27 ago 2018

Impuestos, bancos y pagamos los de siempre

Permítanme que comience con una obviedad: en este país quienes soportamos la mayor fiscalidad somos los trabajadores con nómina. Ahora me saltarán a la yugular los autónomos, los pequeños empresarios. Pues no lo hagan, por favor.  Los trabajadores con nómina son fáciles de controlar y más fácil aún resulta recaudarles.

Ya sé lo difícil que es ser autónomo y pequeño empresario, los riesgos que corren, lo que trabajan y todo lo que deseen. Por favor, no mezclen uno con otro. Yo me voy a referir a los bancos y mi primera afirmación la mantengo.

Dicho esto, que todo hay que intentar clarificarlo, voy a contarles mis últimos “descubrimientos” que son fruto de haber visto que infoLibre está dedicando una serie de artículos titulados Los privilegios fiscales de la banca escritos por Begoña P. Ramírez. Por cierto, hay que hacerse socio para poder leerlos. De todas formas, en internet hay mucha información.

El tema de los impuestos es un debate permanente. Es una cuestión que nos afecta a todos y todos opinamos.

Segunda obviedad: a nadie le gusta pagar impuestos.

No conozco a nadie que le guste pasar por caja. En todo caso  a mí me gustaría pagar mucho ya que eso supondría que tendría muchísimo. Eso decimos. Pues no es cierto. Los que más tienen son los que más defraudan. No hacen falta ejemplos.

La llegada de Pedro Sánchez a la presidencia del Gobierno hizo saltar las alarmas. Nada nuevo. Son los de siempre y como siempre que no gobierna la derecha. Pues no sé por qué.

Les recuerdo que Sánchez defendió la modificación del artículo 135 de la Constitución. En un artículo publicado en El Periódico, Pedro Sánchez argumentó que "nunca creí que lo que diferenciara a la izquierda y la derecha fuese el tamaño del déficit público. La estabilidad de las cuentas es un principio de buen gobierno"; "La estabilidad no está reñida con la justicia social, al contrario, la alimenta al garantizar la sostenibilidad del Estado del bienestar”.

Lo dijo él y ahí está. ¡No sé a qué viene tanto temor!

El Presidente anunció que quería subir los impuestos a la banca y las empresas tecnológicas y los de siempre se tiran al monte. Ya se les olvidó que Mariano Rajoy fue el Presidente que más subió los impuestos en este país.

La idea, al parecer, es obtener más ingresos con nuevos impuestos a la banca, entre ellos uno específico con el fin de mejorar las cuentas de la seguridad social. No será el único. Hablaron, los responsables socialistas, de la “fiscalidad verde” con el que se aumentarán los impuestos al gasóleo para acercarlo progresivamente al precio de la gasolina. Anunciaron también la eliminación de exenciones, bonificaciones y deducciones a las grandes corporaciones. Quieren pasar en el Impuesto de Sociedades a un tipo efectivo del 15% y no del 12% de media que están pagando. Dice mucho de la actual situación que hoy se recauden unos 20.000 millones de euros al año, cuando antes de la crisis eran 40.000 millones. Otro de los incrementos quieren hacerlo en el IRPF para quienes ganen más de 120.000 euros al año. A mí no me va a afectar, a la mayoría de los ciudadanos tampoco.

Bien, podemos argumentar a favor, en contra o todo lo contrario. De momento lo único que sube es el gasóleo. O lo que es lo mismo, un impuesto indirecto que nos grava a todos por igual. ¡Esto es justicia distributiva! Para los más inocentes, léase con ironía.

Por lo que se refiere a la “fiscalidad verde” se está tratando en la Unión Europea, no es algo exclusivo de España.

¡Y llegamos a la madre del cordero!: los bancos.

Los bancos españoles más importantes se han negado, faltaría más, a que se implante un nuevo impuesto dirigido específicamente a ellos, “ya pagan suficientes impuestos”.

Según se lea la información que proporcionan unos u otros medios de comunicación la cosa cambia mucho. Periódicos económicos y páginas especializadas dan cifras de  los impuestos que pagan los bancos que no se corresponden con lo dicho por otros. Periódicos como Expansión o páginas como Bolsamanía, muy liberales ellos, le hacen la ola al sistema bancario. Público o infoLibre, incluso El País, proporcionan otros datos que los anteriores obvian o no consideran relevantes. Como ejemplo vean el título de un artículo de Expansión del pasado 7 de julio: “Quince “golpes” del Gobierno a las empresas”. Toda una declaración de intenciones.

Dejando de lado a los palmeros, he comprobado que el Impuesto de Sociedades les ha resultado a devolver, para el conjunto de la banca en los últimos diez años, a pesar de que ganaron 84.000 millones de euros.

No es un invento. Estos datos los ofrecen las propias entidades bancarias en los informes que remiten a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, referidos al período que va del 2008 al 2017. Esto incluye a los seis grandes bancos: Santander, BBVA, Caixabank, Bankia, Sabadell y Bankinter. Por cierto ¿ven cómo los bancos españoles se internacionalizan? Añaden a su nombre una “k” y asunto arreglado.

Por si esto fuera poco, la factura fiscal de ese período, 2008-2017, contemplando globalmente la banca, ha generado un saldo a su favor de 164 millones de euros.

Es bueno recordar que el pasado mes de abril el Gobierno, gobernaba el señor Rajoy, estimaba que para 2018 el Impuesto de Sociedades tendría unos ingresos un 45,8% inferiores respecto a los del 2007. ¡Bien! Ese porcentaje trasladémoslo a euros. El Gobierno de Rajoy, con su Montoro a la cabeza, estimó unos ingresos de 24.258 millones de euros por ese Impuesto de Sociedades. ¿Saben cuánto se recaudó en 2007? Se lo digo: 44.823 millones. Una pequeña diferencia ¿verdad? Ya saben, léase con ironía.

Los Presupuestos Generales del Estado para 2018 contemplaron unos ingresos de 210.015 millones de euros. De esa cantidad, 110.996 millones procederán de impuestos directos (IRPF, Sociedades y otros); por impuestos indirectos 96.923 millones.

¿No les resulta curioso que estén tan próximos los ingresos por impuestos directos e indirectos? ¿Les tengo que recordar la falta de equidad que eso supone?
Hablando de recordar, les recuerdo que los presupuestos vigentes fueron elaborados por el Partido Popular de Mariano Rajoy y asumidos por el PSOE de Pedro Sánchez.

Echando una ojeadita a las informaciones publicadas en el mes de abril, cuando el ministro Montoro presentó los presupuestos, los medios de comunicación hablaron largo y tendido sobre ellos. Veamos lo que dijeron algunos.

Expansión: “La presión fiscal subirá hasta el 38,3 en 2018”. “En el Impuesto de Sociedades, la magnitud de los beneficios fiscales se sitúa en 3453 millones de euros, lo que representa un alza del 62,3%”.

SEMANAeconómica.com: el Partido Popular “sube los ingresos fiscales, pero modera la presión tributaria”.
elEconomista: “La presión fiscal subirá en 2018 por segundo año consecutivos, hasta el 38,3%”.

ABC: “Hacienda prevé que los ingresos por IRPF crezcan seis veces más que los sueldos”.

Eso sí, estos medios suelen utilizar expresiones como “el Gobierno se vio obligado”, cuestión que no tiene nada que ver con lo de Pedro Sánchez que hace las cosas por mala leche y antiespañol. ¡Uy! qué tontería, ya se me había olvidado, son los presupuestos  del Partido Popular.

Metidos en materia veamos cómo anda eso del Impuesto de Sociedades en el País Vasco y Navarra, por aquello del cupo.

En 2017 PNV (Partido Nacionalista Vasco) y PSE (Partido Socialista de Euskadi) pactaron una rebaja fiscal en el País Vasco y lograron el apoyo del Partido Popular a los presupuestos. Está bien refrescar la memoria.

Allí, en el País Vasco, acordaron rebajar el Impuesto de Sociedades del 28% al 24% para las grandes empresas y del 24% al 20% a las pymes, en un plazo de dos años a partir de su entrada en vigor.

Navarra, casi sin darnos cuenta, va por el mismo camino. En 2018, según el Diario de Navarra, ingresará en 2018 un 62% menos que en 2007 por el Impuesto de Sociedades.

Curiosamente – ironía, por favor – los ingresos por IRPF aumentaron en un 28% desde el año 2010. No hay duda de que el esfuerzo fiscal recae, en mayor medida, en las rentas del trabajo.

En Navarra tenían la intención – no sé si se llevó a la práctica - de modificar la compensación de las Bases Imponibles Negativas para permitir a las empresas con pérdidas reducir su carga fiscal durante los quince años posteriores.

Así y todo, los empresarios navarros se quejaban de pagar mucho a Hacienda. El ministro Montoro afirmaba por su parte que el Impuesto de Sociedades de Navarra era el más bajo. Pues me parece a mí que los empresarios no tienen razón. En 2006 a través del Impuesto de Sociedades se recaudaron en Navarra 518,5 millones de euros, en 2017, hasta septiembre, llevaban recaudados 132,75 millones. No, va a ser que no tienen razón.

Queremos mejores servicios sanitarios, educativos o mejores infraestructuras, incluidas autovías  o AVEs a tutiplén. ¿Cómo lo pagamos? Abominamos del impuesto de sucesiones, del de sociedades por “injustos”. Nos cargan los impuestos indirectos, los más injustos de los impuestos, y ahí las críticas se reducen a un taco cuando ponemos gasolina al coche y poco más. Han logrado que muchos, muchísimos, ciudadanos denuesten los impuestos directos que son los que van sobre la riqueza personal. Tenemos que incluir en ellos el de sucesiones puesto que significan un incremento individual de la riqueza, da igual la procedencia de esa herencia.

A más impuestos indirectos más desigualdad social, pinten cómo lo pinten. La pobreza no es sólo económica.

Quiero terminar con unas declaraciones de un consejero delegado de una de las grandes entidades financieras, no decían su nombre: “Los bancos que ahora existen no han sido los causantes de la crisis”. Y no sé quedó ahí, añadió que han colaborado en pagar parte de los destrozos causados por los demás. Así, con dos cojones.

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