Las
declaraciones cada día son más rotundas. Las posiciones parecen inamovibles -
¿será cierto? -. Quieren acortar los plazos. ¿Acuerdo o ruptura? Ni idea.
En
el “problema catalán”, como lo denominan muchos, hay demasiadas incógnitas, muchos
intereses personales, infinitas mentiras y silencios cómplices.
¿Qué
han hecho en todo este tiempo los partidos políticos? Nada. ¿Se ha generado un
debate serio y riguroso? Ninguno. ¿La Unión Europea se ha manifestado de forma
nítida? Faltaría más, no. ¿Los empresarios catalanes? Calladinos. ¿Los
banqueros? Gestando la siguiente crisis. Y los más importantes: ¿los ciudadanos
catalanes? Pues…
El
9 de noviembre de 2014 se celebró algo parecido a una consulta o referéndum –
llámenlo como les parezca más oportuno – atípico. Pónganse como quieran pero no
cumplió con las normas establecidas en cualquier democracia similar a la
nuestra. No se pareció en nada a lo ocurrido en Escocia o en Quebec.
Podrán
argumentar que en el caso catalán no quiso el gobierno central, etc. No se
puede negar, fue así. Pero también es claro que según la legislación española ellos
no podían realizar esa consulta.
Empate.
El
resultado de ese 9 N fue que el 80,76 % de los votantes, 2.305.290, lo
hicieron a favor de la independencia de Cataluña. Para no liarme. De 2.305.290
votos emitidos, 1.861.752 fueron a favor.
Sirva de comparativa que en el último referéndum que se hizo en
Cataluña, el del Estatut en junio de 2006, participaron 2.594.167 ciudadanos de
los 5.310.103 con derecho a voto, el 48,85 % de los electores.
¿Son cifras suficientes? Según lo que habían dicho los partidarios de la
independencia no. Hablaron, antes del 9 N, de una cifra de apoyos superior al
51 %. Luego mintieron.
¿El Gobierno español qué dice? Que no lo va a permitir.
¿El PSOE? Dependen a quien se pregunte. Primero hablan de un cambio
constitucional, luego de federalismo y más tarde… hablan gentes del PSC y entonces
nos quedamos como al principio: sin respuesta. Eso sí, no se olvidarán del
pacto de Granada.
¿Ciudadanos dice algo nuevo? Nada nuevo. Aquello de lo indisoluble de
España, que también dice Rajoy.
¿Y Podemos? Pues que son partidarios del referéndum aunque ellos desean
que no se desvincule del resto de España. ¿Permitirán otros referéndums? Sin
duda.
¿Se podía haber evitado? Eso ya es historia ficción. ¿Hicieron todo lo
que debían? Ni mucho menos. Me remito a la situación en la que estamos.
¿Tenía que haber impugnado el PP la modificación del Estatuto de
Cataluña? No, o al menos de no de esa forma tan agresiva. ¿Tenía Rajoy, el PP,
que haber llegado a un acuerdo económico con los catalanes similar al Concierto
Vasco? Al menos tendrían que haberlo hablado.
Y ahora ¿cuál es la situación? Jodida. Enfrentados. ¿Cómo va a acabar?
Desde luego mal. El enfrentamiento está servido.
Los partidos independentistas catalanes, que tienen plaza y mando en la
Generalitat, dicen que no acatan la legislación española, que no aceptan los
fallos judiciales del Tribunal Constitucional y que menos caso le hacen al
fiscal general.
El Gobierno de España afirma que están obligados a respetar las leyes
del Estado, que están sometidos a las sentencias judiciales y que el fiscal
general les puede empapelar.
Empate.
¿Hay alguna solución que se esté pactando y que no sepamos? Me imagino
que sí. Espero que sí y que además sea buena. ¡Seré iluso!
Mientras todo eso sucede en el ámbito de los partidos y de los muy
cercanos, los ciudadanos catalanes están tan jodidos como el resto de los
españoles.
Últimas preguntas: ¿De verdad se creen los ciudadanos catalanes que al día
siguiente de esa independencia todo va ser de color de rosa? ¿De verdad se
creen los ciudadanos catalanes que los de Junts pel Sí, la CUP y Esquerra no se
van a liar a hostia limpia?
La respuesta que me darían sería que eso no toca ahora. Primero la
independencia, luego ya arreglaremos nuestros problemas por nosotros mismos.
Algo así, me dirían. Y yo les respondería: pues con vuestro pan os lo comáis. Eso
sí, dexanos el nuesu caritu.
¿Y aquel que fue y ya no es molt honorable, qué dice? Silencio.
¿Y aquel que fue y ya no es molt honorable, qué dice? Silencio.
Preguntas todas, respuestas no me dan ninguna.
Seguiremos pendientes de Trump. No perderemos de vista el cielo para ver
si llueve y baja la electricidad. Comprobaremos el precio del Brent. Vamos camino
de la primavera y nos empieza a preocupar la barriga y dónde iremos de vacaciones.
Sube el número de empleos de mierda y el Real Madrid muy bien y el Barça un
poco peor.
Todo bien.
¿A un paso del referéndum en Cataluña? by Santiago Pérez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.
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