Pobre hombre. No sé como puede
soportarlo Urdangarín. Le salen una tras otra. Ya no es que se aprovechase de
la parentela para forrarse, que de eso hay muchos, no señor, es que no perdonó
ni una.
Donde había negocio allí estaba
él y sino lo había, lo creaba. No lo estoy sentenciando, eso lo harán lo
jueces. (En estos momentos hago un aparte y me troncho de risa).
A lo que iba. Don Iñaki ha
demostrado tener una voracidad desmesurada, podríamos decir que casi
patológica. Aunque igual es, pobrecito mío, que se vio obligado a ello para no
ser menos que sus suegros. Él, un deportista jubilado, tenía que demostrar su
valía. No era suficiente con haber pegado un buen…vamos, con haberse casado bien.
Tenía que demostrar otras habilidades –las amatorias se le suponen, sino de
qué- y lo mejor era hacerse rico rápidamente.
Dicho y hecho. Se puso manos a la
obra. Crea una empresa, hace socia a su esposa, le asesora el secretario de su
suegro y nadie sabe de sus negocios. ¡Dios! que listo nos salió y qué tontos
los que le rodean.
Un pérfido juez le acosa. Su ex
socio le acusa falsamente y el Ministerio de Hacienda dice que no hay motivos
para rebuscar en las “cositas” de su querida esposa.
Un momento, un momento. Ya lo
entiendo. Hacienda dice que no hay nada que revisar de la cónyuge ya que están
pensando en la ministra de Sanidad y su esposo mantecoso. Parece ser que
también tienen un pequeño lío de esta índole. Entendido.
De la última que nos enteramos,
de momento, es que este chicarrón necesitó una ayudita para hacer su tesina
universitaria. Visto lo visto ¿también la necesitaría para sacar el título?
Seamos comprensivos. Sus
obligaciones de Estado no le dejaban tiempo para nada. ¡Ayy! cuanta mala gente
hay por el mundo.
El Duque tuvo que agenciarse un “negro”. Venga, por favor, nada de chistes fáciles y escabrosos. Un “negro” es
alguien que escribe para otro. Mal pensados. ¿Y eso es un delito? Pues no.
Todos vimos que por la serie “El
ala oeste de la Casa Blanca” pululaban los escritores de discursos del
Presidente de EEUU. Y nadie dijo nada. Eso allí es normal. Los “negros” de los
presidentes americanos son conocidos y respetados.
Aquí, en España, el nada
honorable presidente de Mallorca, Jaume Matas, tenía uno al cual le pagaba un
pastón. Periodista, por más señas.
Muchos políticos tienen “negros”.
¿Para qué se piensan que, entre otras cosas, están los gabinetes de prensa? No
se imaginen que estoy hablando del Presidente del Gobierno español o los autonómicos,
les hablo de diputados autonómicos y alcaldes. Muchos, muchos, muchos.
Entonces ¿es que Urdangarín no puede tener su “negro”? ¿Acaso no los tiene su suegro? ¿Y la señora esposa del duque? ¿no puede necesitar un “negro”? Vayan ustedes a saber. Pues igual sí. Tal vez ahora no, pero más adelante…
Cómo no lo va a tener él si lo tienen los alcaldes de pueblo. Es más, muchos, después de firmar el texto, sacan pecho y se dicen: “¡joder, qué bueno soy!” Y no es broma.
Entonces ¿es que Urdangarín no puede tener su “negro”? ¿Acaso no los tiene su suegro? ¿Y la señora esposa del duque? ¿no puede necesitar un “negro”? Vayan ustedes a saber. Pues igual sí. Tal vez ahora no, pero más adelante…
Cómo no lo va a tener él si lo tienen los alcaldes de pueblo. Es más, muchos, después de firmar el texto, sacan pecho y se dicen: “¡joder, qué bueno soy!” Y no es broma.
“Negros” hay muchos, urdangarines la de dios.
Esto va a continuar y Urdangarín
y family aún nos darán que hablar y
cuando llegue el juicio…
Un día habrá que hacer un
monumento a los “negros” y no solo por escribir más o menos bien, sino por
aguantar a tanto imbécil despótico.
El Duque, sus chanchullos, la esposa que no se entera y el “negro” por M. Santiago Pérez Fernández se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.
Por todo lo que dices, debes ser monárquico!
ResponderEliminarMuy buena la ironía, espero que la pillen.
ResponderEliminar