Despedir
un año está bien. Significa que lo hemos sobrevivido y no puede haber mejor
noticia ¿verdad?
Le
digo adiós sin pesar. El que viene no sé lo que me deparará, tampoco me
obsesiona. ¿Será rutinario? ¿Loco? Lo veré y espero contarlo.
Este
ha sido más de lo mismo en lo que nos atañe a todos. Rajoy sigue en el machito;
el PSOE continúa por la senda de los pasos perdidos; Ciudadanos anda con la
mosca detrás de la oreja; Izquierda Unida cuasi desaparecida y Podemos se enzarzó en una pelea clásica muy
vista. Los nacionalistas perviven en su mundo.
La
economía habrá mejorado pero los salarios siguen siendo una mierda. Las
pensiones se nutren del fondo. Los corruptos deambulan por los juzgados. Los
bancos no nos devuelven ni un euro. La emigración se sigue llevando a los
jóvenes. La insolidaridad, la xenofobia, el racismo y el machismo asesino son los
jinetes apocalípticos que campan a sus anchas en nuestro civilizado mundo. Y
por si no tuviéramos bastante nos llegó el Trumpazo.
En
lo personal pues bien, gracias.
No
me hago ningún propósito para el que viene. Lo dejo a la improvisación.
Deambularé
con la sonrisa puesta, al menos lo intentaré las más de las veces, daré de
lado a esos agentes tóxicos cargados de mentiras, odio, sinvergonzonería y una
maldad que cubren con una pesada capa de ignorancia. Esquivaré
a quienes viven de una imagen fatua y de mentirse.
Vivir
– y eso cubre el amor – viajar, leer, disfrutar a pequeños sorbos de momentos
únicos son esos propósitos que no tengo y que intentaré que cubran mi nuevo
año.
Au revoir 2016 by Santiago Pérez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.
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