31 mar 2021

Presupuesto de miseria para la Red de Bibliotecas Públicas de Asturias


Una de las salas de la biblioteca pública de Tinéu

  Un año más asistimos al desprecio del Gobierno asturiano con la Red de Bibliotecas Públicas del Principado de Asturias. Fíjense bien que el propio Gobierno autonómico las denomina red de bibliotecas de Asturias.
  Para que no les queden dudas desde el rincipio les informo que para el año 2021 van a destinar 75000 euros y otros tantos para 2022. 150000 euros para unas 130 bibliotecas. Esa es la cuantía que se recoge en la Resolución de 10 de febrero de 2021, de la Consejería de Cultura, Política Lingüística y Turismo y publicada en el BOPA (Boletín Oficial del Principado de Asturias) del 26 de febrero de 2021. Se trata de la primera modificación parcial del Plan Estratégico de subvenciones para el ejercicio 2020-2022.
  Vale, pero la primera en los dientes.
  No me paré a buscar lo que van a aportar para incrementar los fondos de eBiblio Asturias. Da igual. Ese dinero destinado a subvenciones a las entidades locales para la adquisición de libros con destino a las bibliotecas públicas significa o bien ese desprecio o desconocimiento, lo cual no es otra cosa que desprecio.
  No es novedad. Año tras año destinan exiguas cantidades al incremento de los fondos de las bibliotecas públicas. La carencia de novedades, o su escasez, provoca un daño muy profundo a estos servicios públicos. Desde luego prestar libros no es su única función, pero sí una muy importante de cara a los sectores de población más desfavorecidos que no los pueden adquirir por su cuenta.
  Al gobierno regional se le olvida que se trata de una cuestión de equidad. Las bibliotecas públicas son los servicios básicos más democráticos que tiene nuestra sociedad para el acceso al conocimiento y el entretenimiento. No debiera ni mencionarlo. Tendrían que tenerlo grabado a fuego.
  Lo más triste de esta situación – repito que no es nueva – es que la consejera de Cultura, Política Llingüística y Turismo de Asturias es Berta Piñán. Por sí alguien no recuerda quien es les diré que es profesora de Lengua Castellana y Literatura y poetisa. Escribe en asturiano. Esta puntualización no es baladí.
  Cuando se habla de agravios o en este caso desprecios, y por si no fuera suficiente con la cifra dada – se la recuerdo, 150000 euros para dos años – voy a comparar. A los más sensibles les informo que no pretendo que le quiten nada a ningún sector, sencillamente informo y comparo. A ello voy.
  En este mismo tiempo, año 2021 y 2022, la consejería de Cultura destinará al asturiano 1460320 euros.  En esta cifra se engloban subvenciones para la promoción del libro en asturiano o gallego-asturiano – a partir de ahora me referiré al asturiano pero engloba también al gallego-asturiano - a los medios de comunicación para la normalización social del asturiano, subvenciones a las entidades locales para la normalización social del asturiano, a diversos premios literarios en asturiano, a la Mancomunidad de la Sidra, a la de Cabo Peñas, a la Fundación Parque Histórico de Navia, a la Fundación Valdés Salas. También conceden 19400 euros a doce ayuntamientos, 19400 a cada uno,  para sufragar los gastos del funcionamiento de sus servicios de normalización lingüística. Lo hacen directamente, no vía subvención. Asimismo, la consejería de Cultura sufraga los gastos de la Universidad para la normalización lingüística y la subvención financia los gastos de personal de dicho servicio y sus actividades. No consta el presupuesto que destinan.
  Insisto, comparar da una idea de la equidad y la valoración que tiene el Gobierno asturiano de los distintos servicios públicos.
  Las bibliotecas públicas necesitan presupuesto para seguir cumpliendo su función social, pero necesitan, urgentemente, adaptarse a la realidad. La expansión, o mejor dicho, la colonización de internet supone tener al alcance de un teléfono móvil toda la información y eso es inabarcable. Si hasta hace poco tiempo los bibliotecarios se encargaban de acercar la información y el conocimiento a todas aquellas personas que se lo demandaban, con rigor y sin ningún tipo de interés – salvo el de cubrir las expectativas de los usuarios – su papel en estos momentos es aún más importante.
  Las bibliotecas públicas como servicios públicos abiertos a toda la población, sin ningún tipo de requisito o restricción, y con unos objetivos claros de potenciación de los recursos culturales  y dinamización de la comunidad tienen un amplio campo de trabajo por delante. Pero sin dinero y compromiso político con ellas están abocadas a la desaparición.
  Lamentablemente el Gobierno asturiano les está dando la espalda, al igual que Berta Piñán, consejera de Cultura, y los ayuntamientos. Para muestra ahí están los dineros que van a destinarles.
  ¡Qué tristeza!

 

 

 

 

 

 

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