Publicado en La Nueva España el 24 de enero de 2014
Estoy… ¿nervioso? No. Impaciente,
ansioso. Mis manos trasmiten a todo mi cuerpo un sinfín de emociones con el
contacto. Con premura le doy la vuelta. Ya sé que a muchos no les gusta empezar
por ahí. A mí, tras el primer roce, frente a frente, me gusta pasar a la parte
de atrás. No, no le quita ni un ápice de emoción. Lo bueno está en el medio.
Al principio el temor al
desencanto me embarga. No sé lo que voy a encontrarme y, sin embargo, quiero
probar.
No puedo apartar mis ojos. No
quiero dejar de mirar. Me subyuga.
Según transcurre el tiempo mi
alteración va en aumento. Quiero más. Estoy deseando llegar al final. ¡No, no! ¡Que
dure, por favor! ¡No quiero que se acabe!
Parezco nuevo en esto. No es la
primera vez, no será la última.
En ocasiones me siento como debe
sentirse un traidor. Mentira. No me siento así. Disfruto cada una de las veces.
Me gusta. Gozo. No creo que engañe a nadie. Lo necesito. No me basta con uno.
Necesito cambiar. Quiero probar todo lo que esté al alcance de mi mano.
¡Me importa un rábano lo que
piensen los demás!
¡Acabé! Tras unos momentos casi
angustiosos, llegué al final. Mi cuerpo se relaja. Mi cerebro comienza a
procesar todos los estímulos recibidos. Ahora comienza otra historia.
No tengo remedio. Empiezo a
pensar…Quiero más. Lo acabado, acabado está. Quiero ser promiscuo. ¿Con solera?
¿Novedad? Me da igual. Solo quiero que me emocione. Mi cuerpo quiere conmoverse
de pasión.
Allá voy. Me dirijo al encuentro
de mi placer solitario. Llevo la cabeza bien alta. No me da vergüenza.
Entro en la biblioteca pública. Voy
a buscar otro libro.
Estamos en 2014 y el presupuesto de
Asturias ha sido prorrogado. No hay dinero para inversiones. La red de
Bibliotecas Públicas Asturianas no contará con un solo céntimo de presupuesto autonómico.
No tendremos novedades en nuestras Bibliotecas Públicas.
¿Habrá inversiones municipales?
Me parece a mí que no. Los ayuntamientos con hacerse cargo del gasto corriente
van sobrados. En todo caso, algunas migajas. Se escudan en gastos de personal,
calefacción, luz, etc. No se preocupen que no se les ocurrirá gastar menos en
orquestas.
A partir de ahora todo el mundo
va a pedir al gobierno regional presupuesto para esto, para lo otro y lo de más
allá –seguro que con toda la razón- pues yo lo pido para las Bibliotecas
Públicas Asturianas.
Para que quede constancia,
solicito a todos los grupos políticos de la Junta General del Principado de
Asturias que acuerden destinar unos euros para las bibliotecas públicas. Ah, y
ya puestos, que sean un poco más generosos, que con doscientos mil euros para
toda la red no da para muchas alegrías.
Por favor, déjennos estos placeres
solitarios, que la cosa está muy achuchada.
Placer solitario by M. Santiago Pérez Fernández is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminar