Veinticinco años en la vida de una persona no son nada. Esos
mismos años, hablando de un evento como la Feria de Muestras de Tineo, son todo
un acontecimiento.
Para los habitantes del
suroccidente es de sobra conocida, pero no por ello dejan de acudir a esta cita
anual. Y esa es una de las claves de su éxito: se ha convertido en una cita, en
un punto de encuentro, de los vecinos de la comarca.
Echando la vista atrás podemos
valorarla aún más. Sus inicios no fueron fáciles. Como toda innovación encontró
sus detractores, sin embargo, las dudas se disiparon ya en la primera edición.
En aquel año de 1989 hubo que
convencer a los expositores para que realizasen un esfuerzo y apostasen por
aquella I Feria de Muestras. Hoy, veinticinco años después, son muchos los que
no pueden estar en ella por falta de espacio.
No fue una idea original, sí una apuesta
arriesgada. El llevarla acabo supuso no solo vencer resistencias internas, sino
confiar en que unas pésimas comunicaciones no lastrasen la iniciativa. No fue
así. Los ciudadanos de la comarca se volcaron con esta Feria de Muestras. Desde
el primer momento trascendió el ámbito local y a lo largo de estos veinticinco
años no ha dejado de contar con el apoyo de los habitantes del suroccidente y
de sus empresarios. Es un orgullo que todos los tinetenses comparten y
agradecen.
Acostumbrados como estamos a
gastos desorbitados y poco rentables, esta feria no es desproporcionada en su
presupuesto y sí produce un gran provecho social y económico.
En ella no encontraremos las
últimas tecnologías, o sí; no descubriremos la penúltima novedad, aunque puede.
No deslumbrará, pero acogerá a todos por igual y eso sí que es importante.
Este próximo fin de semana
sabemos que en Tineo coincidiremos con nuestros vecinos y amigos. Veremos
nuevos modelos de coches, tractores y una variada gama de maquinaria agrícola.
Podremos mirar muebles, electrodomésticos para el hogar o el ocio y degustar
una amplia gama de productos alimenticios. No nos encontraremos con grandes
marcas internacionales, tampoco las echaremos de menos. No nos faltarán los
artesanos. Podremos comprar un helado, unos churros o disfrutar de una partida
de bolos. Hasta veremos a unos mineros entibando.
Sabemos que no es la Feria
Internacional de Muestras de Gijón, tampoco una de las muchas que se celebran
en Madrid o en Barcelona, ni siquiera una de Frankfurt o Londres, ni falta que
nos hace. Es nuestra feria. A ella vienen pequeños y medianos empresarios,
muchos de ellos vecinos y amigos, que son de los que contribuyen a sustentar la
economía de este país, y eso es mucho.
Fíjense si es importante que en
estos tres días veremos deambular a muchos cargos públicos por ella. Habrá
momentos en que unos y otros casi se entrecrucen, pero no se preocupen, no lo
harán. Cada uno estará a lo suyo y nosotros estaremos a lo nuestro. Estén
tranquilos, no hay elecciones a la vista y se encuentran relajados.
El 3,4 y 5 de mayo la Feria de
Muestras de Tineo acoge la economía más cercana a los ciudadanos y eso bien
merece una visita.
Disfruten de la vida y este fin
de semana celebremos todos juntos este aniversario de la feria de muestras del
suroccidente asturiano.
Veinticinco años de la Feria de Muestras de Tineo por M. Santiago Pérez Fernández se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.
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