30 mar 2011

Del poder hacia la iluminación

Muchos somos los que pontificamos, es más, los que defendemos con ardor y pasión nuestra verdad, pero de ahí a creernos en posesión de la verdad absoluta e inmutable, si es que tal cosa existe, hay un trecho.

¿Qué pensarían si alguien dijese?: “La decisión que tome se guiará por la responsabilidad y siempre pensando en los intereses y en lo mejor para España y el partido “. ¿No sonaría como una sobrada? Bueno, además parecería un autoalabanza cuando menos discutible. No, no se puede andar por la vida así. Una cosa son las certezas personales, las cuales uno tiene que defender con entusiasmo y sinceridad, y otra las iluminaciones. Hay que ser muy grandón. ¿Soberbia? ¿Vanidad? ¿Petulancia? Lo que sea, pero algo muy bueno no es.

¿No hay nadie que le diga?: “te has pasado” Hay tonos y palabras que creíamos que eran patrimonio de determinadas gentes que no nos ofrecen otra cosa que exabruptos en sus andanzas por el mundo. Pero nada, todavía consiguen sorprendernos.

Ya, dicho así, cada uno que se las apañe como pueda y además como todos somos esclavos de nuestras palabras, pues ya está. Le dejamos que se estrelle y después si te he visto no me acuerdo. Vale, pero ni yo ni ustedes decidimos nada que afecte a la vida de los demás ¿verdad? Si tuviésemos algún tipo de responsabilidad pública, la cosa cambiaría ¿o no?

Cada uno es como es. ¿Ustedes se imaginan a un laico-que se manifieste en público como tal- asistiendo, por ejemplo, al Día de la Oración en Estados Unidos? Vamos, ni de coña. Además miren que son conservadores esas gentes. Dan hasta un poco de miedo. Díganme que iba a pintar allí un laico y progresista. Nada, por eso no se le ocurriría ir.

Oigan ¿quién no acudió en alguna ocasión a las reuniones del Club Bilderberg? ¿Qué es eso? No se asusten, es un encuentro de ricos y gentes que dirigen el mundo. Se trata de una conferencia anual, a la que solo asisten los invitados y que se celebra en hoteles de cinco estrellas, como no podía ser de otra forma. La prensa se queda en la calle; no son bien recibidos. En 2010 esta reunión tuvo lugar en Sitges (Barcelona) y en ella estuvieron los que tenían que estar. Quienes no han pasado por esta reunión no pertenecen a los elegidos de este mundo. Aménnnnnn. ¿Un progresista tendría algún motivo para ser invitado a esta reunión? Me da a mí que no.

Ahora que lo pienso: yo ni estuve en el Día de la Oración ni en una reunión del Club Bilderberg. Tenía la intuición de que no era nadie, ahora tengo la constatación. Soy… ¿qué es lo que soy? Lo que los elegidos quieran, aquí estoy para servirles. Que su luz me ilumine. Dei gratia.

Cuando los acólitos determinen que dios ha muerto, todos diremos… aménnnnn. Pero no nos preocupemos, serán los que hoy actúan como publicanos los que dictaminen el fin último de elegido. Se han reunido y le han dicho déjate de bobadas y te irás cuando nosotros lo digamos, no antes.

Requiescat in pace.
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1 comentario:

  1. Y lo peor es que más de uno se cree con la verdad absoluta, claramente: por encima de lo divino y lo humano; más que nadie. Y eso es lo que son:NADIE, NADA.
    Conozco una adivinanza que dice: Qué es más grande que Dios, más malo que el demonio; los ricos no lo necesitan y los pobres lo tienen. Si lo comes mueres de hambre. Solución: NADA

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