22 mar 2020

Divagaciones coronavíricas (9)

  Casi sin darnos cuenta llevamos diez días de aislamiento, al menos yo. Lo primero es lo primero. Repaso de existencias: sobrado de papel higiénico. Pasemos a otras cosas.

  Cuando hago mis ejercicios diarios… ¿Uy, por qué me miran así? Los hago. Quería decir que cuando realizo mis ejercicios incluyo bicicleta estática, la tengo cerca de la ventana y así me entretengo. Ayer, por ejemplo, pude disfrutar del paseo de un chico con su perro. Aunque no sé si sería al contrario. No paraba de mirar el móvil, y me refiero al mozo. Qué desgana, la del chaval. Daba penar verlo en tal compañía, al perro.

  Más tarde apareció una chica con un perro. Quede claro que era otro perro distinto. El paseo debió ser largo. El can iba como cansado y ella, en ropa deportiva, caminaba a un ritmo vivo.

  La tercera persona que vi me alegró la mañana. Era una chica. Desde la ventana se la veía encantada. Caminaba con gracia. Parecía levitar. Su sonrisa, ¡dios, qué sonrisa! Daba gusto verla. Movía su brazo izquierdo con gracia. Adelante y atrás. Atrás y adelante. Parecía una niña. Llevaba un paquete de papel higiénico. ¡Qué poco se necesita para ser feliz!

  Hubo más cosas divertidas.

  Con un tuit de Diego de la Cruz me reí un montón. Este hombre es analista económico y político, profesor y no sé cuantas cosas más. Toda una eminencia. Vean lo listo que es: “¿No sería apropiado reducir temporalmente el salario de los empleados públicos y emplear esos recursos para la crisis sanitaria y el colapso económico?”

  Me quedé de piedra. ¡Qué pozo de sabiduría! Lo van a proponer para el Nobel. Me quedo corto, lo van a canonizar… como el mayor imbécil de los últimos días, con el permiso de Torra y Ponsatí.

  Es divertido ver al personal pedir que se rasquen la cartera los más ricos, empezando por los futbolistas. Y lo hacen apelando a su moralidad. Joder, no me digan que no es gracioso. Vamos a ver, no pagan sus impuestos y quieren que den altruistamente algo de su pasta para ayudar a combatir la epidemia. ¡Qué bromista es la gente! Por cierto, ¿la próxima vez que haga una donación Amancio Ortega aplaudirán?

  Ah, eso sí, sigan pidiendo rebajas de impuestos cuando esto pase.

  El Torra y compañía son la hostia. El lunes, mañana, la Generalitat pondrá en marcha un certificado no obligatorio para quienes salgan a la calle. Se trata de un documento estandarizado por el que los ciudadanos se autorresponsabilizarán de los desplazamientos que realicen.

  Joder, joder. Es para partirse el culo.

  Y anda que no tiene chunga ver al Albert Rivera criticando la rueda de prensa de Sánchez. Es total. El tipo sigue siendo un gilipollas que no conoce el don de la oportunidad. ¡Será capullo!

  El capo Victorino Alonso volvió. El susodicho tenía más de trescientas mil mascarillas almacenadas. El tipo, a instancias de la policía, las cedió. No me río.

  En fin, no tengo tiempo para aburrirme. Cuando veo que la cosa decae ¿saben lo que hago? Leo.

  Tenemos 28572 casos, han fallecido 1720 personas y se han recuperado 2575.

  Miren, en esta epidemia no hay épica. Hay mucho trabajo, dolor y muerte. ¡Quedémonos en casa!

Licencia de Creative Commons
Divagaciones coronavíricas (9) by Santiago Pérez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.

No hay comentarios:

Publicar un comentario