Intentó estafar a Franco. ¡Cómo
lo oyen! Albert von Filek, austriaco, estuvo en un tris de chulear a Franco y
sus huestes. ¡Anda que no tenía valor ni nada! Esa es la historia que cuenta
Ignacio Martínez de Pisón en Filek.
Filek se sacó de la manga una
gasolina sintética. No tiene desperdicio. La fórmula de la pócima mágica
consistía en “la filtración de un cincuenta por ciento de agua con un cincuenta
por ciento de alcohol procedente de la fabricación de hidratados o anhidros
obtenidos de vinos endebles, jugos o caldos fermentables vinícolas, ídem de
melazas, ídem de remolacha, ídem de maíz, ídem de patata y por último trigo.
Una vez mezclado perfectamente esto, se le agrega otra mezcla del restante
porcentaje de acetona, naftalina y algodón de pólvora mediante pulverización
simultánea de las dos mezclas; a continuación pasará repetidas veces por
filtros convenientes”.
Lo siento, no pude resistir la
tentación de dar a conocer la fórmula secreta. Es delirante. Y esto se lo
tragaron los gerifaltes franquistas y el propio dictador.
Permítanme un inciso, la prensa
asturiana recordó hace unos días el veinticinco aniversario del Petromocho.
Para los que no lo sepan: en 1993 el gobierno socialista de Juan Luis
Rodríguez-Vigil anunció a bombo y platillo una inversión multimillonaria para
construir una refinería de petróleo cerca del puerto de El Musel, en Gijón. La
financiación correría a cargo del Saudi International Bank, eso sí, el gobierno
asturiano tendría que aportar una jugosa subvención. El intermediario de esta
operación fue el francés Maurice Jean Lauze, antiguo miembro de la Organización
del Ejército Secreto francés (OAS).
Rodríguez-Vigil dimitió. En unas
declaraciones que hizo el pasado 16 de marzo dijo: “Hice lo que debía; no me
arrepiento”. No se puede ser más soberbio.
Filek y Lauze almas gemelas.
Vuelvo a Filek.
No se trata de una novela
histórica, tampoco es un libro de historia. Filek
es producto de un trabajo riguroso de investigación en archivos, bibliotecas,
hemerotecas, etc. en el que Martínez de Pisón empleó cuatros años y otro más en
su redacción. Es una narración que en ocasiones parece una novela, pero no lo
es. El autor no engaña a los lectores y así cuando sus investigaciones no han
dado frutos nos avisa y ofrece conjeturas plausibles con el fin de intentar
aclarar algunos puntos oscuros.
El libro tiene al final notas, agradecimientos
a quienes han contribuido a la investigación – lo cual es muy normal en el
mundo anglosajón pero no por estos lares-, consta también de una bibliografía y
un índice onomástico.
Albert von Filek fue un
delincuente, un estafador que se aprovechó de la ingenuidad y la avaricia de
las personas además de un sobrado. Su petulancia le complicó tanto la existencia que acabó con sus huesos en la
cárcel.
Filek vivió en España entre 1931
y 1946 y Martínez de Pisón hace un recorrido por ese momento histórico. La
tragedia y las miserias españolas de la época están muy presentes. Las dos
guerras mundiales tienen también su espacio.
El libro narra una historia de la
que solo conocía el intento de burlar al dictador y me gustó, pero esto no es
nuevo, me gusta como escribe Ignacio Martínez de Pisón. Me siento bastante
identificado con este escritor y ya se sabe, a uno le gusta lo que conoce y lo
que le reafirma. Se lee muy agustito y a la par se puede dar un repaso
histórico.
Ya saben, lo tienen disponible en
su biblioteca pública o librería preferida.
El estafador que intentó sablear a Franco by Santiago Pérez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.
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