulos de deuda que han metido en ese banco malo por dinero
contante y sonante.
Eso es lo mismo que hacemos
nosotros con nuestras deudas. Nos montamos un chiringuito de estos, nos damos
un papelito y nos vamos al banco de turno a hacerlo efectivo. Desde luego que
sí.
De Guindos nos habla de las
bondades de estas medidas ya que permitirán ajustar los precios de las
viviendas y revitalizar el mercado inmobiliario. ¡Acabáramos! Nos están
diciendo lo que ya sabíamos todos: los precios de las viviendas estaban
inflados. Ahora van a rebajar sus precios de manera tan artificial como la subieron
y lo harán con la garantía de nuestros dineros.
Por cierto, las personas que han
comprado hace una temporada su vivienda ¿podrán reclamar por daños y
perjuicios? ¿No será competencia desleal? ¿No es una manipulación de los
precios?
Permítanme un pequeño detalles
más. El banco malo solo gestionará las grandes operaciones inmobiliarias:
promociones de viviendas e inmuebles de alto valor y excluye los pisos baratos.
¡Ah! miren ustedes que bien.
Pues hasta aquí llego en mi
escaso saber y entender. Dudas me quedan casi todas. Es más, los que dicen que
saben de economía no se ponen de acuerdo sobre si el banco malo es bueno o no
es bueno y es malo.
A mí solo se me ocurre una
pregunta: ¿Cómo de algo que se dice malo puede salir algo bueno?
Disfruten de la vida…y exijamos
responsabilidades.
Banco malo-bueno por M. Santiago Pérez Fernández se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.
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