6 ene 2025

La magia de los Reyes Magos y la chapuza de la cabalgata de Tineo


 


  Hasta los más viejos recuerdan la ilusión y nervios del día cinco de cada año, la víspera de Reyes. Ese nerviosismo placentero con el transcurso de la vida se va convirtiendo en algo racional, frío. Es la pérdida de eso que denominan la inocencia infantil.
  Quienes han tenido la fortuna de ponerse en la piel de un rey mago no puede olvidar como esas niñas y niños se acercan cohibidos, casi sin atreverse a mirar al rey de turno. Cuando el rey los coge y sienta en sus piernas, es obligado hacerlo, se nota el temblor de su cuerpo que incluso les llega a paralizar y son incapaces de decir una frase. Esa tensión que acumulan los niños la siente el rey como algo propio que le lleva a su infancia. Es una de las experiencias más gratificantes que una persona puede tener.
  Algunos niños dejan unas cartas enormes, otros son muy prudentes, pero tanto unos como otros están ansiosos.
  Creo en pocas cosas «sagradas», una de ellas son los niños. No hay mayor «pecado» que maltratar, matar o violar a un niño. Bueno, sí, que un cura viole a niños. Ni su dios ni ningún otro les perdonará. Yo, que solo soy un hombre, no les perdono y maldigo eternamente.
  Las fiestas religiosas se han convertido en la excusa para el jolgorio y el gasto exacerbado, por mucho que le pese a los curas. La festividad de los Reyes Magos es la muestra palpable de esto. Si no que se lo pregunten a los sevillanos y sus cánticos al paso de la cabalgata. Parece más la festividad de carnaval que un acto religioso.
  Tras esa celebración religiosa hay algo más importante, la pasión desbocada de los niños. A pesar de recibir regalos de manera continuada la festividad del 6 de enero es especial, muy especial. Viene cargada de una larga tradición que ha pasado al acervo de los pueblos españoles. Siempre hay excepciones, en las casas, y ya en muchas se celebra la llegada de Papá Noel, lo que no suele excluir a los Reyes, desde luego.
  La primera cabalgata de Reyes Magos documentada en España se hizo en Alcoy, Alicante, en 1885. No es una tradición tan antigua, pero caló en la sociedad. Se convirtió no en el día de un niño, aunque fuese un niño dios, según los católicos, si no en el día de todos los niños. Se socializó la festividad. Los avispados mercaderes vieron en ello un grandísimo negocio y siguen promocionándolo.
  Independiente de lo dicho o lo que se pueda decir, que es mucho, la emoción de los infantes, repito, no tiene precio, bueno, sí que lo tiene pero en esta ocasión da igual.
  Pueblos y ciudades se vuelcan con esta festividad y organizan cabalgatas más o menos impresionantes, en función del presupuesto, pero en todos los lugares la hacen lo mejor que pueden y le ponen ilusión y cariño. Todo sea por los niños.
  En Tineo, Asturias, se celebra una cabalgata en la capital, también en Tuña y en Navelgas. La de Tineo, por se la capital del concejo, solía ser la más vistosa. Un año con más participantes, otros con menos, pero siempre con cierto decoro. Así fue hasta este año, 2025.
  Lo que vimos, lo que vieron los niños, fue una cabalgata desangelada. El tiempo no acompañó, llovió, lo que la deslució aún más si eso era posible. Los tres Reyes en sendos caballos, cada uno de ellos acompañados de unos pajes, a los que la lluvia apagó las antorchas y eso fue todo. No todo, el coche de la policía local, con las luces de emergencia abría la marcha y era lo único que daba colorido, por detrás otro vehículo, este de emergencias, animaba la triste marcha con un altavoz.
  Fue una cabalgata triste, de una tristeza que encogió el corazón. Ni una buena noche la hubiera levantado. El despropósito fue tan enorme que las críticas de los ciudadanos llenaron el Facebook municipal, cosa nada corriente.
  No tuvieron ni el detalle de lanzar unos tristes caramelos. Es cierto que en el recibimiento que hicieron sus majestades les entregaron un paquete de chucherías, pero eso no compensó el desaire. Los más mayores saben que es costumbre que arrojen caramelos.
  A sus majestades y a los pajes hay que darles las gracias por venir a Tineo, y les pido perdón por la acogida tan lamentable, así y todo se lo agradecemos enormemente y esperamos que no se hayan acatarrado.
  Al concejal de festejos no le voy a decir nada, ¿para qué? La señora alcaldesa seguro que algo dirá, imagino que el tema saldrá en el siguiente pleno municipal. Es muy echada para adelante y según cuentan muy marimandona y encontrará justificación, no dudará en mentir, tiene práctica en ello.
  El año que viene tirará la casa por la ventana, pues vale, pero no podremos olvidar el fiasco de cabalgata que organizaron o no supervisaron.
  Este gobierno tinetense está formado por PP y Vox, ellos muy tradicionales, conservadores y lastrados a las tradiciones, aunque sean tan terribles como los toros, no han sido capaces de dar una satisfacción  a los niños el día más especial del año para ellos.
  Se lo diré una vez más: la cabalgata de Reyes del año 2025 ha sido un absoluto desastre y la culpa, en última instancia, la tiene la alcaldesa, Monserrat Fernández Álvarez, del Partido Popular.

 

 

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