28 may 2015

¡Qué hostia se dieron algunos!

¡Qué hostia! ¡Qué hostia! Así definió sus resultados Rita Barberá, alcaldesa de Valencia. Estaba tan noqueada que no pensó que esa expresión era extensiva a todo el PP. Pues sí doña Rita, consuélese que está usted bien acompañada.

¿Saben lo increíble de los resultados electorales del 24 de mayo? Que no se los creen. No lo creyeron esa noche y siguen sin creerlo. El ejemplo de Esperanza Aguirre está ahí, con todo su patetismo y verborrea pseudo fascistoide.

Las cifras reflejan una realidad que no quieren asumir. Yo soy de los que creen que fue escaso el varapalo. Que yo lo piense no va a ningún lado. Una mayoría de votantes decidió que sigan siendo el partido más votado en España y bueno…

Otro que se dio un buen hostiazo fue el PSOE. Iban en picado y sobre la marcha cambió su programa pero no pudo impedir la sangría. Menor, sí, pero sigue hacia abajo.
En esta ocasión el triunfalismo andaluz, que ya vimos en qué quedó, no se produjo. Algo aprendieron.
Tengo que reconocer que nunca, que yo recuerde, un programa del PSOE sufrió tantos cambios. Oigan, algunos incluso me alegraron.

IU aguanto el tipo como pudo y donde pudo. Loables esfuerzos los que realizaron y sobre todo hay que reconocerles su espíritu luchador. Y todo ello a pesar de las hostias que se dan. Estos no esperan - o sí - las de los ciudadanos, calientan dándoselas entre ellos.

Los reformistas de Roca, perdón, perdón, las gentes de Ciudadanos y Albert Rivera no salieron mal paradas, no señor. Unas encuestas favorables, un buen montón de dinero, y gentes de toda condición y procedencia lograron unos buenos resultados. El PP por este lado está encantado. Y no digo yo que no lo esté el PSOE.

Y luego están esos bolivarianos, comunistas, desintegradores de la patria y muñidores de soviets – joder con la influencia de Espe – que son los de Podemos. Estos vende patrias les han dado una hostia en los dientes a todos que aún están recogiéndolos por las esquinas.

Dolor de tripas han provocado, espasmos y síncopes varios.

Han llegado al escenario ¿cuánto durarán? Pues lo tienen en sus manos. Ahora que como se dejen llevar y entren en coaliciones no duran un suspiro. Parece que van a dejar gobernar, que impondrán condiciones y que no van a entrar en coaliciones. Más les vale.

Ayyyyyy, casi me olvido de Rosa, Díez, claro. Lo voy a dejar así. RIP.

Lo más curioso, al menos para mí, fue el trasiego en la zona de la abstención. Unos salieron de ella. Esos fueron los que hacia la intemerata que estaban en ese limbo y apoyaron las nuevas propuestas. Otros recalaron por primera vez en el agujero negro: los fieles desencantados del PP y PSOE. Al final se cambiaron los cromos y la abstención siguió siendo muy alta.

Ahora les toca retomar ese ansiado espíritu de la Transición: el consenso. Oigan, ahora sus máximos defensores dicen que esto es un sin dios y que vamos camino de la anarquía. ¿De qué va esta gente?
Tras las lindezas que se han dicho se tienen que sentar en una mesa y ponerse de acuerdo. Quien no lo haga lo tiene muy, pero que muy jodido en las elecciones generales.

Se la van a coger con papel de fumar.

Dada la situación actual, yo sugiero al PP y PSOE que propongan como interlocutores de sus respectivos partidos a José María Aznar y Felipe González.

¡Lo que vamos a ver!

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