El vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons no ha tenido ni un ápice de pudor, la vergüenza ya ni mentarla, y ha dicho que “desde Egipto nos están recordando también a nosotros que nos queda mucho para que nuestra democracia sea de verdad una democracia de calidad” Olé; ahí te queda eso.
González Pons hizo estas afirmaciones en acto político de su partido en Valencia y todos los presentes se quedaron tan contentos. No se preocupen, no les voy a recordar a Camps, Fabra o el ya desaparecido –políticamente- Zaplana, tampoco a Vuitton, perdón a Barberá.
¿De verdad que no toma nada este buen hombre antes de hablar en público? Tamaña barbaridad tendría que servirle de excusa para pasarse tres meses en un monasterio cartujo, eso como poco.
A estas alturas de nuestra vida democrática que un aspirante a gobernante diga esta burrada le descalifica de forma absoluta. No se merecen gobernarnos. Un día y otro también, cuando no es uno es otro, nos lanzan lindezas de este tipo. Y tenemos que aguantarlas estoicamente. Han cambiado algo la estrategia, pero poco. La idea sigue siendo la misma: emputecer la vida social y que les den el voto para que se callen. Menudo mérito ese de ganar por aburrimiento y extenuación del personal, amén del demérito del adversario. Patético.
Si esto es como Egipto, entonces ellos no tienen nada de demócratas y además Pons es un yihadista.
Si España es igual a Egipto, entonces ¿Pons es un yihadista? por M. Santiago Pérez Fernández se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.
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