17 jul 2013

Chupando con ritmo


La necesitaba. Miraba como otros lo hacían y sentía deseos cada vez más intensos. El sofoco era casi insoportable. Por fin, ahí estaba. Alargó su mano y sin dilación la acercó a su boca y la introdujo sin contemplaciones.

Un sabor un poco ácido inundó sus papilas gustativas. Se la sacó de la boca. Sin más preámbulos la empezó a menear. Primero fueron unos giros rápidos e intensos. Hacia un lado y hacia el otro. Luego, ya sin tanta prisa y de forma más rítmica, la empezó a meter y a sacar. Arriba y abajo. Abajo y arriba.

De vez en cuando se la llevaba a la boca. Cada vez estaba mejor, más sabrosa. La lengua repasa los labios queriendo recoger cualquier resto que allí pueda quedar.
Arriba y abajo. Abajo y arriba. Giro a la derecha, giro a la izquierda.
Cambia de mano. También se le da bien.

Otra vez a la boca y da un profundo chupetón. Lo hace con tanta gana que la pajita queda taponada por trocitos de limón.

¡La leche, qué buenas están las caipiriñas en el Carmen de Cangas del Narcea!


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Chupando con ritmo por M. Santiago Pérez Fernández se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.

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