Si
nos referimos al 14 de abril a muchas personas les llevará a un año concreto,
para otros, me temo que la mayoría, solo será una fecha más del calendario de
cualquier año. Me refiero al 14 de abril de 1931, fecha en la que se proclamó
la Segunda República española.
Ese
es el título del libro de Paco Cerdá, 14 de abril. No es un libro de
historia ni un ensayo, tampoco es ficción. Lo narrado está documentado, supuso
por parte del autor una investigación de dos años de revisar fuentes diversas
que van desde periódicos de esa fecha, libros, cartas, sentencias judiciales,
etc. Así lo explica Cerdá al final del libro.
14
de abril contiene emoción, fuertes sentimientos que acaban en muerte. Por
la forma de narrar parece una novela lo que le da más intensidad. Un ensayo o
libro de historia no se «permite» esas licencias tan literarias.
La
Segunda República sigue siendo controvertida, aún más para quienes desconocen
la Historia y se aferran a revisionismos fraudulentos o hacen caso de titulares
periodísticos malintencionados y manipuladores. Cerdá no entra en esas
cuestiones.
La
acción se desarrolla en esa primera jornada de la proclamación de la república.
El libro está dividido en horas, no las que marca el reloj si no en las
canónicas. Está clara la influencia de la Iglesia católica en la Historia de
España y máxime en lo sucedido antes, durante y después de la Segunda
República. De esa forma el autor deja clara la influencia de la curia católica.
No olvidamos como el dictador Franco iba bajo palio.
Las
elecciones municipales del 12 de abril de 1931 dieron como ganador a las
candidaturas republicanas. Esas elecciones se interpretaron como un plebiscito
entre monarquí y república. La mayor parte de las capitales de provincias
fueron para los republicanos y con ello se consideró indiscutible el triunfo de
la república. Así lo entendió hasta el propio rey Alfonso XIII que abandona
España. El almirante Aznar, último presidente del Consejo de Ministros, dijo
aquello de «España se acostó monárquica y se levantó republicana»
Aunque
a lo largo del libro aparecen personajes conocidos y relevantes centra lo que
sucedió en ese día a través de personas anónimas, les recuerdo que todas
reales. Paco Cerdá destaca en negrita el nombre de esos ciudadanos anónimos,
personas sin voz, que adquieren de esta manera toda la importancia. Esos
personajes, esas personas, tuvieron algo en común fueron víctimas ese día de
ilusiones y esperanzas desatadas en España. La muerte violenta se los llevó en
una jornada de júbilo nacional.
Buscar
la imparcialidad o la parcialidad en 14 de abril me parece vano. En toda
su verdad documental no busqué la «verdad histórica», como queda dicho no es un
libro de Historia. Lo sucedido en aquellos tiempos está recogido con fidelidad
sin ser exhaustivo, no era el objetivo del autor. Me pareció que a lo largo de
sus 248 páginas hay mucha cercanía, incluso cariño hacia esas
personas-personajes. La inmensa mayoría son personas de clase baja que ante la
esperanza generada buscan celebrar con los «suyos» el advenimiento de la
república. ¿Murieron siendo felices? Muerte y felicidad son antagónicos.
Desgraciadamente más adelante vendrían muchos más muertos en la guerra
fraticida iniciada por los militares con Franco al frente. Una guerra que fue
jaleada por la Iglesia católica española.
Es un
libro que toca fibras sensibles. Quienes pensamos que aquella etapa de nuestra
historia pudo haber sido muy fructífica para el conjunto de la sociedad y se
vio truncada por los que siempre detentaron el poder y no pudieron soportar
como se abrían puertas hacia una mayor igualdad, nos produce, me produce, una
gran desazón.
14
de abril obtuvo el II Premio de No Ficción Libros del Asteroide.
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