Publicado en La Nueva España el 10 de julio de 2019
Ayuntamientos constituidos.
Primer pleno para dar cuenta del organigrama y la comidilla en pueblos y
ciudades son los sueldos de los ediles. La verdad es que en este menester
suelen hacer gala de generosidad.
Al inicio de la legislatura
tienen que establecer sus retribuciones y se afanan a la tarea. Es normal, el
mes pasa pronto y hay que llevar los garbanzos a casa.
Oyeron las campanas de que la
crisis se había acabado y los alcaldes, ni cortos ni perezosos, se han
adjudicado unos sueldos del copón.
Oigan, que el alcalde de Sevilla,
por ejemplo, se subió el sueldo un 33 por ciento. En la capital hispalense
cobran los miembros del gobierno y los portavoces de los grupos, al igual que
en otros muchos ayuntamientos. No se queda atrás el de Málaga con un 20 por
ciento; Huelva un 27 por ciento para el equipo de gobierno y un catorce para el alcalde; Huesca un 43 por
ciento. Sigue y suma.
En Asturias no estuvo mal
tampoco.
En Gijón se subieron el sueldo y
cobrarán 23 de los 27 concejales. En Oviedo el alcalde, que está jubilado,
cobrará las dietas, y habrá dieciocho ediles liberados, que se embolsarán 8000
euros más que en la legislatura pasada. Eso sí, son tan buenos que las
asignaciones a los grupos municipales las bajaron. Los de la oposición también
cobran.
Los sueldos de los alcaldes de
Siero o Cangas de Onís, por mencionar algunos, se incrementaron en un 25 por ciento,
en Ponga un 52.
El consistorio de Cangas del
Narcea tendrá cuatro liberados, dos del PSOE y otros dos de IU. Los apoyos se
pagan. Está bien, es normal. El alcalde, José Víctor Rodríguez, tendrá una
dedicación del 80 por ciento al ayuntamiento con el fin de seguir ejerciendo
como abogado. Es curioso cuando menos. El mismo José Víctor afirma que “un
alcalde está y debe estar en todas las decisiones siempre”. Bueno, en su caso
solo en un 80 por ciento para ser exactos. Los tres concejales cobrarán 36500
euros brutos al año. No está mal. El alcalde ”700 euros menos de lo que cobraba
el anterior alcalde José Luis Fontaniella”. Esto es lo que dijo a los medios de
comunicación. Vaya, le cuesta decir la cantidad.
El alcalde de Tineo mantiene la
asignación de 45000 euros anuales. Los concejales cobrarán once euros brutos
por hora trabajada, aunque al final, y siguiendo la tradición de años
anteriores, todos realizarán las máximas previstas. Así, los concejales del
equipo de gobierno cobrarán entre 605 y 1705 euros.
Este no es el salario más alto
cobrado por un alcalde tinetense. En 2010, siendo alcalde Marcelino Marcos
Líndez, cobró 48000 euros. Como la crisis nos estaba enseñando su peor cara y
los gastos eran muchos en 2011 se subió el salario a 55000 euros.
Los argumentos para estas subidas
son similares, da igual quien las ofrezca. Nos recuerdan que desde la llegada
de la crisis los salarios de los munícipes han estado congelados y claro, ahora
tienen que recuperar lo perdido en estos años. Pero este argumento no cuela: se
les olvidaron los recortes sufridos por los trabajadores municipales. Para
estos con un 2,5 por ciento van sobrados. A eso se llama equidad.
Otro de sus considerandos es que
no tienen un horario fijo y por lo tanto esas remuneraciones son justas. Por
supuesto, a ninguno se le olvida esgrimir que están dentro de la ley. ¡Solo les
faltaba saltarse la legalidad! Cosa que nunca hacen, desde luego.
Y así pueden seguir ad infinitum.
Desde hace unos años en las
corporaciones municipales cobra hasta el apuntador. La política se ha
convertido en una profesión y casi la única salida para más de uno. ¡Están
ellos como para dimitir! Se agarran al puesto como una llámpara a la roca.
Hay ayuntamientos en los que
además de pagar a los concejales se destina su dinerito a los grupos
municipales. ¡Olé por ellos! No contentos con esto sacan otros eurillos para
asesores. ¡Hay que joderse! ¿Para qué quieren a los técnicos municipales?
Hay muchos ayuntamientos en los
que el número de liberados, más o menos declarados, sobrepasa con creces las
necesidades reales. Muchos de esos concejales, para justificar su salario,
echan el día paseando papeles, hablando por teléfono, tomando cafés o
realizando funciones que nada tienen que ver con la dirección política.
No quiero que nadie trabaje
gratis para mí. Los alcaldes tienen que cobrar un salario digno y adecuado a la
realidad de su consistorio. Hay ayuntamientos que disponen de unos presupuestos
tan exiguos que no da ni para pagar al alcalde, para ellos habría que buscar
soluciones.
Los ciudadanos estamos cabreados
con sus triquiñuelas cuando luego nos niegan el pan y el agua. A su sueldo, en
muchos casos, hay que añadir dietas, coches oficiales, “viajes y comidas
oficiales”, entre otros. La realidad económica y social se la pasan por el arco
de triunfo.
No voy a entrar a valorar la
relación entre su trabajo y su salario.
Eso da para mucho y mejor dejarlo correr.
Da igual las discrepancias
políticas que puedan existir entre ellos, cuando toca adjudicarse sueldos no se
hacen mucho daño. Hoy por ti, mañana por mí.
El dinero no distingue entre azules,
naranjas, verdes, o rojos; los morados desentonan un poco. Ya ven, la pasta une
mucho.
Salarios que unen by Santiago Pérez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.
No hay comentarios:
Publicar un comentario