Son gente de orden. De derechas,
para más señas. No lo digo yo, lo dicen ellas. El tono, orgulloso, denota
profundas convicciones. Esa suficiencia estuvo hibernando y de un tiempo para acá la airean con gallardía.
Hacen bien.
Las cuatro están en alegre
comandita. La tarde es agradable y en la terraza del bar se está muy agustito.
Una de ellas fuma. Ya se sabe, las gentes de orden están exentas de cumplir las
normas. De carácter recio no temen al bicho, sobran las mascarillas.
La charla debe venir de largo.
España no levanta cabeza, dice una. Las demás asienten. Pierdo trozos de la
conversación. ¡Maldita sea! Cayetana lo hizo muy bien. Las otras no la
contradicen. Los de derechas… joder, me lo perdí. Seguro que era una confesión
importante que me aclararía muchas cosas.
Las tufaradas me llegan. Le da chupetadas
con ganas.
La conversación se adentra en
temas que me sobrepasan. El IBEX 35 empieza a bajar. Si ellas lo dicen será
verdad. Yo solo juego a la Primitiva, y poquito. Una les cuenta las acciones
que tiene y lo que han bajado. Por la entonación debe haber perdido una pasta.
Yo semanalmente palmo unos eurillos. Otra, con suficiencia, le aconseja que no
venda.
Hablando de dinero la mesa se
anima. La gente quiere sacar el dinero del banco. Ese “banco” debe ser muy
exclusivo. No me extrañaría. Una, ofendida, pregunta ¿y para dónde lo llevas?
La respuesta no se hace esperar. En casa, dice otra, te roban, te drogan y
roban. Caras de circunstancias y miedo. No me extraña. Ni en casa hay
tranquilidad.
En esas andan un rato. Parece que
el tema ya no da más de sí. No hay problema, ahora les toca a las herencias. Hablan
todas a la vez. Risas. Chascarrillos. Están poniendo de vuelta y media a
alguien. Bueno, se entiende, ya murió.
Acabé el café. Pierdo el interés.
Nada nuevo. Pertenecen a esa jet de pueblo que sólo se relacionan entre ellos.
Viven de glorias pasadas. Por la edad pertenecen al bando ganador y seguro que
dan gracias por vivir lo que vivieron. Tienen para comparar y cualquier tiempo
pasado fue mejor. Vamos, donde vamos a parar. De derechas, a mucho orgullo.
De derechas, a mucho orgullo by Santiago Pérez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.
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