Desayunamos, comemos y cenamos
con los problemas de Grecia y las adversidades de los griegos. Es una cuestión
importante dentro de la Unión Europea pero ¿es necesario tanto? Desde la
llegada de Syrizas al poder lo es.
Grecia es un país con unos once
millones de habitantes y ocupa el puesto 44 en la clasificación mundial por su
producto interior bruto. No es una potencia mundial ni europea en ningún
aspecto – su historia es otro cantar -.
Esta claro que tanta insistencia
con lo que allí está pasando, y las medidas draconianas que le están aplicando,
solo tienen una explicación: el escarmiento. Es un aviso a navegantes y sobre
todo a los españoles. No vaya a ser que nos de una locura y votemos en masa a
Podemos.
Ahora resulta que los griegos son
unas sanguijuelas. Eso sin hablar de jetas, manirrotos o poco serios. Y para
más recochineo no quieren pagar lo que deben.
¡Lo que hemos tenido que oír! ¡Y
a quién se lo hemos escuchado!
Uno de los argumentos es que en
los últimos cinco años Grecia ha recibido más de 200.000 millones de euros. Eso
sí, siempre se remarca que ese dinero es de los contribuyentes europeos y, como
no, españoles.
¡Mira que hacen sangre con este
argumento!
Un pequeño recordatorio. En
España se han rescatado los bancos y las cajas. Tanto el Tribunal de Cuentas
como el Banco de España estiman que las ayudas a nuestras entidades financieras ascendieron
a unos 100.000 millones de euros.
Pues vale.
Otro de los grandes argumentos
para poner a los griegos, sí a los griegos, de vuelta y media es que nunca
debieron ingresar en la zona euro.
En 2001 todos sabían que el país
heleno no cumplía los criterios de convergencia, sin embargo, entró. Todos
callaron y ahora se les culpa.
Kostas Karamanlís – presidente griego
de Nueva Democracia – ocultó durante años la deuda externa y el déficit
público. Para tal hazaña contó con la ayuda inestimable del banco de inversión
Goldman Sachs. Alemanes y franceses tampoco pusieron objeciones.
No parece, entonces, un argumento
muy serio.
Permítanme algunos datos
históricos. Guerras de los Balcanes y la importancia de Grecia para contener al
imperio otomano. Dictadura de los Coroneles de 1967 a 1974 y el apoyo
estadounidense. Desde la restauración democrática – 1974 – el poder se repartió
entre los liberales-conservadores de Nueva Democracia y los socialdemócratas
del Movimiento Panhelénico Socialista (Pasok). Pertenece a la OTAN desde 1952 y
es miembro de la Unión Europea desde 1981.
Curioso. Grecia no es una recién
llegada a la escena internacional y siempre ha sido bien acogida. Los motivos
geoestratégicos fueron determinantes – aún lo siguen siendo ya que Turquía no
ofrece muchas garantías a pesar de todo -. Ahora parece que la economía prevalece sobre
otros aspectos.
Lo sucedido hace pocas fechas es
de traca.
El Banco Central Europeo (BCE)
confirmó, el pasado 21 de julio, que Grecia le había abonado 4.200 millones de
nada. El Fondo Monetario Internacional (FMI) anunció que Atenas había liquidado
sus deudas inmediatas con el pago de 2.000 millones de euros.
Magnífico. Hizo frente a sus
compromisos. ¿Cómo lo logró? Eso es la madre del cordero.
Previo a esos pagos, la Comisión
Europea (CE) desembolsó los 7.160 millones de euros que necesitaba Grecia para
afrontar esos compromisos con el BCE y FMI.
Tiene bemoles. Grecia pide
préstamo para pagar préstamo y préstamo para pagar el préstamo del préstamo y…
esto un bucle. No tiene salida.
Las nuevas condiciones que se le
impusieron son más leoninas que las anteriores. Tendrán que empobrecer más a
los griegos y sobre todo liquidar los bienes públicos. Las privatizaciones son
lo importante. Ahí estarán las entidades financieras a la caza del chollo.
En España ya se hicieron los
deberes hace mucho. Se privatizó casi todo. Faltaban las cajas de ahorros y ya
lo están. La sanidad y la enseñanza... Los ciudadanos hemos sido reducidos a
meros espectadores y votantes. Y por si fuera poco, el PSOE y el PP
garantizaron a nuestros acreedores que sus intereses económicos estarían por
encima de las necesidades de los españoles. Recordemos la modificación del
artículo 135 de la Constitución que consagra ese principio.
Así se explican las loas de la
Unión Europea a España. Así se explican las recomendaciones de más recortes de
la troika y del FMI. Saben que los gobiernos españoles son muy obedientes.
El caso de Grecia no es más que tenerlos
agarrados por dónde les duele. Convertirlos en buenos súbditos de las entidades
financieras internacionales y las grandes multinacionales.
Tienen que aprender que el camino
es el seguido por Portugal o España. No hay otra salida.
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Me gustaría que nos dijeran toda la deuda que tiene grecia en que se ha gastado. Seguro que habrá sido para realizar contratos con multinacionales alemanas, y las grandes forturnas de grecia y los políticos corruptos se han llevado la palma.
ResponderEliminarLuego a pagar la prole y la clase media y baja.