Tiempos de Swing, me gusta y me apropio de él. No es mío, es el
título de la última novela de Zadie Smith.
La música y el baile tienen un
papel relevante pero no es lo importante. La amistad, las relaciones personales
y familiares, la pobreza, la identidad son lo sustancial.
Dos personajes principales: la
narradora, de la cual no sabremos el nombre, y su amiga de la infancia Tracey,
aunque no sé si se puede llamar amistad a lo que las une, tal vez sea mejor
definirlo como dependencia. Cómo coprotagonistas tenemos a la madre de la
narradora, mujer comprometida e implacable; a Aimee cantante de éxito y algunos
secundarios cuyos perfiles cierran el círculo de la novela: Lamin, Hawa,
Fernando o los padres de las protagonistas. Los rasgos de los personajes están
lo suficientemente marcados para conformar estereotipos.
La novela rompe el orden
cronológico con saltos hacia delante y hacia atrás, vamos lo que en teoría
literaria se llama anacronía, pero no pasa nada, no nos perdemos.
Las dos amigas buscan desde la
niñez el éxito, lo intentarán por caminos distintos, ¿lo lograrán? Pues lo
siento, tienen que leer la novela.
Las relaciones interraciales, la
lucha por salir de la pobreza de un barrio marginal londinense, siendo además
de raza negra o mulatas, se entremezclan con los deseos “salvadores” de una
cantante de éxito, Aimee, que decide embarcarse en una “aventura” africana sin
tener ni idea de lo que se trae entre manos.
El mundo negro africano, la
pobreza según nuestros cánones, la explotación del dictador de turno, el
conflicto entre la tradición animista y la islámica radical, entre un mundo
blanco y otro negro también están presentes.
El éxito y el reconocimiento
mueven a la narradora y Tracey en su infancia, a la segunda toda su vida. Pero
tras esa ansia se encuentra la desigualdad social, marcada en este caso no solo
por razones económicas si no también por el color de la piel. Sin olvidar la
ruptura familiar (interracial) que condiciona a las protagonistas.
La desconocida narradora anda
bastante perdida por la vida. La relación con su madre no cuaja, con Tracey es
una dependencia casi enfermiza, con Aimee es de sumisión, con los hombres
tampoco es exultante. No encuentra su camino y en ocasiones me llegó a parecer
un poco tonta.
Me gustó. Se le puede sacar
sustancia y darle vueltas a los planteamientos que nos presenta Zadie Smith,
pero eso a gusto del lector. Tiene de todo un poco.
Lo mejor que pueden hacer es
leerlo y así opinan. Pasen por la biblioteca pública
más cercana o por su librería preferida y búsquenlo.
Tiempos de Swing by Santiago Pérez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.
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