El 24 de mayo sé a quien no voy a
votar. No será una cuestión de capricho, ni una decisión precipitada, nada de
eso. Será un voto fruto de la reflexión más seria y cargado de intención.
He leído los programas - se lo
aseguro, me los he leído – escuchado a los candidatos, comprobado los
integrantes de las candidaturas y, sobre todo, he reflexionado sobre la gestión
que han realizado. Tras esta labor, lo tengo claro.
No me va a impulsar el voto útil.
No me motivará el miedo. No me influirán sus palabras de última hora. No, nada
de eso. Mi voto va a ser más libre que nunca.
Sin ataduras de ningún tipo, a la
vista de lo ocurrido en estos años – de forma especial desde el inicio de la
crisis – ejercitaré mi derecho democrático de votar.
Voy a votar a quien no me haya
jodido. Votaré al partido que no me engañó. Daré mi apoyo a quienes no llevan
corruptos en sus listas y están libres de esta plaga ponzoñosa. Contará con mi
papeleta aquel partido que no lleve en sus candidaturas personajes que hayan
endeudado a las administraciones.
Creo que ha llegado el momento de
exigirles esto para empezar. Ceder en alguna de estas cuestiones es bendecir
todos sus desmanes. No lo haré.
Tendrá mi aprobación aquel
partido que esté dispuesto a terminar con las prebendas espurias de los cargos
públicos. Votaré al partido que me demuestre transparencia en sus cuestiones
internas.
No voy a perder el tiempo con
quienes llevan años engañándonos. Con quienes han recortado las libertades
internas de sus partidos y cercenado las libertades públicas. Repudiaré a esos
partidos que argumentando “razones de Estado” se han olvidado de las personas.
Me ciscaré en aquellos que se han vendido a los intereses de los bancos o las
grandes empresas.
Todos esos no van a contar con mi
voto.
Otros que no lo tendrán son los
que han esquilmado las arcas públicas, los que han recibido sobres, o quienes han
favorecido a sus familiares y amigos desde cargos públicos.
Maldeciré, y no votaré, a
aquellos partidos que quieren decidir por las mujeres, a los que están en
contra de la libertad sexual. Renegaré de los que han empobrecido el país
económicamente, en su cultura e investigación. Repudiaré a quienes han obligado
a miles de jóvenes a emigrar.
No quiero estar cuatro años
lamentándome por las esquinas. Yo sé a quien no voy a votar.
Yo sé a quien no voy a votar by Santiago Pérez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.
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