Las últimas encuestas no se lo ponen fácil al
PP y por ello tiene que organizar actos que los pongan en el centro de las
noticias. Así, el pasado 28 de septiembre, Feijóo se reunió en Murcia con los
presidentes autonómicos y otros representantes de su partido. De ese encuentro
salió la que han denominado Declaración de la Región de Murcia.
Pues nada, ni corto ni perezoso me la leí.
Les cuento.
Como es normal en ellos, una gran parte del
tiempo se la pasan criticando al Gobierno de Sánchez. Desde el primer párrafo
hablan de la «situación de anomalía política y democrática». Este mensaje lo
han trasladado desde el momento en que Pedro Sánchez empezó a gobernar. No hay
que ser especialmente inteligente para comprobar que no esgrimen argumentos
legales, manifiestan sus opiniones de malas maneras. Una cosa es que no les
guste lo que hace el Gobierno y otra muy diferente es que no sean decisiones
democráticas, por muy discutibles que les parezcan. ¿Qué dirían, si se
atrevieran, de las de Trump?
Hablan de debilidad del Gobierno por no tener
una mayoría en el Parlamento y por no haber aprobado el Presupuesto. Pues
miren, ambas cuestiones no es la primera vez que suceden. No hay más que
recordarles que Ayuso y Almeida se vieron en ese situación.
No se olvidan, los del PP, de los pactos con
los separatistas y eso significa, según ellos, «una deriva autoritaria que está
desembocando en la anulación de las Cortes Generales...». Los demás tampoco nos
olvidamos cuando Aznar hablaba catalán en la intimidad.
Todo son retos pendientes y la corrupción
rodea al Gobierno y, como no, al presidente del ejecutivo. Estar rodeado era lo
de Aznar con casi todos sus ministros involucrados en casos de corrupción y más
de uno pasó por la cárcel.
Condenan la deriva autoritaria del Gobierno
contra las instituciones que informan, investigan y enjuician su corrupción.
Resulta curioso que digan esto cuando hace pocos días el PP, junto a Vox y
Junts votaron en contra de una ley para crear una oficina anticorrupción.
Los dislates son continuos. No se cortan a la
hora de afirmar o, como ellos dicen, de advertir «del total sometimiento del
Congreso de los Diputados a los intereses del Ejecutivo» Un momento, pero si un
poco más arriba habían dicho que el Gobierno no tenía «una mayoría
parlamentaria sólida y con la legislatura menos productiva». Vaya y, sin
embargo, ahora nos sueltan esto. ¿Cómo lo hará el Gobierno? O son muy buenos o
muy malos los del PP.
Continúan hablando de obstruccionismo del
Congreso al Senado, ¡manda narices!
«Es alarmante la falta de neutralidad de
instituciones que son propiedad de todos los españoles». Así, y lo dicen a cara
de perro. En este momento, sin entrar en manipulaciones del PP… bueno, ¡qué
leches! les recuerdo algunas: 11M, Yak 42, Prestige, residencias de ancianos de
Madrid, Tamayazo, rescate a la banca, metro de Valencia, accidente Alvia en
Galicia, dana en Valencia… saben que hay muchos más. Por cierto, ¿cómo llamamos
a los apaños del exministro Montoro? Tienen una cara muy dura.
En eso de dividir al país saben mucho.
Cualquier ciudadano medianamente informado, no digo imparcial, sabe que quien
divide son ellos, el PP y Vox, con sus mentiras, bulos, insultos y malas
maneras. No, Óscar Puente no insulta, como tampoco lo hace Félix Bolaños, por
citar a dos ministros a los que odian por decirles las verdades que tanto les
molestan, pero que nunca rebaten por ser verdades.
Denuncian el trato arbitrario del Gobierno
central a las Comunidades Autónomas y qué mejor que la Ley de Amnistía para
demostrarlo – es una ironía-. ¿Quién fue el detonante de lo sucedido en
Cataluña en 2017? La respuesta es fácil, el indolente de M. Rajoy. Ah, perdón,
que todavía no sabemos quien es M. Rajoy. El segundo gran argumento del
maltrato es, como no, el reparto de menores no acompañados y en tercer lugar el
cupo separatista. Sobre este último ¿podrían explicar los motivos por los que
el gran Aznar no acabó con el Cupo Vasco y el Convenio Económico Navarro?
¿Están dispuestos a derogarlos si llegan a gobernar? No se sabe, no contestan.
Se comprometen «a garantizar el buen uso de
los recursos públicos que los españoles aportan a través de sus impuestos».
Este punto, el número doce, es de risa, mejor dicho de pena y dolor. Se atreven
a hablar de buen uso de los recursos públicos cuando solo tenemos que
referirnos a las privatizaciones de Aznar, los regalos a la banca o los de
Montoro a las grandes empresas, eso sí, tras previo pagos que fueron a parar al
bolso del exministro. También podríamos recordar algún que otro detalle como el
uso de El Escorial para la boda de la hija del grandisoso Aznar. Sin olvidar la
gestión de la señora de Aznar, la señora Botella, con las viviendas públicas en
Madrid.
¡Menudo morro!
En ese mismo punto, el doce, se atreven a
decir que ampliarán las plantillas de médicos y el conjunto de los
profesionales sanitarios. Así, con un par. ¿A qué esperan para decirles a sus
presidentes autonómicos, especialmente a Isabel Natividad Díaz Ayuso, que tomen
esas medidas. Venga, señor Feijóo, atrévase. ¡Acojonao! Aunque… un momento,
¿eso quiere decir que recentralizarán las sanidad, competencia exclusiva de las
autonomías? No sé que pensar, lo cual no es extraño ya que no aclaran nada.
Ofrecen recetas mágicas, pues de tal se
trata, o me quieren explicar que es eso de «una alternativa que mejore la
competitividad y la atracción de inversiones» Bueno, tal vez no sean mágicas,
pero si son cuestión de fe. Al mismo tiempo nos cuentan los resultados de esas
recetas: «que las empresas y autónomos puedan subir sueldos, bajar impuestos y
devolver la prosperidad a las rentas medias». Como cuento ya está muy
escuchado.
Imaginen por un momento a Feijóo, al PP,
gobernando durante la pandemia, el volcán de Palma, la dana de Valencia - ya
sabemos como actuaron -, los incendios, la guerra en Ucrania o el genocidio en
Israel. De verdad ¿se lo imaginan y no se les hiela la sangre? Ya vimos las
respuestas del PP y M. Rajoy a las crisis.
En el anexo el primer apartado es el de
igualdad. Se centran en un problema puntual, el fallo en los dispositivos
telemáticos de control de agresores. Es, sin duda, una cuestión muy seria, en
este caso, no lo dicen ellos lo digo yo, la ministra fue muy corta al no salir
inmediatamente a dar explicaciones y las que dio, tarde y mal, fueron un
desastre. De todas formas, ya sabemos que opinan las asociaciones y
organizaciones feministas sobre el papel del PP ante temas de igualdad.
El segundo apartado del anexo es la
inmigración. Resulta curioso ver como para el PP las soluciones son fáciles,
tienen las respuestas. Ninguna es nueva y muchas ya se están en vigor y las que
no se aplican en España lo hacen en otros países y, a la vista de los
resultados, no solucionan el «problema». Hablan de establecer un visado por
puntos, pero ¿con qué criterios? ¿Quién determinará ese baremo? ¿Existe alguno
imparcial? ¿No es inconstitucional? La verdad es que la letra es mala y el
sonido peor. Es Vox redivivo.
Tienen los santos… de afirmar que el
ejecutivo «niega a los españoles la capacidad de decidir quien entra en nuestro
país y en qué condiciones». ¡Hay que tenerlos bien plantados! Las leyes las
hacen nuestro representantes en el Parlamento, por mucho que les joda a algunos
jueces, por lo tanto que el PP haga propuestas en el Congreso y ya se verá lo
que pasa. ¡Son unos demagogos!
Según el PP de Feijóo «falta una política
migratoria eficaz», vale, pues díganos claramente cual lo sería.
Hablan de «integración efectiva», pero como
va ser posible si las extremas derechas españolas -sí, ustedes como tal se
comportan – están denostando y criminalizando a los inmigrantes. Eso sí, «el
Partido Popular defiende una visión liberal y europea de la inmigración». Yo me
pregunto ¿se refieren a la de Meloni? ¿a la de Orbán?
Quieren recuperar el control de las fronteras
-igual que Vox – para ganar credibilidad. ¿Para ganar credibilidad? ¡Venga ya,
no digan sandeces! ¿Eso quiere decir que van a abolir el Espacio Schengen? ¿Se
les olvida que estamos integrados dentro de la Unión Europea? ¿Harán un Brexit
a la española?
Señores del PP, estas cosas son las mismas
que dicen desde Vox, aunque eso sí, lo hacen mucho más a lo bruto, menos cuando
es Tellado el que lo suelta, entonces no se diferencian. Vox ya les reprochó
que son unos copiones.
Hablan de gastos de los inmigrantes, la
Seguridad Social, salario mínimo… lo hacen sin explicar nada. No es cierto que
cualquier emigrante que llegue a las costas españolas en un cayuco tiene una
ayuda económica.
Por otro lado, señor Feijóo y comandita, los
inmigrantes en España aportan alrededor del 10 % de los ingresos de la
Seguridad Social y suponen un gasto del 1%. Claro, ustedes negarán, al igual
que Vox, la veracidad de estos datos.
Reconocen un vínculo especial con
Hispanoamérica, nadie lo niega, pero ellos lo dicen con trampa, para
diferenciarlos de aquellos que no proceden de esos países, léase «moros» o
africanos en general. Un pequeño detalle ¿acaso la vinculación de España con
Marruecos no es especial? ¡Vamos, no sean borricos! Cuando vuelvan a gobernar,
los dioses no quieran que sea pronto, ya veremos como negocian con los alauí.
No voy a dedicar un segundo a hablar de los
menores no acompañados. Las extremas derechas son miserables y desalmadas.
Se emperran en hablar de tolerancia cero con
el delito cuando opinan sobre la inmigración. Desde ese momento están
estimagtizando, señalando, mancillando, infamando a quienes llegan buscan
mejores condiciones de vida que en sus países de origen. ¡Inhumanos!
En el tercer punto se refieren al transporte,
infraestructuras y energía.
Como pueden imaginar aprovechan las
circunstancias puntuales, o no tanto, de los retrasos, cancelaciones y demás
problemas en la red ferroviaria. La verdad es que tantos problemas no parecen
normales, son demasiados. Dicho esto, el transporte y su ministro, Óscar
Puente, son objeto de la saña del PP. Esos problemas ferroviarios, tan
recurrentes, repito, son objeto de su ira. Lo mismo hacen para tratar las
comunicaciones por carretera y como no, la reducción de vuelos en aeropuertos
periféricos como forma de extorsión por parte de Ryanair al Gobierno. Los
problemas y deficiencias están ahí, no se pueden negar, faltaría más, pero son
las formas que utiliza Feijóo y sus hooligans para hablar de ellos. No se puede
aspirar a gobernar el país desde la confrontación encabronada y chulesca. No
son formas y maneras en una democracia.
El PP mejorará los servicios, eso dicen, y
para ello hay que invertir más, pero lo que nunca explican es como recortando
impuestos se puede aumentar el gasto público. Oigan, no me recurran al manido
«gestionando mejor», que está claro que ustedes no lo hacen. Un recordatorio
más, que está en boca de todos en estos momentos, el peaje del Huerna en Asturias. Fue el
ministro Álvarez Cascos, ¿lo recuerdan?, ¡cómo para olvidarlo! quien amplió la
concesión hasta el 2050, ahora su rescate resultaría multimillonario. Gracias,
PP y Cascos.
No se olvidan, no les dejan, de las
infraestructuras eléctricas.
La defensa del sector primario, no puede
faltar, es su cuarto punto. Nada nuevo. Se les llena la boca hablando de su
compromiso y defensa del sector, pero a mi me saltan todas las alarmas cuando
ponen en primer término que el mundo rural y el litoral sean productivos y
competitivos y para ello realizarán inversiones para ganar en esa
competitividad. Vamos, ponen la economía por encima de todo. Mal, muy mal, lo
primero las personas. Sí, siempre hablo de empleo para las comarcas deprimidas,
pero siempre como un medio para lograr que las personas desarrollen su vida con
dignidad y no tengan que abandonar su tierra. La forma de expresarlo, el PP,
esconde el economicismo al que lo reducen todo.
Reclaman al Gobierno esfuerzos en la UE para
impedir las reformas que quiere hacer la Comisión Europea. El PP español no
hace otra cosa que criticar al Gobierno español con cuestiones nacionales en el
Europarlamento, propuestas ninguna, igual que en el Parlamento español.
Repite la cantinela de reducir los trámites
burocráticos y duplicidades. Pues vale, ¿lo hacen en las comunidades donde
gobiernan? ¿Hablamos de eliminar las Diputaciones?
El Gobierno asfixia fiscalmente al sector
primario, ¿entonces cómo se pagan las inmensas ayudas que reciben si se reducen
los impuestos? Ah, por favor, no me digan que incrementando el número de
empresas ya que así Hacienda obtendrá más ingresos. ¡Y una m.! Esos hipotéticos
incrementos van dirigidos a repartir beneficios e incrementar las cuentas de
los empresarios. En estos momentos la macroeconomía va disparada ¿repercute en
igual medida en los trabajadores? No sean mentirosos. Con escuchar a Garamendi,
presidente de la CEOE, que se opone siempre a subir el salario mínimo o reducir
la jornada laboral mientras el cobra 391 000 euros anuales ya nos hacemos una idea de la veracidad de sus
planteamientos. ¡Sinvergüenza!
Que hablen de planificación hídrica resulta
insultante. Ustedes, señoras y señores del PP, han permitido el aumento de las
hectáreas cultivadas en zonas deficitarias de agua, como es el caso de Murcia o
Andalucía. ¡No vengan con tonterías! Han posibilitado la explotación
sistemática de los recursos hídricos por intereses económicos, aunque eso
supusiera restricciones de agua para el consumo humano. Los más
carpetovetónicos recuerdan el plan de pantanos y embalses franquista, que no
fue algo diseñado por el dictador, ya existía. Da igual repetirlo, seguirán
afirmando que fue cosa de Franco.
Con los montes más de lo mismo. Reivindican
«que un monte productivo es un monte protegido». Lo dicho, anteponen lo
económico a cualquier otro factor, incluido el humano.
Reivindican, verbo que utilizan un montón,
que no hay mayores garantes de la sostenibilidad de la tierra y el mar que
quienes viven en ella. Me parece mucho decir. ¿Qué motiva el elevado número de
incendios en España? Ya sé que no son todos, ni mucho menos, provocados por
pirómanos, lo hacen incendiarios por causas económicas. ¿Los hay fortuitos?
Desde luego. La escasez de muchas especies marinas ¿a qué se debe? Claro, la
sobreexplotación no tiene nada que ver. La desaparición de las truchas en los
ríos es cosa de los cormoranes. La de los salmones… saben los dioses. Si
alguien llegó hasta aquí puede que piense en los daños de los lobos. Uf,
resulta cansino. Ah, por favor, no me digan que no lo sufro o que no sé de que
hablo y por eso digo esto.
La sociedad, en países desarrollados, se
centra en la maximización del beneficio, nunca hay suficiente, se necesita
crecer, crecer, crecer, aunque sea a costa de todo lo demás que se les ocurra.
Hace años los habitantes de las zonas rurales tenían en los bosques un apoyo
importante a la economía familiar, hoy no es así. Es cierto que hay comarcas en
las que la explotación industrial del bosque es la base de su economía, pero no
ocurre así en toda la península. En la actualidad, en Asturias por ejemplo, son
más importantes las hectáreas dedicadas a pasto que las ocupadas por montes.
Así de sencillo. En muchos lugares los montes son un impedimento para la
expansión de los pastos, al igual que especies salvajes, lobos, osos, jabalís,
cormoranes en los ríos, nutrias… Aquel mundo en que los seres humanos vivían de
su entorno natural hace mucho que no existe en nuestro entorno «desarrollado».
No nos engañemos.
Son dieciséis páginas que abordan cuestiones
que están en los medios de comunicación y el PP anda a remolque de los que
algunos de esos medios le imponen.
No digo yo que no esté bien, digo que no
tienen una visión de país. Digo que sus intereses son económicos y los
anteponen a todo y a todos. Digo que el Partido Popular no ha demostrado saber
gestionar los recursos públicos en beneficio de los ciudadanos. Digo que el
Partido Popular es el agente de las grandes empresas y fondos financieros que
tienen como objetivo la extracción del capital del Estado, que a todos nos
pertenece, para dárselo a entidades privadas. Digo que el máximo exponente de
sus políticas es la Comunidad de Madrid, y no es solo de ahora, con Isabel
Natividad Díaz Ayuso, IDA para los «amigos», se está llevando a sus últimas
consecuencias. Digo que el Partido Popular anda a rebufo de Vox y que no se
diferencian. Digo que el Partido Popular es promotor y divulgador de mentiras y
bulos. Digo que el Partido Popular genera la división entre los españoles con
odio, chulería y actitudes antidemocráticas. Y digo, para acabar, que Feijóo es
indigno de representarnos. No hace falta que pase por el gobierno como Aznar o
M. Rajoy para demostralo, con él ya lo sabemos.
Espero y deseo que los ciudadanos de este
país, a la hora de votar, piensen en un Gobierno presidido por Feijóo,
teledirigido por Aznar e IDA, ya saben Isabel Natividad Díaz Ayuso - manipulada
cual marioneta por MAR - y como vicepresidente a Abascal. Miedo me dan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario