Realismo político. De este modo
hay quien define lo sucedido en el 38 Congreso del PSOE. La elección de
Rubalcaba la explican, grosso modo,
en base a que este tiene más experiencia que Chacón y que no supone un nuevo
experimento fallido -esto último refiriéndose a Zapatero- Curiosamente no se
acuerdan de que ambos fueron ministros de José Luís Rodríguez Zapatero. ¡Qué
rápido olvidan las cosas! Ahora todo dios a darle estopa a Zapatero cuando
antes callaban. Allá ellos y su coherencia.
Otros han alabado la democracia
interna de este congreso. Bueno, pues sí. Los delegados allí presentes
eligieron al secretario general con voto individual y secreto. En este sentido
hay quien afirma que a Sevilla llegó todo preparado. Los secretarios generales
de las diversas federaciones se manifestaron a favor de uno u la otra; los
secretarios de las agrupaciones locales más de lo mismo. Cuando los afiliados
llegaron a las asambleas todo estaba bastante trillado. Eso teniendo en cuenta
que los candidatos ya venían dados: Rubalcaba o Chacón. Poco margen para
renovaciones profundas.
Otra cuestión a tener en cuenta
es que se ha instaurado en el PSOE el hábito de que los cargos orgánicos y los
institucionales tienen que ser ocupados por las mismas personas. Conclusión:
control férreo y el que se mueva…
No digo yo que el nuevo
Secretario General no sea una persona cualificada y fiel al PSOE, lo es y lo ha
demostrado. Otra cosa es que sea el idóneo para la renovación que el partido
socialista necesita. Puede estar bien visto internamente, y lo está por todos,
pero ¿los ciudadanos piensan los mismo? o dicho en plata ¿los votantes creen que
Rubalcaba será el revulsivo necesario? La duda es enorme. La incertidumbre no
sería menos con Chacón, todo lo contrario. Hay que reconocer que el catalanismo de Carme Chacón intimidó a
más de uno, incluida la vieja guardia.
Los resultados electorales no han
influido, aparentemente, en nada. A nadie, empezando por el propio Alfredo
Pérez Rubalcaba y continuando por varios secretarios regionales, se le ha
pedido explicaciones de la debacle electoral. Tocaba cerrar filas lo más
rápidamente posible y sustituir al denostado Zapatero. El debate de las ideas
ya llegará más adelante.
¿Era necesario hacerlo así?
Dudas, muchas dudas. Es cierto que Zapatero estaba quemado y su permanencia al frente del PSOE era perjudicial.
Mantenerle como Secretario General era lastrar aún más al Partido Socialista.
Los cuadros orgánicos y los cargos públicos socialistas deciden acelerar el
proceso de cambio. No se puede dejar cocer más la situación. Las bases están
cada vez más descontentas y eso puede suponer, entre otras cosas, que exijan
cambios no solo en la actuación política, sino también de personas, y eso ya es
mucho pedir.
Ahora toca cerrar filas, dejar
que el tiempo vaya asentando las cosas. Las primeras encuestas, con todas las
reservas, se van a desarrollar en Asturias y Andalucía.
Unos dicen que el 38 Congreso
Socialista se ha cerrado en falso, veremos. Cataluña, pero sobre todo Madrid y
Andalucía, van a dar la medida de cómo han quedado de restañadas las posibles
heridas.
El tiempo también nos dirá sí
Rubalcaba aspira a más o serán otros los que compitan por la Presidencia del
Gobierno –ahí está Patxi López.
Todo conjeturas, incertidumbres y
esperamos, sobre todo, que sean capaces de inspirarnos confianza y pasión. Lo
dicho, la primera prueba de fuego serán las elecciones asturianas y andaluzas.
Sus listas electorales serán un buen indicador de por donde van a ir los tiros.
Si esto sale muy mal…
Realismo político por M. Santiago Pérez Fernández se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.
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