Artículo publicado en La Nueva España el 22 de enero 2025
Brilla el sol, calienta poco. La helada fue
de las gordas, de las que hacia tiempo que no veíamos. Praos, incluso
árboles, nos ofrecen una tópica estampa navideña. Aunque la mañana ya va
avanzada no corro, no me fío de esas curvas en las que no entra el sol. La
carretera sigue brillando en algunos tramos.
Subimos el Alto Piedratecha y nos dirigimos
hacia Campiello. Parada a tomar café en Casa Ricardo. Yaiza nos recibe con una
sonrisa. Campiello es un enclave importante en el trayecto del Camino Primitivo
por Tineo. No, no voy a hablarles del Camino, al menos hoy. Desde ahí nos
dirigimos a Bárcena del Monasterio. Reduzco velocidad y miro hacia el ábside
del cenobio. Iniciamos la subida al Alto Forcayao y nos desviamos hacia el
polígono industrial, quiero enseñar a mí acompañante por donde se accede a la
finca de arándanos y para eso hay que entrar en el polígono.
Un inciso, ¿con tres responsables tinetenses
en la consejería de Medio Rural y Política Agraria serán capaces de volver a
poner en marcha esa explotación? Se está deteriorando a ojos vistas.
Sigo.
¡Ay, dios mío, dios mío! ¡Qué dolor! Fue como
entrar en un descampado periurbano donde se acumulan deshechos, porquerías,
maquinarias… El estado de deterioro del Polígono del Alto Forcayao es
lamentable. La dejadez campa a sus anchas.
Allá por diciembre de 2005 se empezó a hablar
de ese polígono y se decía que tendría una superficie de 95185, así se recoge
en La Voz de Tineo, boletín informativo municipal. En abril de 2007 ese mismo
medio municipal informa que ya están finalizadas las obras.
Mi acompañante se sorprende del estado de
deterioro, mi cabreo va en aumento.
Como la memoria me puede jugar una mala
pasada tiro de hemeroteca de La Nueva España. Así en su edición del 6 de
enero de 2007 recoge la información proporcinada por el alcalde, Marcelino
Marcos, quien anuncia que tiene un 50% de la superficie reservada. La noticia
prosigue con los datos de su superficie, 32000 metros cuadrados, financiados
con fondos mineros, el presupuesto ascendió a 1,5 millones de euros.
Visto el estado en que se encuentra en la
actualidad esa cifra me provoca mareos.
Puesto a seguir con mi indagación, el 29 de
enero de 2009, dos años después de su inauguración, de las 29 parcelas solo una
está ocupada. Eso sí, el alcalde pedía paciencia. Por cierto, vecinos de la
zona se opusieron a su construcción.
Estamos en 2025 y sigue instalada una sola
empresa de transformación de la madera, la primera y única.
Nos olvidamos de la finca de arándanos.
Impotencia, desesperación, cabreo, eso es lo
que siento ante tamaño despropósito.
Los cantos de sirena surgen por doquier. En La
Nueva España del 12 de agosto de 2023 la actual alcaldesa, Monserrat
Fernández, dijo de este polígono que tiene la ubicación idónea para servir de
epicentro de empresas madereras, agroalimentarias, nuevas tecnologías, etc.
¿Pero esta señora pisó ese polígono? Pues no, está claro. Dudo que aún a día de
hoy lo haya pisado, sí fuera así sería peor. Desde luego el estado en que se
encuentra no es de ahora, desde el primer momento quedó desantendido y su
estado ha ido a peor.
Fue una inversión absurda, no era necesaria
esa elevadísimo gasto. Que no iban a instalarse muchas empresas se sabía, pero
claro, hay que hacer las cosas a lo grande. Facilitar suelo industrial, sí,
pero tras haber realizado una prospección rigurosa y no fiándose de lo que
dijera una persona. Así nos fue.
Me voy, nos vamos, que me lleva el diablo. No
miro ni para atrás, que igual me convierto en estatua de sal.
Decidimos ir hasta Navelgas. El pueblo está
muy tranquilo, guapo. Navelgas es un pueblo guapo. A nuestro paso por La
Rebollada la helada sigue muy presente. Son cerca de la una de la tarde y en
las zonas sombrías las heladas de los días anteriores esperan a las siguientes.
Continuamos camino en dirección a Fastias,
pero antes hacemos parada en Calleras. A mi acompañante le llama la atención
las grandes dimensiones de la iglesia de Calleras. Se lo aclaro. Siendo
ministro Santiago Fernández Negrete, natural de Villatresmil (Tineo) ofreció al
pueblo la posibilidad de la construcción de una carretera o de una iglesia, el
cura decidió por todos, se hizo la iglesia. En su interior alberga el retablo
del convento de Santa María de Lapedo, desaparecido, de Belmonte de Miranda.
Esta parada es fruto de tener el punto masoca
alto y quiero ver otro despropósito de menor cuantía económica, pero no por
ello menor desatino.
En Calleras se rehabilitó la antigua escuela
con la intención de ubicar en ella lo que denominaron rimbombantemente Centro
Mediambiental la Mirada del Paisaje. Esta iniciativa se enmarcó dentro del Plan
de Dinamización de la Comarca Vaqueira y con ella pretendían dinamizar el
turismo ligado a la naturaleza, el paisaje y la biodiversidad. ¿A que suena
bien? Además, sería la cabecera de la Ruta de las Hoces del Esva. Tenían
previsto desarrollar el proyecto en dos años. Contaban con un presupuesto de
315000 euros. Información disponible en La Voz de Tineo de mayo de 2009. En
diciembre de 2010, es información se repite en el boletín municipal.
La obra de rehabilitación se terminó, incluso
llegaron a meter mobiliario, al menos un montón de sillas. Estos ojos que el
fuego se comerá los vio.
Nunca se inauguró.
Dimos unas vueltas a su alrededor y las
sillas empaquetadas ya no estaban. No sé si son las mismas pero ahora vi
algunas sillas de color azul con brazo para escribir, otras más sencillas de
color rojo, al menos dos negras, un par de radiadores, una mesa grande con un
hule, otra más pequeña y una cocina de gas. Conclusión, la parte baja se
utiliza para comidas de aquellos que tengan llave de acceso.
Para acceder a la planta de arriba hay una
escalera empinada de cemento. No se preocupen, estaba todo pensado, ahí está
muerta de risa una plataforma para sillas de ruedas. Tras tantos años a la
intemperie y sin mantenimiento dudo que funcione.
El cabreo se va convirtiendo en decepción,
incluso desesperanza. Tengo sentimientos encontrados.
Para un día estuvo bien.
Mi cabeza va caliente. Tomamos dirección a
Tineo. Me centro en el paisaje. Cuando alcanzamos el Alto de Bustellán reduzco
la velocidad para contemplar el magnífico paisaje que se ve en un día tan
despejado. El parque eólico de Pico Gallo, primer parque eólico de Asturias, me
recuerda las vicisitudes que padeció, incluida una moción de censura, pero eso
es otra historia.
A pesar de todo fue una mañana agradable.
Creo necesario hacer de vez en cuando, sobre
todo con lo público, un repaso a los cumplimientos, incumplimientos o, como es
el caso, al estado en que se encuentran unas inversiones anunciadas a bombo y
platillo. En estos dos casos ningún objetivo se cumplió y visto el estado en
que se encuentran fue un autentico derroche de recursos públicos.
Hubo un tiempo en Tineo en los que los perros
se ataban con longaniza. Si La Nueva España tiene a bien les contaré
otras grandes obras que con el paso del tiempo han menguado hasta quedar en
grandonadas.
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