Agradecimiento bien merecido

Publicado en La Nueva España el 4 de noviembre de 2016

Dicen que de bien nacidos es el ser agradecido, y yo fui educado en esa máxima. Pues bien, para honrar a quién me educó en esos principios, quiero agradecer la reapertura de la carretera N-634 que a la altura de Porciles (Salas) quedó cortada por un argayo.

No fue broma la obra. La inversión para subsanar los desperfectos ascendió, según nos dicen, a cuatro millones trescientos mil euros. Sí qué debió ser seria la cosa cuando emplearon ocho meses en solucionar el problema.

Doy por bien empleado ese tiempo.

Bueno, para serles sincero debo comentarles que en ese tiempo – cuando circulaba por la antigua carretera - he tenido momentos de debilidad y me he cabreado. Nada, lo siento. Tienen que comprender que por la noche, con las líneas borrosas, niebla y un firme de pena y dolor, no resulte muy agradable conducir.

Les pido perdón por acordarme de ustedes, señores políticos. Transmitan mis sinceras disculpas a sus allegados.

Quiero agradecer también las molestias causadas a esos diputados y políticos en general, que se han tenido que desplazar hasta La Espina para comprobar el estado de la cuestión. Gracias, gracias. Cómo todos sabemos son gentes capitalinas y estas cosas les causan severos trastornos. Les agradezco su esfuerzo e interés.

No puedo dejar de agradecer, faltaría más, el sacrificio que han realizado algunos para no convocar movilizaciones. Lo verán recompensado.

A lo largo de estos meses me he acordado, muchomucho, de quienes pararon las obras de esta autovía. Y me refiero a los de antes y a los de ahora. En todo momento les he comprendido.

Aún recuerdo a aquel ministro primo hermano que decidió paralizar las obras. Es humano, tenía intereses más importantes en la tierriña. Por estos lares no le faltaron apoyos. Gracias.

¡Y cómo no! gracias, gracias, gracias, al Delegado del Gobierno de Asturias, don Gabino de Lorenzo, que se vino hasta La Espina para darnos la nueva buena. Gracias, gracias, gracias.

¿Se extrañan que le dé las gracias? Don Lorenzo nos comunicó que “más pronto que tarde” la autovía será una realidad, que “no se puede perder ni un segundo más”. Oigan y lo dijo al mediodía.

Es más, nos avisa que antes del verano el tramo Doriga-Cornellana estará abierto. Miren, no le reprocho que no nos dijese el año.

No sé quedó aquí, el señor delegado del Gobierno, afirmó que con la decisión de abstenerse el PSOE en la investidura de Rajoy “harán que se recobre el ritmo” en las obras para finalizar la autovía.

¡Qué yo no me invento nada! Me remito a la información de La Nueva España del 25 de octubre.

¡Cómo no voy a dar las gracias! Siempre anteponiendo las necesidades ciudadanas. ¡Así se hace! Gracias, gracias, gracias.

En esta visita don Gabino nos ilustró con los seis viaductos que quedan por realizar entre Doriga y Casazorrina (Salas). “Ya están ahí, aunque es un pedazo de obra, pero hay que darse cuenta de que, con todos los respetos esto no es Castilla, donde siete kilómetros de autovía se hacen casi por teléfono”.

Sí señor, tiene usted toda la razón. Aquí es otra cosa, para muestra un botón: ocho meses para quitar un argayo.

La autovía Oviedo-La Espina va en plazo. Se inició allá por 1999 y gracias a don Gabino, no me olvido de los anteriores y de nuestros diputados, en el 2023-4-5-6 estará acabada. Pueden surgir imponderables como algún que otro argayo, pero eso no es culpa de los que mandan.

Por cierto, algunos vecinos de la zona comentan, según me dicen, que pueden producirse más corrimientos de tierras. No, no se preocupen, no en el mismo sitio, cerca.

Con los nervios de la reinauguración don Gabino, el señor Delegado del Gobierno, se le olvidó mencionar para cuando se espera el inicio, fíjense que hablo de inicio no de finalización, del tramo Cornellana-Salas y la segunda calzada de Salas-La Espina.

No pasa nada, un pequeño lapsus lo tiene cualquiera.

Termino reiterando mis más efusivas gracias por sus desvelos hacia esta comarca - las gracias se las reparten todos –. Gracias por haberme proporcionado estos ocho meses de intensa emoción y vivencias.

Gracias.

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