“Por sus frutos los conoceréis”
(Mateo 7:15-20). Los creyentes católicos creo que no tendrán ninguna objeción
en dar por buena esta frase. Incluso el PP y Vox estarán de acuerdo. A los de
Ciudadanos, por mucho que lo nieguen, no les quedará otro remedio que
admitirlo.
Los frutos empiezan a brotar y
PP, Ciudadanos y Vox van de mano. Eso sí, Ciudadanos intenta crear otra
realidad que solo se queda en palabrería. Mienten.
Vox es un partido de extrema
derecha. Sus argumentos son de extrema derecha, sus actitudes son de extrema
derecha, sus ineptitudes son de extrema derecha. El PP de Pablo Casado está
negociando con la extrema derecha. Ciudadanos con el permiso de Alberto Carlos
Rivera Díaz, alias Albert Rivera, está negociando con la extrema derecha.
Si dicen otra cosa, mienten.
Ciudadanos y PP están intentando
lavarle a la cara a un partido de ultraderecha. El PP de Casado se ha quitado
la careta y negocia a cara descubierta. El Ciudadanos de Albert Rivera se
avergüenza e intenta poner paños calientes. Da igual, Ciudadanos va de la mano
de PP que va de la mano de Vox. Todos juntitos.
Los primeros acuerdos demuestran
de forma irrefutable esta realidad.
Son tres partidos perdedores. El PP
se llevó un batacazo monumental. Fue patético escuchar a Pablo Casado explicar
esa debacle. Ciudadanos no logró sobrepasar al PP, por lo que puede
considerarse otro perdedor. Vimos la carita que se les quedó y no era la de
unos triunfadores. Vox pensaba que se iba a comer el mundo y el mordisco, aún
siendo grande, no les llenó la boca. Tampoco estaban muy alegres. Según sus
expectativas son otros perdedores.
Que conste que hubo más fracasos,
e incluso los ganadores no es para que tiren voladores.
Ciudadanos se olvidó de la
corrupción del PP y ahora es su preferido. ¿Se dicen liberales y pactan con la
extrema derecha? Vayan y explíquenlo en el resto de Europa a sus semejantes.
Tal vez Rivera esté volviendo a sus orígenes políticos, en el PP y a sus
contactos con Libertas.
Ciudadanos con tanto cambio se
lían ellos mismos. Tienen una boca tan agradecida que se tragan sus propias
promesas sin empujar con un vaso de agua. Les valen hasta las sobras. Alberto
Carlos Rivera Díaz tiene que atrapar poder como sea y a costa de lo que sea: su
cabeza anda cerca de la picota.
Aunque todavía no se enteraron
estos pactos con los ultraderechistas les van a pasar una factura enorme.
Tengan paciencia, ya se enterarán.
Lo del PP es menos raro, Vox
salió de sus entrañas. Pablo Casado piensa que el centro está en su ombligo. No
dice una verdad ni por equivocación. Su prepotencia, su falta de rigor y
conocimientos me producen escalofríos. Todo él es pura mentira. Pillar cacho le
resulta imprescindible para su supervivencia.
Esto es lo que tenemos en nuestra
derecha política - los nacionalistas hoy no cuentan - : dos partidos de derechas y uno de extrema derecha. El mensaje
de que los tres son de derechas va calando, incluso en los medios de
comunicación. Por favor, llamen a las cosas por su nombre y repitan en voz
alta: Vox es de extrema derecha, Vox es de extrema derecha… PP y Ciudadanos,
Ciudadanos y PP están pactando con la extrema derecha…
Quienes lo nieguen tomen asiento ya que "por sus frutos los conoceréis".
Quienes lo nieguen tomen asiento ya que "por sus frutos los conoceréis".
Dos derechas y una extrema derecha by Santiago Pérez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.
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