1 oct 2025

El PP, sus dimes y diretes en la Declaración de Murcia

  

  Las últimas encuestas no se lo ponen fácil al PP y por ello tiene que organizar actos que los pongan en el centro de las noticias. Así, el pasado 28 de septiembre, Feijóo se reunió en Murcia con los presidentes autonómicos y otros representantes de su partido. De ese encuentro salió la que han denominado Declaración de la Región de Murcia.
  Pues nada, ni corto ni perezoso me la leí. Les cuento.
  Como es normal en ellos, una gran parte del tiempo se la pasan criticando al Gobierno de Sánchez. Desde el primer párrafo hablan de la «situación de anomalía política y democrática». Este mensaje lo han trasladado desde el momento en que Pedro Sánchez empezó a gobernar. No hay que ser especialmente inteligente para comprobar que no esgrimen argumentos legales, manifiestan sus opiniones de malas maneras. Una cosa es que no les guste lo que hace el Gobierno y otra muy diferente es que no sean decisiones democráticas, por muy discutibles que les parezcan. ¿Qué dirían, si se atrevieran, de las de Trump?
  Hablan de debilidad del Gobierno por no tener una mayoría en el Parlamento y por no haber aprobado el Presupuesto. Pues miren, ambas cuestiones no es la primera vez que suceden. No hay más que recordarles que Ayuso y Almeida se vieron en ese situación.
  No se olvidan, los del PP, de los pactos con los separatistas y eso significa, según ellos, «una deriva autoritaria que está desembocando en la anulación de las Cortes Generales...». Los demás tampoco nos olvidamos cuando Aznar hablaba catalán en la intimidad.
  Todo son retos pendientes y la corrupción rodea al Gobierno y, como no, al presidente del ejecutivo. Estar rodeado era lo de Aznar con casi todos sus ministros involucrados en casos de corrupción y más de uno pasó por la cárcel.
  Condenan la deriva autoritaria del Gobierno contra las instituciones que informan, investigan y enjuician su corrupción. Resulta curioso que digan esto cuando hace pocos días el PP, junto a Vox y Junts votaron en contra de una ley para crear una oficina anticorrupción.
  Los dislates son continuos. No se cortan a la hora de afirmar o, como ellos dicen, de advertir «del total sometimiento del Congreso de los Diputados a los intereses del Ejecutivo» Un momento, pero si un poco más arriba habían dicho que el Gobierno no tenía «una mayoría parlamentaria sólida y con la legislatura menos productiva». Vaya y, sin embargo, ahora nos sueltan esto. ¿Cómo lo hará el Gobierno? O son muy buenos o muy malos los del PP.
  Continúan hablando de obstruccionismo del Congreso al Senado, ¡manda narices!
  «Es alarmante la falta de neutralidad de instituciones que son propiedad de todos los españoles». Así, y lo dicen a cara de perro. En este momento, sin entrar en manipulaciones del PP… bueno, ¡qué leches! les recuerdo algunas: 11M, Yak 42, Prestige, residencias de ancianos de Madrid, Tamayazo, rescate a la banca, metro de Valencia, accidente Alvia en Galicia, dana en Valencia… saben que hay muchos más. Por cierto, ¿cómo llamamos a los apaños del exministro Montoro? Tienen una cara muy dura.
  En eso de dividir al país saben mucho. Cualquier ciudadano medianamente informado, no digo imparcial, sabe que quien divide son ellos, el PP y Vox, con sus mentiras, bulos, insultos y malas maneras. No, Óscar Puente no insulta, como tampoco lo hace Félix Bolaños, por citar a dos ministros a los que odian por decirles las verdades que tanto les molestan, pero que nunca rebaten por ser verdades.
  Denuncian el trato arbitrario del Gobierno central a las Comunidades Autónomas y qué mejor que la Ley de Amnistía para demostrarlo – es una ironía-. ¿Quién fue el detonante de lo sucedido en Cataluña en 2017? La respuesta es fácil, el indolente de M. Rajoy. Ah, perdón, que todavía no sabemos quien es M. Rajoy. El segundo gran argumento del maltrato es, como no, el reparto de menores no acompañados y en tercer lugar el cupo separatista. Sobre este último ¿podrían explicar los motivos por los que el gran Aznar no acabó con el Cupo Vasco y el Convenio Económico Navarro? ¿Están dispuestos a derogarlos si llegan a gobernar? No se sabe, no contestan.
  Se comprometen «a garantizar el buen uso de los recursos públicos que los españoles aportan a través de sus impuestos». Este punto, el número doce, es de risa, mejor dicho de pena y dolor. Se atreven a hablar de buen uso de los recursos públicos cuando solo tenemos que referirnos a las privatizaciones de Aznar, los regalos a la banca o los de Montoro a las grandes empresas, eso sí, tras previo pagos que fueron a parar al bolso del exministro. También podríamos recordar algún que otro detalle como el uso de El Escorial para la boda de la hija del grandisoso Aznar. Sin olvidar la gestión de la señora de Aznar, la señora Botella, con las viviendas públicas en Madrid.
  ¡Menudo morro!
  En ese mismo punto, el doce, se atreven a decir que ampliarán las plantillas de médicos y el conjunto de los profesionales sanitarios. Así, con un par. ¿A qué esperan para decirles a sus presidentes autonómicos, especialmente a Isabel Natividad Díaz Ayuso, que tomen esas medidas. Venga, señor Feijóo, atrévase. ¡Acojonao! Aunque… un momento, ¿eso quiere decir que recentralizarán las sanidad, competencia exclusiva de las autonomías? No sé que pensar, lo cual no es extraño ya que no aclaran nada.          
  Ofrecen recetas mágicas, pues de tal se trata, o me quieren explicar que es eso de «una alternativa que mejore la competitividad y la atracción de inversiones» Bueno, tal vez no sean mágicas, pero si son cuestión de fe. Al mismo tiempo nos cuentan los resultados de esas recetas: «que las empresas y autónomos puedan subir sueldos, bajar impuestos y devolver la prosperidad a las rentas medias». Como cuento ya está muy escuchado.
  Imaginen por un momento a Feijóo, al PP, gobernando durante la pandemia, el volcán de Palma, la dana de Valencia - ya sabemos como actuaron -, los incendios, la guerra en Ucrania o el genocidio en Israel. De verdad ¿se lo imaginan y no se les hiela la sangre? Ya vimos las respuestas del PP y M. Rajoy a las crisis.
  En el anexo el primer apartado es el de igualdad. Se centran en un problema puntual, el fallo en los dispositivos telemáticos de control de agresores. Es, sin duda, una cuestión muy seria, en este caso, no lo dicen ellos lo digo yo, la ministra fue muy corta al no salir inmediatamente a dar explicaciones y las que dio, tarde y mal, fueron un desastre. De todas formas, ya sabemos que opinan las asociaciones y organizaciones feministas sobre el papel del PP ante temas de igualdad.
  El segundo apartado del anexo es la inmigración. Resulta curioso ver como para el PP las soluciones son fáciles, tienen las respuestas. Ninguna es nueva y muchas ya se están en vigor y las que no se aplican en España lo hacen en otros países y, a la vista de los resultados, no solucionan el «problema». Hablan de establecer un visado por puntos, pero ¿con qué criterios? ¿Quién determinará ese baremo? ¿Existe alguno imparcial? ¿No es inconstitucional? La verdad es que la letra es mala y el sonido peor. Es Vox redivivo.
  Tienen los santos… de afirmar que el ejecutivo «niega a los españoles la capacidad de decidir quien entra en nuestro país y en qué condiciones». ¡Hay que tenerlos bien plantados! Las leyes las hacen nuestro representantes en el Parlamento, por mucho que les joda a algunos jueces, por lo tanto que el PP haga propuestas en el Congreso y ya se verá lo que pasa. ¡Son unos demagogos!
  Según el PP de Feijóo «falta una política migratoria eficaz», vale, pues díganos claramente cual lo sería.
 Hablan de «integración efectiva», pero como va ser posible si las extremas derechas españolas -sí, ustedes como tal se comportan – están denostando y criminalizando a los inmigrantes. Eso sí, «el Partido Popular defiende una visión liberal y europea de la inmigración». Yo me pregunto ¿se refieren a la de Meloni? ¿a la de Orbán?
  Quieren recuperar el control de las fronteras -igual que Vox – para ganar credibilidad. ¿Para ganar credibilidad? ¡Venga ya, no digan sandeces! ¿Eso quiere decir que van a abolir el Espacio Schengen? ¿Se les olvida que estamos integrados dentro de la Unión Europea? ¿Harán un Brexit a la española?
  Señores del PP, estas cosas son las mismas que dicen desde Vox, aunque eso sí, lo hacen mucho más a lo bruto, menos cuando es Tellado el que lo suelta, entonces no se diferencian. Vox ya les reprochó que son unos copiones.
  Hablan de gastos de los inmigrantes, la Seguridad Social, salario mínimo… lo hacen sin explicar nada. No es cierto que cualquier emigrante que llegue a las costas españolas en un cayuco tiene una ayuda económica.
  Por otro lado, señor Feijóo y comandita, los inmigrantes en España aportan alrededor del 10 % de los ingresos de la Seguridad Social y suponen un gasto del 1%. Claro, ustedes negarán, al igual que Vox, la veracidad de estos datos.
  Reconocen un vínculo especial con Hispanoamérica, nadie lo niega, pero ellos lo dicen con trampa, para diferenciarlos de aquellos que no proceden de esos países, léase «moros» o africanos en general. Un pequeño detalle ¿acaso la vinculación de España con Marruecos no es especial? ¡Vamos, no sean borricos! Cuando vuelvan a gobernar, los dioses no quieran que sea pronto, ya veremos como negocian con los alauí.
  No voy a dedicar un segundo a hablar de los menores no acompañados. Las extremas derechas son  miserables y desalmadas.
  Se emperran en hablar de tolerancia cero con el delito cuando opinan sobre la inmigración. Desde ese momento están estimagtizando, señalando, mancillando, infamando a quienes llegan buscan mejores condiciones de vida que en sus países de origen. ¡Inhumanos!
  En el tercer punto se refieren al transporte, infraestructuras y energía.
  Como pueden imaginar aprovechan las circunstancias puntuales, o no tanto, de los retrasos, cancelaciones y demás problemas en la red ferroviaria. La verdad es que tantos problemas no parecen normales, son demasiados. Dicho esto, el transporte y su ministro, Óscar Puente, son objeto de la saña del PP. Esos problemas ferroviarios, tan recurrentes, repito, son objeto de su ira. Lo mismo hacen para tratar las comunicaciones por carretera y como no, la reducción de vuelos en aeropuertos periféricos como forma de extorsión por parte de Ryanair al Gobierno. Los problemas y deficiencias están ahí, no se pueden negar, faltaría más, pero son las formas que utiliza Feijóo y sus hooligans para hablar de ellos. No se puede aspirar a gobernar el país desde la confrontación encabronada y chulesca. No son formas y maneras en una democracia.
  El PP mejorará los servicios, eso dicen, y para ello hay que invertir más, pero lo que nunca explican es como recortando impuestos se puede aumentar el gasto público. Oigan, no me recurran al manido «gestionando mejor», que está claro que ustedes no lo hacen. Un recordatorio más, que está en boca de todos en estos momentos,  el peaje del Huerna en Asturias. Fue el ministro Álvarez Cascos, ¿lo recuerdan?, ¡cómo para olvidarlo! quien amplió la concesión hasta el 2050, ahora su rescate resultaría multimillonario. Gracias, PP y Cascos.
  No se olvidan, no les dejan, de las infraestructuras eléctricas.
  La defensa del sector primario, no puede faltar, es su cuarto punto. Nada nuevo. Se les llena la boca hablando de su compromiso y defensa del sector, pero a mi me saltan todas las alarmas cuando ponen en primer término que el mundo rural y el litoral sean productivos y competitivos y para ello realizarán inversiones para ganar en esa competitividad. Vamos, ponen la economía por encima de todo. Mal, muy mal, lo primero las personas. Sí, siempre hablo de empleo para las comarcas deprimidas, pero siempre como un medio para lograr que las personas desarrollen su vida con dignidad y no tengan que abandonar su tierra. La forma de expresarlo, el PP, esconde el economicismo al que lo reducen todo.
  Reclaman al Gobierno esfuerzos en la UE para impedir las reformas que quiere hacer la Comisión Europea. El PP español no hace otra cosa que criticar al Gobierno español con cuestiones nacionales en el Europarlamento, propuestas ninguna, igual que en el Parlamento español.
  Repite la cantinela de reducir los trámites burocráticos y duplicidades. Pues vale, ¿lo hacen en las comunidades donde gobiernan? ¿Hablamos de eliminar las Diputaciones?
  El Gobierno asfixia fiscalmente al sector primario, ¿entonces cómo se pagan las inmensas ayudas que reciben si se reducen los impuestos? Ah, por favor, no me digan que incrementando el número de empresas ya que así Hacienda obtendrá más ingresos. ¡Y una m.! Esos hipotéticos incrementos van dirigidos a repartir beneficios e incrementar las cuentas de los empresarios. En estos momentos la macroeconomía va disparada ¿repercute en igual medida en los trabajadores? No sean mentirosos. Con escuchar a Garamendi, presidente de la CEOE, que se opone siempre a subir el salario mínimo o reducir la jornada laboral mientras el cobra 391 000 euros anuales ya nos  hacemos una idea de la veracidad de sus planteamientos. ¡Sinvergüenza!
  Que hablen de planificación hídrica resulta insultante. Ustedes, señoras y señores del PP, han permitido el aumento de las hectáreas cultivadas en zonas deficitarias de agua, como es el caso de Murcia o Andalucía. ¡No vengan con tonterías! Han posibilitado la explotación sistemática de los recursos hídricos por intereses económicos, aunque eso supusiera restricciones de agua para el consumo humano. Los más carpetovetónicos recuerdan el plan de pantanos y embalses franquista, que no fue algo diseñado por el dictador, ya existía. Da igual repetirlo, seguirán afirmando que fue cosa de Franco.
  Con los montes más de lo mismo. Reivindican «que un monte productivo es un monte protegido». Lo dicho, anteponen lo económico a cualquier otro factor, incluido el humano.
  Reivindican, verbo que utilizan un montón, que no hay mayores garantes de la sostenibilidad de la tierra y el mar que quienes viven en ella. Me parece mucho decir. ¿Qué motiva el elevado número de incendios en España? Ya sé que no son todos, ni mucho menos, provocados por pirómanos, lo hacen incendiarios por causas económicas. ¿Los hay fortuitos? Desde luego. La escasez de muchas especies marinas ¿a qué se debe? Claro, la sobreexplotación no tiene nada que ver. La desaparición de las truchas en los ríos es cosa de los cormoranes. La de los salmones… saben los dioses. Si alguien llegó hasta aquí puede que piense en los daños de los lobos. Uf, resulta cansino. Ah, por favor, no me digan que no lo sufro o que no sé de que hablo y por eso digo esto.
  La sociedad, en países desarrollados, se centra en la maximización del beneficio, nunca hay suficiente, se necesita crecer, crecer, crecer, aunque sea a costa de todo lo demás que se les ocurra. Hace años los habitantes de las zonas rurales tenían en los bosques un apoyo importante a la economía familiar, hoy no es así. Es cierto que hay comarcas en las que la explotación industrial del bosque es la base de su economía, pero no ocurre así en toda la península. En la actualidad, en Asturias por ejemplo, son más importantes las hectáreas dedicadas a pasto que las ocupadas por montes. Así de sencillo. En muchos lugares los montes son un impedimento para la expansión de los pastos, al igual que especies salvajes, lobos, osos, jabalís, cormoranes en los ríos, nutrias… Aquel mundo en que los seres humanos vivían de su entorno natural hace mucho que no existe en nuestro entorno «desarrollado». No nos engañemos.
  Son dieciséis páginas que abordan cuestiones que están en los medios de comunicación y el PP anda a remolque de los que algunos de esos medios le imponen.
  No digo yo que no esté bien, digo que no tienen una visión de país. Digo que sus intereses son económicos y los anteponen a todo y a todos. Digo que el Partido Popular no ha demostrado saber gestionar los recursos públicos en beneficio de los ciudadanos. Digo que el Partido Popular es el agente de las grandes empresas y fondos financieros que tienen como objetivo la extracción del capital del Estado, que a todos nos pertenece, para dárselo a entidades privadas. Digo que el máximo exponente de sus políticas es la Comunidad de Madrid, y no es solo de ahora, con Isabel Natividad Díaz Ayuso, IDA para los «amigos», se está llevando a sus últimas consecuencias. Digo que el Partido Popular anda a rebufo de Vox y que no se diferencian. Digo que el Partido Popular es promotor y divulgador de mentiras y bulos. Digo que el Partido Popular genera la división entre los españoles con odio, chulería y actitudes antidemocráticas. Y digo, para acabar, que Feijóo es indigno de representarnos. No hace falta que pase por el gobierno como Aznar o M. Rajoy para demostralo, con él ya lo sabemos.
  Espero y deseo que los ciudadanos de este país, a la hora de votar, piensen en un Gobierno presidido por Feijóo, teledirigido por Aznar e IDA, ya saben Isabel Natividad Díaz Ayuso - manipulada cual marioneta por MAR - y como vicepresidente a Abascal. Miedo me dan.

 

 

 

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