Publicado en La Nueva España el 12 de octubre de 2018
Me miro al espejo. Veo a un joven
de veinte años, bueno de treinta. Sonrío. No me fijo en las arrugas, en la
firmeza de los párpados, ni siquiera en la falta de pelo.
Nadie envejece. Nadie quiere
envejecer. A los sesenta somos jóvenes, a los ochenta un poco mayores, todos
mueren estando muy bien y nadie se lo explica.
Las enfermedades son cosa de los
demás, no mía. Estoy bien. Soy fuerte. La vida me va, me va la vida, me va.
Hasta que tropiezo.
Un día es una molestia, otro un
pequeño dolor. Luego todo es dolor. Duermo y duele. Abro los ojos y ahí está,
duele.
Personal sanitario, hospitales
públicos. Gracias.
Me veo sentado y desplazándome
gracias a mis manos o a las de otros que empujan la silla. Las plazas de
aparcamiento se convierten en una trampa. Las calles son pistas americanas
donde se necesita un detector para encontrar un sitio donde cruzar. Algunas
rampas están tan mal hechas que resulta temerario utilizarlas. Ir en silla de
ruedas se convierte en una odisea.
Me olvido de ir a muchos bares o
tiendas. Me resulta imposible. ¡Y que no me entren ganas de ir al baño! Salvar
un montón de peldaños es impracticable para mí. Los trámites en mi ayuntamiento
los delego. A la biblioteca tampoco voy.
Más de uno me mira con
conmiseración desde su bipedismo. Lo hacen con apenado disimulo, de soslayo no directamente.
Los niños sí que lo hacen. Se agradece. Los mendigos no se acercan a
solicitarme una dádiva. Les doy pena. Hay quienes se desviven por ayudar,
otros, sí me descuido, me arrollan. No echo la culpa a nadie, se debe a mi
inexperiencia.
Las circunstancias, espero y
deseo que transitorias, me han expuesto al mundo a media altura y he
comprendido las demandas de las personas que tienen alguna discapacidad.
Quienes diseñan nuestras calles, edificios o transportes antes de empezar
debieran sentarse en una silla de ruedas, verían el mundo de otra manera.
El mundo a media altura by Santiago Pérez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.
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