Si alguien pretende encontrar en
Walt Longmire, Los mocasines de otro hombre de Craig Johnson, a un Philip Marlowe
no lo va a encontrar.
Por muy grande que sea Longmire -
me refiero a su estatura -, por mucho que pese - en kilogramos -, por mucho que
sea un héroe de guerra - que así lo describe Craig Johnson -, por mucho que se
empeñe, no es Philip Marlowe.
La aparición de una joven
asiática asesinada, en el condado de Absaroka, da lugar a una trama en donde se
entremezcla la resolución del caso con los recuerdos de Longmire en la guerra
de Vietnam.
Por cierto, el condado de
Absaroka no existe. Según Wikipedia, es una cordillera en las estribaciones de
las Montañas Rocosas dentro del Parque Nacional de Yellowstone.
Este libro está editado por
Siruela en 2014 y en la portada consta como subtítulo que es el cuarto caso del
sheriff Walt Longmire. Esto viene a cuento de que en Estados Unidos ya han
realizado una serie de televisión, que se emite desde 2012, y seguro que el
personaje dará para bastante, sobre todo mientras tenga aceptación televisiva.
A España no ha llegado pero lo hará, faltaría más.
La novela se lee fácil y no tuve
problema en verla en “imágenes”. Es muy peliculera.
Cumple con todos los requisitos:
asesinato, intriga, violencia, sheriff con desgracias familiares y problemas
para implicarse con una mujer. Ella le quiere, él no sabe no contesta. La
típica tontería americana de fidelidad a una muerta que le impide echar un
polvo y relacionarse otra vez.
La serie se desarrolla en
Wyoming, donde además vive Craig Johnson, región de las grandes llanuras, de
indios y vaqueros. Como tiene que cumplir con las minorías, su compañero inseparable
es un indio enorme – todo a lo grande - Henry Oso en Pie. Un poco a modo del
Llanero Solitario y Toro.
Entre investigación e investigación
nos cuela otra que Longmire realizó en Vietnam. Drogas, asesinatos, codicia.
Los malos son militares americanos. Bien, vale. La guerra es el escenario pero
ahí se queda. No hay una mala palabra. Todo muy limpio. Los malvados lo son en
EEUU o en Vietnam. La guerra ¿para qué tocarla? Para nada y por eso no lo hace.
No dándole vueltas la novela
contiene esos ingredientes de la clásica novela negra americana de un detective descreído – Longmire no tanto -, impertinente – Longmire poco -, con un sentido personal de lo que
está bien y mal – Longmire duda y necesita confirmación de sus allegados -.
Vamos, un quiero y no llego.
No falta eso de la violencia, la
corrupción o la injusticia. No falta nada y, sin embargo, es una novela “suave”
– ya saben: políticamente correcta -.
Otra novela playera. Desde luego
Longmire no es un Philip Marlowe.
Los mocasines de otro hombre una novela sombreada de negro by Santiago Pérez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.
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