Publicado en La Nueva España el 16 de noviembre 2023
Cuando
las cosas van mal nos agarramos a un clavo ardiendo, eso hizo el Ayuntamiento
de Tineo. El cierre de las minas fue un mazazo para la comarca suroccidental,
el de la térmica de Soto de la Barca (Tineo) fue la puntilla.
El
primer grupo de la térmica estaba operativo en 1965. En 2018 la empresa cambió
de nombre y pasó de llamarse Gas Natural Fenosa a Naturgy, quien dio el
cerrojazo.
Se
suponía que con eso de la Transición Energética Tineo, y el suroccidente, se
vería compensados con otra industria, o industrias, que paliasen la enorme
pérdida de puestos de trabajo. Nada de eso pasó. Alguien tuvo la luminosa idea
de ceder la titularidad del antiguo poblado de trabajadores al Ayuntamiento de
Tineo y este lo aceptó. Esa ha sido la única compensación hasta ahora.
El
consistorio tinetense presentó el proyecto de rehabilitación de catorce de esas
viviendas al Plan de Recuperación, Transformación y Resilencia y obtuvo una
subvención de tres millones y medio de euros. Con ese dinero, además de esas
catorce viviendas, quieren mejorar la urbanización y espacios verdes y algunos
de los equipamientos comunitarios, hablaron de la piscina y un edificio anexo
que serviría de vestuarios, almacén… Digo hablaron ya que así lo manifestaron
el pasado 8 de noviembre arquitectos del estudio F5 Proyectos de Arquitectura
encargado de realizar el proyecto de recuperación. La idea expuesta por ese
estudio fue la de crear una comunidad de viviendas privadas con una dotación de
servicios comunes, lo que en inglés denominan cohousing. El Ayuntamiento
de Tineo se encargará de ejecutar las obras con la subvención y con
posterioridad publicará un pliego de condiciones para que catorce familias,
constituidas en comunidad, en una cooperativa, hagan sus ofertas. La cuantía
económica a pagar al ayuntamiento y las condiciones se conocerán en su momento.
Se podrán presentar las comunidades que lo deseen y se elegirá la mejor oferta.
De lo explicado se desprende que no se pueden hacer peticiones individuales.
Las obras tienen que estar ejecutadas antes de que finalice el 2026.
La
idea de una comunidad de viviendas me parece interesante en tanto los
integrantes tengan o puedan asimilar lo que supone la participación conjunta.
No es fácil pero tampoco imposible, ya existen experiencias que funcionan bien.
Dicho
esto encuentro unas cuantas pegas.
No
creo que con ese dinero de la subvención se puedan acometer las obras
previstas. Conozco el poblado de Soto de la Barca y hablé estos días con
antiguos moradores de esas viviendas y dicen que el estado en que se encuentran
es muy malo. Tendrán que instalar saneamientos nuevos en las viviendas, el
sistema eléctrico también y adaptarlo a las exigencias actuales. Los tejados de
algunas casas no están en buenas condiciones. Sabemos por experiencia que la
mayoría de las veces sale más barato construir una casa nueva que rehabilitar
una vieja. A la hora de la verdad se pueden encontrar con demasiadas sorpresas.
No se mencionó, pero esas viviendas tienen que aislarlas muy bien en caso
contrario serán inhabitables por el frío y la humedad. Cuando los trabajadores
de la térmica vivían allí eso no les preocupaba, tenían la luz gratis. La zona
es muy húmeda, a pocos metros discurre el río Narcea.
El
saneamiento de la zona va a tener que ser integral y la traída de aguas imagino
que también, bueno, seguro.
Me
han dicho, así lo recuerdan, que el último trabajador en abandonar el poblado
lo hizo en el 2010, muchos lo hicieron bastante antes, pueden imaginar el
estado en que se encuentra todo.
En
esa charla informativa puse en duda que ese dinero alcanzase, la respuesta fue
que sí, que llegaría, incluso que podría salir más barato. Uf, me estaban
hablando de bajas en la licitación, ya sabemos como acaban esas bajas
temerarias, o bien con peores calidades o con exigencias de más dinero público.
Por
otro lado, los tiempos están muy justos puesto que los trámites administrativos
estimaron que no estarían hasta fines 2025, quedaría un año para ejecutar las
obras. Muy pillado lo veo.
En la
charla estuvo presente la alcaldesa de Tineo, Monserrat Fernández Álvarez,
quien se mostró de acuerdo con que el presupuesto es suficiente y que se
llegará a tiempo. Ver veremos.
Una
cuestión a la que no pudieron responder es sí los terrenos están contaminados.
Desde luego los de la térmica lo están y entre el poblado y la térmica hay una
carretera, la conclusión es clara.
Hay
una última duda ¿y si no hay ninguna comunidad dispuesta a ocupar las
viviendas? ¿hay plan alternativo?
La
alcaldesa realizó un par de insinuaciones para elevar las expectativas del los
presentes. La primera que van por buen camino las negociaciones con la
Confederación Hidrográfica para que modifique la declaración de zona
peligrosidad media de inundación los terrenos que dejará la térmica tras su
demolición. Hasta que eso no suceda no se puede realizar ninguna actividad
empresarial. En segundo lugar afirmó que están realizando reuniones con Naturgy
para que construya «algo» - este «algo es cosa mía - que genere puestos de
trabajo. En ambos casos se remitió a la discreción puesto que están negociando.
La verdad es que estas declaraciones tan ambiguas no nos motivaron
Monserrat
Fernández, la alcaldesa, nos recordó que cuando el anterior alcalde, José Ramón
Feito, llevó este proyecto al pleno su partido, el PP, se abstuvo. Esto nos
indica que tras llegar a la alcaldía lo vio viable. El tiempo dirá.
Teniendo
en cuenta lo anterior, y lo que nos pueda venir encima, creo que Naturgy dio un
caramelo envenenado al Ayuntamiento y este lo comió. La empresa se fue de
rositas y con los bolsos llenos.
Gracias a todos por nada.
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