24 may 2018

Presupuestos injustos y discriminatorios

Hablan de solidaridad, de justicia distributiva, de redistribución equitativa, de amparar a los más desfavorecidos… Y una mierda. No pido perdón. Repito: y una mierda.

Ahí tenemos los presupuestos generales del Estado para 2018 que demuestran que son insolidarios, injustos, parciales y dañinos para una inmensa mayoría de españoles. Así de claro.

El PNV en su línea de siempre, y como antes hizo también Convergencia y Unió, mediatizan la política española de tal forma que el resto de las comunidades autónomas salen perdiendo siempre. Y a pesar de todo siempre están llorando. ¿Qué tendrán qué decir los extremeños? ¿Qué tendremos qué decir los asturianos? ¿Qué tendrán qué decir…?

No es de ahora, los presupuestos se negocian por intereses políticos, por necesidad política de quien gobierna, no por el bien de los ciudadanos en general.

Dirán que con estos presupuestos se mejorarán las pensiones, el salario de los funcionarios, los policías locales se podrán jubilar antes – yo también quiero –, que habrá más dinero para luchar contra la violencia machista y... Se quedarán contentos. Pues allá ellos.

Votaron a favor Ciudadanos, PNV, Unión del Pueblo Navarro, Foro Asturias, Coalición Canaria y Nueva Canarias.

Ciudadanos en su línea.

Unión del Pueblo Navarro, franquicia del PP en Navarra, exigió que los presos etarras no se acercasen al País Vasco.

Los canarios están exultantes ya que han logrado un descuento en los viajes en avión y barco para los residentes del 75 %. Pero no acaba ahí su ganancia. El Gobierno central aceptó el pago del cien por cien del coste del transporte de mercancías entre Canarias, con la península y la Unión Europea, que incluya el retorno vacío y tenga carácter retroactivo a 1 de enero de 2016. Aún hay más. El transporte del plátano contará con ayudas de  diez millones de euros en 2018, pero además tendrá carácter retroactivo al 1 de enero de 2017 y será indefinido. Según Nueva Canarias esto supondrá un ahorro para los canarios de 400 millones de euros por año.

Foro Asturias con su apoyo garantizó el ancho europeo y los requisitos de alta velocidad entre Asturias y Madrid. Esperan que las obras finalicen en 2020. Fruto de su ardua negociación lograron 53 millones de euros más para Asturias, patria querida.

Y llegamos al Partido Nacionalista Vasco (PNV). Ya saben, los que no apoyarían los presupuestos mientras estuviese en vigor el 155. Ah, pero ellos saben de buena tinta que eso va a durar poco y además por “responsabilidad” y “poniendo los intereses de la ciudadanía de Euskadi por encima de los del Partido Nacionalista Vasco” cambiaron de opinión y dijeron a Rajoy que sí, que muy bien, que los aprobaban. Y los aprobaron.

Lo hicieron pensando en toda España. Además del fin inminente del 155 basan su bandazo en evitar “el abismo a la situación política española y catalana”,  y en que no quieren “perder la capacidad de influir a favor de una solución dialogada para Cataluña”. Estoy emocionado, más aún lo deben de estar los catalanes. Su último razonamiento es para “hacer valer el compromiso con la Agenda Vasca y con el desarrollo y modernización de Euskadi”.

Hay que retroceder un poco en el tiempo, no mucho.

En enero de 2017, según informó el periódico Deia, el lehendakari Urkullu remitió una carta al presidente Rajoy en la que realizaba doce demandas de la denominada “agenda vasca”.

En esa carta, y según Deia, el lehendakari solicitó a Mariano Rajoy que se ensanchase el autogobierno a través del pacto entre partidos vascos y el Estado. En ese pacto está metido el Partido Socialista Vasco. Tendrían que completar las transferencias pendientes que recoge el Estatuto de Gernika y poner fin a los recursos contra las leyes vascas y la aprobación de normas españolas de carácter básico que se entrometan en las competencias autonómicas.

A esto sumaban la negociación del Cupo. Eso ya está listo y ventilado. Incluía el desarme verificado y completo de ETA. Otro tema zanjado. También reclamaba Urkullu adecuar la política penitenciaria dentro del marco legal vigente. Dicho de otro modo está pidiendo el acercamiento de los presos de ETA.

Reclamaba el lehendakari, según Deia, el impulso al acero vasco, reforzar la construcción naval, revitalizar los aeropuertos, tratar los problemas del sector pesquero y poner fin al retraso en las obras del AVE, además de soterrar el tren en las tres capitales vascas. Ahora me acuerdo de Murcia.

Aún tenemos que rememorar lo que el PNV logró en 2017. Reclamaba 1600 millones de euros por el Cupo Vasco, se quedaron en 1400 millones. ¡Qué pena! Eso sí, firmaron un cupo, para un lustro, de 956 millones de euros, 540 menos que en 2016. ¡Les tocó la lotería! Les recuerdo que el Cupo es la cantidad que el País Vasco tiene que pagar cada año al Estado por los servicios que este presta en su territorio por las competencias no transferidas.

Consiguieron, en 2017, una reducción de la tarifa eléctrica para sus grandes empresas y una inyección de 3380 millones de euros para la alta velocidad.

Cómo aún no era bastante el Partido Popular se abstuvo en Euskadi para que el PNV aprobara sus presupuestos.

Ayer el PNV votó favorablemente los  presupuestos del Partido Popular devolviendo los favores recibidos, los que van a recibir y los que recibirán más adelante. Ese apoyo se traduce en 540 millones de euros más para Euskadi,  e insisten en impulsar el tren de alta velocidad y otras infraestructuras estratégicas además de lograr “una tarifa eléctrica justa para las industrias vascas” y fomentar “numerosas iniciativas en los ámbitos de I+D+i, la cultura y el medio ambiente”.

Tanto del tren de alta velocidad como del precio de las tarifas eléctricas para la industria sabemos mucho en Asturias.

Todo va cuadrando. Ven, así se explica, entre otras cosas, que Euskadi sea una de las zonas más ricas de España. Tienen un trato privilegiado, por razones estrictamente políticas, que es claramente perjudicial para el resto.

El Partido Popular traga con todo con tal de mantenerse en el poder. El PNV se aprovechó del PSOE, ahora del PP. No son mejores que los demás, sencillamente exprimen a los gobiernos estatales cuando se encuentran en minoría.

Miren, no me jodan – no pido perdón – en Asturias tardamos más de veinte años en tener una autovía que nos comunicase con Galicia y Santander. No tenemos tren de alta velocidad. Las comunicaciones con la meseta tardaron años y paños en finalizarse y solo hay que ver el estado de la autovía entre León y Benavente que nos comunica con Madrid. Solo tienen que ojear los periódicos asturianos para toparse con las protestas empresariales por el precio de las tarifas eléctricas. El aeropuerto de Asturias tiene los precios más altos de España en sus comunicaciones con Madrid -los vuelos han sobrepasado los seiscientos (600) euros en muchas ocasiones-. Hablar del puerto de El Musel es para echarse a llorar. De los problemas producto del envejecimiento y la despoblación en Asturias ni mentarlos. ¿Quieren que siga?

No me toquen los cojones – no pido perdón – que no me venga la derecha nacionalista vasca y catalana quejándose y llorando de lo injustos que somos con ellos. No me venga el Partido Popular a vender la moto y el PSOE está mejor calladín.

Estoy harto del trato que recibimos en Asturias, pueden preguntar también en Extremadura y otras comunidades. Un viaje por nuestra España y nos daremos de bruces con la discriminación.

Ah, y no me toquen las narices con los subsidios, las pensiones, prejubilaciones o similares. No me entren en la guerra de agravios. Repito, dense una vuelta por España.

No me fastidien y dejen de hablar de solidaridad, equidad o redistribución.

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