La Justicia es algo muy serio

Comentario para el programa Cangas del Narcea en la Onda, de Onda Cero Radio (07/02/2012)

La ley, y me atrevo a decir que la justicia, no es un cachondeo, es algo muy serio. En estos últimos días hemos hablado hasta la saciedad de la sentencia emitida por el jurado en el juicio contra Camps y Costa. El veredicto, de todos sabido, cinco votos a favor de la inocencia, cuatro de culpabilidad. Nos podrá gustar o no, podremos dar argumentos a favor o en contra, pero un jurado ha dictaminado y eso es la Democracia.

Miren, a mí me ha sentado como una patada, pero la acato como demócrata. La Ley, incluso la idea de Justicia (vuelvo a repetir), tiene que estar por encima de los deseos, de las opiniones personales. En este caso nueve ciudadanos han decidido ¿ustedes creen que hay algo más democrático? Fueron esos nueve quienes ejercieron la representación de todos los ciudadanos de este país y han dictado su parecer. Como todo en la vida unos están a favor otros estamos en contra. Eso es la Democracia. La uniformidad, el pensamiento único es cosa de regímenes totalitarios o dictaduras. La sentencia se podrá recurrir.

Aunque hayan sido absueltos, para mí Camps y Costa son culpables políticos de muchas cosas. Solo con escuchar las grabaciones que les hicieron, todos nos dimos cuenta de que tipo de personajes son. Costa implorando un puesto de consejero, con esa voz de niño cursi y repelente. Camps con aquello de amiguito del alma resultó obsceno y lascivo. Siempre con esa sonrisa que resulta falsa a la legua. Camps además es culpable de ser un maleducado. Su comportamiento en el juicio fue el de un crío protestón y malcriado. Pero sobre todo, para mí, no son inocentes por que ambos estuvieron a punto de firmar su culpabilidad y así lo comunicaron sus abogados, lo que pasa que al final Costa no se fió de Camps. ¡Anda que menudos no deben ser cuando no se fían el uno del otro!

Lo dicho, la Justicia democrática ha hablado, pero muchos pensamos que son indignos de seguir en la vida pública.

Otro caso que nos trae a mal traer son los juicios del juez Baltarsar Garzón. A lo largo de los años este juez se ha granjeado muchos enemigos, también amigos. No hay medias tintas con él. Su paso por la política y vuelta a la magistratura causó inquietud y muchas críticas.

Garzón no ha sido un magistrado discreto. Le gustan los focos  pero eso no significa que no haya realizado su trabajo. En el acoso judicial a narcotraficantes, dictadores y etarras ha sido un adalid. Tampoco los corruptos han salido muy bien parados con él. Bueno, pues todo ello ha provocado una conjunción de estrellas que le ha puesto en el banquillo de los acusados. Curiosamente algunos de los personajes que tras sus investigaciones están imputados todavía no se han sentado en ningún banquillo.

Tengo que decirles que este caso duele más ya que un sindicato fascista, y eso de sindicato es mucho decir, es el que  interpuso la demanda contra Garzón. Duele y atormenta, pero hasta esa gente tiene derechos en una Democracia, aún oyendo a familiares de personas asesinadas.

Todo está dentro de la Ley pero somos muchos los que tenemos la idea de que esto es una caza en toda regla.

Otra de las curiosidades de la Justicia en esta Democracia nuestra es que ahora quieren que sean los propios jueces quienes elijan a los altos magistrados de este país. Miren, yo no creo ni les pido a los jueces que no tengan ideología, es imposible, lo que les exijo es que apliquen la Ley lo mejor que puedan y con brevedad. Eso de nosotros nos lo guisamos y comemos no me gusta. Ahora son los políticos quienes los nombran y me parece bien. En caso de que no lo hagan adecuadamente puedo reclamar a mis representantes, elegidos en unas urnas democráticamente. Si los eligen entre los jueces ¿a quien reclamo nada?

Lo dicho, la justicia no es un cachondeo, aunque en ocasiones lo parezca y nos duela.

La Justicia es algo muy serio por M. Santiago Pérez Fernández se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.