El 8 de junio de 1990 se celebró,
en el Ayuntamiento de Tineo, un pleno
extraordinario para debatir y votar la moción de censura contra el alcalde
socialista Santiago Pérez González. Sería la primera, pero no la última.
En la elecciones de 1987 el PSOE
obtuvo seis de los diez y siete concejales, Unidad Campesina (UC) logró cinco,
tres el PP y otros tres el CDS (Centro Democrático y Social).
Es necesario dar una brevísima
pincelada sobre UC dada su peculiaridad, e incluso podríamos decir que
anomalía, dentro del panorama político asturiano.
Unidad Campesina era una
agrupación de independientes con raíces y sustento en el sindicalismo agrario. Procedentes
de Unidad Campesina de Asturias algunos de sus integrantes en Tineo fueron
expulsados de ese sindicato y de ahí surgió UC.
Tras dos legislaturas, la de 1979
y 1983, donde estos independientes tenían
todo el poder, sobre todo en la última, entraron en barrena y las disputas
internas resquebrajaron su inestable entramado. En todo ello tuvo mucho que ver
su alcalde, Valentín Fernández Diez. Su envanecimiento - eso se decía en la
calle - y una vida personal en boca de todos los vecinos repercutió de forma
negativa en el electorado. Valentín Fernández reaparecerá en la escena política
tinetense.
El PSOE logró un acuerdo con el CDS
y así Santiago Pérez fue elegido alcalde.
Inicialmente para gobernar juntos, pero esa situación duró poco y los
socialistas tuvieron que continuar en soledad, eso sí, sin perder el apoyo del
CDS. Las aguas revueltas se volvieron turbulentas en los plenos municipales y
los choques entre el alcalde y Laureano García, concejal del CDS, pasaron a ser
enfrentamientos directos.
Unidad Campesina vio la jugada,
no desaprovechó la ocasión y propuso al PP y a Laureano García presentar una
moción de censura. Aceptaron. Sería la primera moción de censura de esa
legislatura en Asturias.
Ahí empezó un período de gran
tensión política que afectó de lleno a los vecinos del concejo. Enfrentamientos
verbales, conatos de agresiones físicas, amenazas, insultos… La convivencia se
vio alterada no solo entre vecinos, si no también en las familias.
Los motivos, según los
integrantes de esa moción, fueron el rechazo a integrarse en una mancomunidad
del suroccidente asturiano, el matadero y el carácter dictatorial del alcalde.
Esa mancomunidad se había
planteado que tuviera dos cabeceras, una en Cangas del Narcea y otra en Tineo.
Con ella se pretendía que los concejos integrantes dispusiesen de un parque de
maquinaria para el mantenimiento de las carreteras y para construir nuevas
infraestructuras rurales. Estaba previsto que ampliase sus fines y ofreciese
más servicios.
La idea fue impulsada por la FSA
(Federación Socialista Asturiana). Con ella se pretendía gestionar los recursos
de forma más eficiente y económica y para ello no dudaron en presionar a los
alcaldes socialistas para que apoyasen esa iniciativa. Desde la capital,
Oviedo, no tuvieron en cuenta las viejas rencillas entre municipios, en este
caso entre Cangas del Narcea y Tineo y así les salió el tiro por la culata.
Tras algún que otro intento de
mancomunar concejos, todos ellos fallidos, la idea fue desechada y desde hace
años no se ha vuelto a proponer en ninguna comarca asturiana. De vez en cuando
surge alguna voz pidiendo algún tipo de agrupamientos pero rápidamente son
silenciados.
Esa es otra historia, volvamos a
Tineo.
Los censuradores argüían que
Cangas del Narcea era beneficiada en detrimento de Tineo. Ponían de ejemplo el
acondicionamiento del corredor del Narcea (AS-15) - aunque recorra una parte importante
del concejo de Tineo - y, sobre todo, el Hospital Comarcal Carmen y Severo
Ochoa, ubicado en Cangas del Narcea. Intentar razonar que al tratarse de un
hospital comarcal tenía que estar situado en una zona equidistante a todos los
concejos beneficiados era una perdida de tiempo. Todavía hoy hay quienes
mantienen esa opinión.
Otro de los argumentos de peso fue el carácter dictatorial de
Santiago Pérez. Hay que reconocerles a Unidad Campesina que siempre supieron
construir un relato muy populista y de fácil calado entre los votantes.
Santiago Pérez era un hombre de
fuertes convicciones, con unas ideas claras y un trabajador infatigable, con un
fuerte carácter, poco dado a los halagos y muy directo. De ahí a ser un
dictador hay un trecho. Esta, al igual que aquellas opiniones, no son más que
eso, opiniones.
La realidad es que la oposición,
en los tres años de gobierno de Santiago Pérez, no interpuso ninguna demanda
por menoscabo de alguna libertad o conculcación de derechos civiles o
políticos.
El tercer argumento esgrimido fue
la construcción de un matadero. En un principio se habló de uno mancomunado con
lo que las protestas desde Tineo arreciaron. Los ganaderos tinetenses, con UC a
la cabeza, querían uno municipal y la oposición hizo de este tema su caballo de
Troya. Tras los primeros dimes y diretes, Santiago Pérez llegó a afirmar
rotundamente que ese matadero se iba a construir en terrenos del concejo de
Tineo.
Unidad Campesina intuyó que sí se
construía perdían las siguientes elecciones. No dudaron, sabían lo que tenían
que hacer y lo hicieron.
En este batiburrillo político y
personal hubo otro actor destacado, Javier Hevia. ¿Quién era? En aquellos años,
Javier Hevia era el secretario regional del CDS y tenía vínculos familiares en Tineo.
Este hombre presentó, en 1989, un plan urbanístico por el que se comprometía a
ceder al ayuntamiento siete mil metros cuadrados para construir un nuevo
depósito de agua a cambio de la recalificación de 33000 metros para construir
24 chalés en unos terrenos propiedad de su familia. En el paquete metía también
la construcción de un hotel en una finca situada en San Roque.
Esta información fue pública. Las
sospechas de que tras esa moción de censura había menos amor a Tineo y más intereses
políticos y económicos que otra cosa se instaló en una parte de los vecinos. La
suerte estaba echada y a no ser un por un milagro… pero ¿quién cree en ellos?
Esas sospechas se reafirmaron
tras las declaraciones del concejal tinetense del PP, José Fernández Menéndez,
a La Nueva España publicadas el 29 de
mayo de 1990. Según este concejal popular, la moción de censura en Tineo fue
impulsada por el secretario regional del CDS, Javier Hevia. De esa misma
opinión fueron algunos miembros del propio CDS, entre ellos su cabeza de lista
por Tineo, Maximino Rodríguez Rodríguez.
Esta historia tuvo un
protagonista sin el cual no hubiese presentado ni prosperado la moción de
censura, el ya mencionado Laureano V. García Díez. Su argumentario difiere en
algunas cuestiones con el de UC. En unas declaraciones realizadas a La Nueva España, el 7 de junio de 1990,
afirmó que la causa de su desafección fue una disputa en el Pleno cuando, según
sus palabras, el alcalde le negó información sobre el proyecto de la residencia
de ancianos a lo que se sumó las discrepancias en su propio partido, CDS,
respecto a las propuestas sobre el matadero. Arguye también el carácter
dictatorial del alcalde.
Siguiendo con sus críticas, Laureano
García acusa a Santiago Pérez de ser el correo de Oviedo y de aceptar las
migajas que le dan. Este concejal se manifiesta contrario al arreglo de la
carretera del Corredor del Narcea por ser «una obra que solo beneficia a Cangas
del Narcea».
Los enfrentamientos eran tan
intensos que Laureano García llegó a afirmar, y denunciar, que le habían
pinchado el teléfono.
El que iba a ser futuro alcalde,
Francisco Rodríguez Blanco, consideraba que el alcalde, y el PSOE, habían
realizado pocos esfuerzos con Tineo. De forma continua comparaba Tineo y Cangas
del Narcea y, según él, siempre salía perjudicado Tineo. El localismo era, y
sería, el eje vertebrador de su discurso.
Francisco Rodríguez - conocido por Paco Bárcena - tachaba de poco
dialogante a Santiago Pérez y de salir muy caro al ayuntamiento. Aunque no lo
manifestaba claramente, las rencillas personales estaban presentes.
En la legislatura anterior Paco
Bárcena ya había sido concejal y dimitió el último año. Antes de la moción reconoció
que en el último año había asistido a tres plenos municipales y a dos
comisiones de Hacienda. No parece mucho como para saber lo que sucedía en el Ayuntamiento,
pero así y todo estaba dispuesto a coger las riendas del consistorio.
El 31 de mayo de 1990 se celebró
en la Plaza del Ayuntamiento un acto de despedida de Santiago Pérez. Además del
propio alcalde intervinieron el tinetense Manuel de la Cera, exconsejero de
Cultura del gobierno socialista, Celestino Suárez, vicesecretario de la
Federación Socialista Asturiana y Abel Caballero, exministro de Transportes y
secretario de política municipal del PSOE.
Por cierto, el Abel Caballero de
entonces todavía no había adquirido el carácter histriónico que hoy muestra en
demasía.
El 7 de junio, en la Plaza del
Ayuntamiento, apareció colgado de una soga un muñeco de trapo, llevaba un
cartel con el nombre de Laureano. Nada más llegar el alcalde al ayuntamiento
ordenó retirarlo. El acto no tuvo ninguna gracia y fue un despropósito más.
Tras el acaloramiento en las
calles, pueblos del concejo y en los medios de comunicación llegó el día de la
verdad. El 8 de junio de 1990, a las 22 horas, el salón de plenos del
ayuntamiento estaba abarrotado, al igual que las escaleras de acceso y la Plaza
del Ayuntamiento. En esta ocasión sí que se mascaba la tensión. Todos los
miembros de la Policía Local estaban presentes así como la Guardia Civil, en un
segundo plano.
Inicialmente se procedió a leer
la motivación de la moción de censura, que tras la lectura de la legislación
que la apoyaba, se quedó reducida a lo siguiente: «Con base a lo aquí expuesto
[se refieren a la legislación] y ante lo insostenible de la situación en la que
el actual equipo gobernante ha situado al Iltmo. Ayuntamiento de Tineo, con
paralización prácticamente absoluta de sus necesidades e ineficacia total en su
gestión».
La firmaban Francisco Javier
Rodríguez Blanco, José Rodríguez Fernández, Francisco Pérez Álvarez, José
Colado Álvarez, todos ellos de Unidad Campesina. Por parte del PP firmaron
Victorino Fernández Vidal, José Manuel Santiago Fernández y José Manuel Fernández
Menéndez. También Laureano Víctor García Díez, que ya había sido expulsado del
CDS.
Iniciado el turno de
intervenciones, el aspirante a alcalde, Francisco Javier Rodríguez Blanco,
señaló que el motivo de la moción de censura estaba concretado en el escrito
presentado en el ayuntamiento e insta a Santiago Pérez a que se defienda. No
dijo más.
A continuación tomó la palabra el
portavoz del CDS, Maximino Rodríguez Rodríguez, que expuso que su partido formó
parte del equipo de gobierno con el PSOE en 1987 «dada la situación
catastrófica y de desgobierno en la cual se encontraba el Ayuntamiento». Hay que recordar que en la anterior
legislatura había gobernado Unidad Campesina, siendo alcalde Valentín Fernández
Díez.
Ese pacto se rompió en 1988 pero
continuaron apoyando al PSOE. Maximino Rodríguez aclaró que no fue engañado por
el alcalde ni por los concejales socialistas.
Tras él, Santiago Pérez González
hizo una defensa de la gestión llevada a cabo por su gobierno durante casi tres
años. Realizó un repaso exhaustivo de las obras realizadas y los servicios
creados así como los proyectos en marcha y su valoración económica.
Confirmó una inversión de más de
tres mil millones de pesetas, cantidad considerable en aquellos años. Asimismo,
informó de acabar su mandato con un arqueo de caja de 169 millones de pesetas,
51 millones en deuda y un saldo favorable de más de 100 millones de pesetas.
Por parte de los censuradores no
hubo más intervenciones y así despejaron las motivaciones de su moción. El
público asistente al pleno se quedó con ganas de asistir a un debate.
A continuación se procedió a la
votación, no hubo sorpresas. Nueve votos a favor de la moción, ocho en contra.
Tras jurar su cargo el nuevo
alcalde, tomó la palabra el concejal Laureano García Díez para intentar
justificar su actuación. Así dijo que «lo único que le movía eran los intereses
del Concejo de Tineo, que debían estar por encima de otros intereses», según
queda recogido en el acta de la sesión.
Explicó las causas de la ruptura
del pacto con el PSOE, distinta a la de su jefe de filas, Maximino Rodríguez.
Puntualizó que el primer escollo fue la Mancomunidad Suroccidental ya que era
vender Tineo a Cangas del Narcea. Señaló Laureano García que Santiago Pérez
decía que había tres mil millones de inversión y pedía que se le presentasen
las inversiones del Ayuntamiento.
Curiosa petición. El ayuntamiento
de Tineo, al igual que otros de sus características, tenía, y tiene, unos recursos
propios limitados. La capacidad para atraer recursos ajenos no era relevante
según ese concejal.
Como se puede comprobar, las
explicaciones más prolijas fueron las de ese exconcejal del CDS, no es de
extrañar ya que para los vecinos era un tránsfuga.
El acta municipal de aquel pleno
está a disposición de quien desee verla y en ella constan los argumentos
esgrimidos por las partes. Así se recogen otras matizaciones de Laureano
García. Textualmente se dice en el acta de aquella sesión que este concejal «descalificó
la labor realizada en estos tres años de gestión por el Sr. Ex-Alcalde (derribo
del Cine Mirador, Residencia de Ancianos, Asociación Juvenil, Planes F.I.P
[Plan Nacional de Formación e Inserción Profesional], Rallye Villa de Tineo,
Montes, T.P.S [Teléfono Público de Servicio], Centro de Salud en el Campo de
Futbol (sic), Polideportivo y Aeródromo)…»
Cerró la sesión el nuevo alcalde,
Francisco Javier Rodríguez, diciendo que quería desterrar el personalismo y
autoritarismo y formar un equipo de gobierno en el cual cada persona tuviera
una parcela de responsabilidad e intentarían conseguir que el concejo de Tineo
fuese un poco mejor en todos sus aspectos.
Con el fin de su intervención se
terminó el Pleno.
Al final, en las cercanías del
Campo de San Roque no se hizo ningún hotel pero sí chalés y el depósito de agua
municipal. Que conste que con esto no establezco ninguna relación causal. No
recuerdo que terrenos eran los que entraron en la discordia. El matadero
municipal se construyó tiempo después y no resultó ninguna panacea. La
inversión municipal ha sido importante y se gestiona por una empresa privada.
Ahí dio comienzo otro período de
gobierno de Unidad Campesina repleto de traiciones. El desarrollo del concejo
se estancó, a la realidad me remito, la pérdida de población continuó en línea
ascendente a la par que no se desarrollaron políticas activas de estímulo
empresarial. Las discrepancias internas, las carencias y una mentalidad muy conservadora,
por muy bien intencionada que pudiera ser, lastró el futuro de Tineo.
En 1991 Unidad Campesina ganó
nuevamente las elecciones, también en 1995, pero en esa legislatura se inició
el proceso de su descomposición. José Rodríguez Fernández salió elegido alcalde
en 1995, no llegó a finalizar el mandato. Fue sustituido por Roberto Fernández
Fernández. Esa última etapa fue un desastre total. El descontrol era tal que
algunos concejales tomaban decisiones sin que el alcalde tuviese conocimiento.
Varios concejales salieron en desbandada, algunos recalaron en el PP. A pesar
de todo, en 1999 UC revalidó su triunfo por un estrecho margen, siendo elegido
alcalde Jesús Rodríguez Fernández. Poco duró la alegría. Los censuradores
fueron censurados y el gobierno pasó a manos del PP, con Mariano Ruiz Llano
como alcalde, con el apoyo de varios tránsfugas.
Esa es otra historia y queda
para otro día.
Este fue el monigote que apareció colgado. Fotografía de mí propiedad
Acta de la Sesión Extraordinaria del Pleno Municipal del Ayuntamiento
de Tineo, 8 de junio de 1990
La Nueva España, 25 de mayo de 1990
La Nueva España, 29 de mayo de 1990
La Nueva España, 1 de junio de 1990
La Nueva España, 7 de junio de 1990
La Nueva España, 8 de junio de 1990
La Nueva España, 9 de junio de 1990
Santiago PÉREZ FERNÁNDEZ. En José
GIRÓN (ed.), Partidos políticos y
elecciones municipales en Asturias (1979-2003), Gijón, 2007
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