César Manrique, el otro protagonista de La ceguera del cangrejo

Mi interés por Lanzarote estuvo motivado por la obra de César Manrique, y por obra me refiero a los diseños de los espacios públicos que realizó para la isla: Los Jameos del Agua, el Mirador del Río, el Jardín de Cactus, el Lago de la Costa de Martiánez… o la Casa del Volcán. Siendo bastante joven todos y cada uno de ellos me parecieron espectaculares por su belleza y adaptación al medio. Solo los conocía por fotografías. Años después, ya adulto, tuve la ocasión de visitarlos y aún me parecieron más hermosos. Me enamoré de Lanzarote. He visitado la isla en varias ocasiones y nunca me ha defraudado. Ahora tengo montones de fotos.

Otra de las razones por la que me atraía la isla eran sus paisajes, Timanfaya especialmente, pero también el creado por los isleños para sus cultivos. El malpaís en su desolación y aspereza me atrae. Timanfaya y sus volcanes me fascinan.

No soy el único, Alexis Ravelo también lo piensa aunque él tiene motivaciones más directas. Natural de las Palmas de Gran Canarias, es el autor de La ceguera del cangrejo, novela policiaca que se desarrolla en esta isla, y que además contó con el apoyo de una residencia de escritura de la Fundación César Manrique. Su agradecimiento a la fundación es natural, pero me parece que cargó las tintas. Creo que no hacía falta tanto, resulta un poco pelota. Las obras de Manrique, por cierto este año se cumplió el centenario de su nacimiento, están tan presentes que casi crees estar ante una guía turística.

   

La muerte de una historiadora del arte y las investigaciones de su novio, militar de profesión, nos llevará por un amplio recorrido por Lanzarote. Chanchullos, corrupción y traición son el telón de fondo de la novela. No, no es eso. El artista conejero es el protagonista. La historia parece supeditada a la obra de César Manrique y la isla. La muerte de Olga, así como los personajes y sus historias parecen tener un papel de comparsas.

Como no podía ser de otra manera, dada la trama de fondo, aparece la figura de José Saramago. La ceguera del cangrejo es también una novela comprometida con Lanzarote y su preservación como espacio natural.

La verdad es que me hizo rememorar la isla. La inmensa mayoría de los lugares que cita los he visitado y eso hizo que la intriga me pasase más desapercibida.

Se queda en un canto loable a la figura de César Manrique, a su obra, y a la isla de Lanzarote. Para cualquier otra apreciación, que seguro que son muchas, tendrán que leerlo. Lo podrán encontrar en su biblioteca pública o librería preferida.

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