Cuando compro un libro me genero buenas
expectativas. En ocasiones hago caso a una recomendación o sencillamente me
guío por la reseña publicitaria tras leer unos párrafos al tuntún. No siempre
me sale bien y me llevo una decepción o no cubre mis aspiraciones, lo cual no
quiere decir más que se trata de una opinión de un lector, la mía.
Leí Ropa tendida de Óscar García
Sierra y no se aproximó a lo que yo esperaba. Desde luego la culpa es mía. Los
libros hay que leerlos sin apriorismos, que luego pasa lo que pasa. Lo compré
sin conocer al autor, lo cual no quiere decir nada, desconozco a grandes
escritores, ya que según la sinopsis trata de las vicisitudes de unas personas
en una comarca en la que ha desaparecido una central térmica, en La Robla
(León). La identificación entre La Robla y Tineo (Asturias) en eso del cierre y
derribo de una térmica nos une.
El cierre de las térmicas ha sido un mazazo
para las comarcas en las que se asentaban, zonas mineras en un entorno rural y
graves problemas de despoblación y empleo. Es cierto que en Ropa tendida
la presencia, o mejor dicho, la ausencia de la térmica tras su derribo está
presente a lo largo de la novela, pero lo hace como un fantasma. Está ahí pero
apenas se vislumbra. Las repercusiones no solo económicas si no personales en
el sentido más estricto de sentimiento de pérdida para los trabajadores y los
ciudadanos está ausente o es tan sutil que no lo supe apreciar.
Desde luego es problema mío, no del autor. Yo
pensé que iba a tener más trascendencia ese aspecto y no fue así, lo dicho, no
se pueden imaginar nada sobre el contenido de un libro. Culpa mía.
La trama se centra inicialmente en Isidorín,
prejubilado de la mina, que se dedica a organizar carreras ciclistas y aprender
ruso, esto último es mucho decir. Su mujer, Milagros, que… no hago espóiler. Xairu, hijo de Isidorín y Milagros, es el
personaje principal junto con Juli, mujer con la que sale. Xairu es drogadicto
y aspira a ser alcalde por un partido de extrema derecha. Juli trabaja con su
Milagros en una residencia de ancianos y tiene un hijo. Hasta aquí el tráiler.
Óscar García nos empieza dando pinceladas de
la vida de Isidorín para saltar a continuación a Milagros. Nos narra una
conversación telefónica entre la pareja en la que en primer lugar el lector ve
las reacciones del marido, más adelante el autor repite esa conversación,
literalmente, pero en este caso nos ofrece la reacción de Milagros.
Sinceramente no me aportó nada. El autor da una pincelada brevísima y el
experimento, no es nuevo por cierto, conduce a que el lector lea lo mismo dos
veces, no da más de si.
Estos dos personajes desaparecen de la
escena. El padre no vuelve y la madre lo hace de forma muy esporádica.
Óscar García Sierra realiza unas
descripciones que demuestran que conoce el territorio, pero que no me aportaron
nada. Prolijas explicaciones que no crean ninguna atmósfera de abandono o
apatía. Hay una referencia repetida al polvo que impregna el territorio tras el
derribo de la térmica que para mí no es suficiente.
Ese exceso de información se reitera en la
descripción de todo lo que rodea a Xairu. El autor nos enseña las rutas que el
protagonista sigue por los bares y calles de León en su búsqueda de perico o
para tomarse unas copas. Perico es como se llamaba, ya en los ochenta del siglo
pasado, a la cocaína, ahora no sé. Con esas explicaciones no remata la
sicología del personaje, de la que da alguna pincelada.
Lo mismo sucede con Julia, la otra
protagonista. Julia se topa con hombres que la utilizan dejándola tirada cuando
les apetece. En el caso de Xairu deja muy claro que ve los peligros de su
relación con él y a pesar de ello sigue adelante.
La vida de ambos es un drama. El autor nos
narra los motivos, en demasía, pero me resultaron un exceso que literariamente
no me aportó nada. No hay sutilezas, repito, tanta descripción me resultó
abusiva.
Óscar García trunca las historias me imagino
que con el fin de que los lectores hagan cada uno su final. Nada nuevo, y sin
embargo no me hizo pensar más allá, todo lo contrario, cortó las historias de
forma abrupta y se acabó.
A pesar de que la trama se va complicando y
tras una situación más o menos dramática llega otra y otra, pues a pesar de
ello me saturé.
Creo que le sobraba mucho y necesitaba
matices y colores que no tiene.
Como siempre, es mi opinión. Escribir es
difícil, complejo, es más fácil ser lector y luego opinar, pero no debemos
olvidar que las opiniones son personales y cada uno para tenerla debe leer los
libros.
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