Yo tuve una como esta.
El
miércoles 23 de julio de 2014 la Asamblea Extraordinaria de Cajastur aprobó la
transformación de nuestra caja en
Fundación Bancaria. Con esta medida se dio el último paso en la
privatización de la Caja de Ahorros de
Asturias.
El
finiquito pone fin a 68 años de historia.
La
Caja de Ahorros de Asturias se creó en 1946 con la fusión del Monte de Piedad y
Caja de Ahorros de Oviedo – constituido en 1880 – y la Caja de Ahorros y Monte de
Piedad Municipal de Gijón – fundado en 1939 y cuyo origen se remontaba a 1929.
La
Asamblea General estaba formada por 300 consejeros que actuaban en
representación de los impositores (40 % de representación), corporaciones
municipales (27 %), empleados de la entidad (10 %), Ayuntamiento de Gijón
(11,5%), Junta General del Principado de Asturias (11,5%).
El
presidente en los últimos años ha sido Manuel Menéndez y el Director General,
Felipe Fernández Fernández.
Manuel Menéndez fue presidente de Cajastur desde 1995. En 2001 fue nombrado presidente
de Hidroeléctrica del Cantábrico, donde tuvo que pelear por su control.
Felipe
Fernández desempeñó diversos cargos políticos en Asturias: dirección general de
Economía, consejero de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Vivienda,
consejero de Agricultura. En 1993 se incorporó a HC. En la hidroeléctrica se
convirtió en director general de Finanzas y Administración. En 2003 Menéndez lo
nombró director general de Cajastur.
La
intención privatizadora no es algo que nos pille por sorpresa. Se fue gestando
poco a poco con la aquiescencia de todos. La Asamblea General aceptó por interés,
los ciudadanos simplemente nos callamos.
Hace
ya mucho tiempo que el originario ideario de estas cajas de ahorros se nos
olvidó. Nacieron como instituciones de crédito sin ánimo de lucro, con
finalidad social y con un ámbito territorial muy definido.
Pero
eso son cosas del pasado y hoy serían un anacronismo. ¿Cómo se va a mantener
una entidad bancaria sin ánimo de lucro? Eso está fuera de los cánones
económicos.
Es
cierto que las más que injerencias políticas fueron un problema, pero se podría
haber solventado esa cuestión y haber mantenido esos pequeños bancos.
Podrían
haber cumplido una función muy importante para los ciudadanos y los pequeños y
medianos empresarios. Pero no, fue mejor, por mor de la economía y los aires de
grandeza de sus dirigentes, el ponerse a competir con la banca privada. Venga a
abrir sucursales, ampliar territorio… y no hablemos de los compadreos
cajas-políticos-constructores. Así nos fue.
Por
cierto, a mi me gustaría saber los créditos que Cajastur ha concedido a
nuestros representantes políticos, sobre todos a los que han estado en la
Asamblea General, también a los de la Junta. Su importe y el interés al que se
les concedió. ¿A ustedes no?
La
historia reciente ya nos la sabemos.
La
crisis financiera de 2008, y la subsiguiente crisis económica, fue el argumento
que les vino de perilla para rematar el proceso de concentración del sector y
la posterior bancarización. Cajastur no desaprovechó la ocasión.
Desde
el miércoles 23 de julio de 2014, de forma definitiva y sin retorno - ¿o vamos
a nacionalizar Liberbank? – los asturianos nos hemos quedado sin nuestra caja de ahorros.
Una
vez más han expoliado lo de todos en beneficio de unos pocos.
Finiquito a la Caja de Ahorros de Asturias by M. Santiago Pérez Fernández is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.
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