10 abr 2020

Divagaciones coronavíricas (28)

  Viernes de pasión y vigésima novena jornada de confinamiento. Son días de pasiones contenidas, mañana será jornada de alegría. Rutinas.

  Ha vuelto. Hoy más cerca que nunca. ¿Será una milana bonita? No me cabe duda, me viene a ver.

  La insistencia y reiteración obsesiva llega a ser agotadora. La guerra de las cifras de infectados y victimas continua. Miren, no tengo motivos para defender al Gobierno, es más, no creo que se lo merezca, pero es casi imposible tener los datos exactos. Las autonomías siguen teniendo las competencias sanitarias y son ellas las que tienen que proporcionarlos. ¡Qué sí! las autonomías las siguen teniendo. No dudo que el número de muertes y los contagiados son más que los ofrecidos oficialmente. La oposición está raca que raca. Al igual que no ceja con su paranoia por publicar fotografías de féretros y fallecidos. Apelan al morbo, a los sentimientos más bajos. Su conducta es patética.

  Siguiendo con la derecha, el Partido Popular ha pedido a sus dirigentes que repitan la idea de que el presidente del Gobierno es el responsable de haber roto la unidad nacional frente al Covid-19. En fin.

  Están desbocados. Han presentado, el PP, en el Congreso una Proposición no de Ley “para racionalizar la Administración del Estado” y piden al Presidente que “adelgace su Consejo de Ministros reduciendo Departamentos, y que destine el ahorro presupuestario generado a programas vinculados con la lucha contra el coronavirus”. Demagogia pura y dura. ¿De verdad procede en estos momentos? ¿De verdad piensa alguien que eso es relevante ahora para acabar con la pandemia? Joder, seamos serios. Sus palmeros tendrán las manos ardiendo con la propuesta. Penoso.

  El PP llega al esperpento trágico demagógico a través de su vicesecretario de Comunicación, Pablo Montesinos, quien a través de su Twitter dijo: “¿Cuántas personas más tienen que morir para Sánchez decrete el luto nacional y cambie el color de su corbata”. Tal cual. Patético y penoso. ¡Vaya nivel!

  Se me nota que me tienen muy hartito. ¡Qué desgracia de políticos!

  Sigo con ellos, con el PP. Nos enteramos que unos cuantos medios de comunicación, entre los que están El Mundo, ABC, El Confidencial, Europa Press, Cope, Libertad Digital, OKDiario o Sur han publicado publirreportajes en los que se recogen los logros de la Junta de Andalucía sobre recursos sanitarios e inversiones que en la mayoría de los casos no le corresponden. Lo han dicho otros medios y la Junta no lo ha negado.
  Normal, cuando te inventas los relatos mucha gente se los traga.

  Hace unos días había aparecido en los medios que en Mondragón se fabricarán millones de mascarillas, ayer lo dijo Sánchez en el Congreso. Pues bien. ¿Son esos mismos que tienen en China gran parte de su producción? El PNV sabe negociar. Ah, que creen en las casualidades. Pues vale.

  La CEOE niega que haya negociado con el vicepresidente Iglesias la renta mínima. Uy, el ego, el ego. Por cierto, ahora eso de la renta mínima ya no es tan descabellado.

  Tengo entendido que la extrema derecha está haciendo un llamamiento muy serio a realizar actos patrióticos. En respuesta a esa convocatoria sus seguidores se están apuntando masivamente para recoger las fresas y demás producciones agrícolas. Eso es compromiso.

  Algo es algo. Los veintisiete aprobaron un paquete de préstamos de más de medio billón de euros que no estará ajustado a ningún programa de ajustes o reformas, como querían los Países Bajos. Tienen que seguir tomando medidas para la recuperación.

  Estados Unidos perdió en tres semanas más de dieciséis millones de puestos de trabajo. En Nueva York están enterrando en fosas comunes a los fallecidos por coronavirus. ¿Nada que decir? Ah, no, no es Venezuela.

  He vuelto a acordarme de los antivacunas. ¿Hay alguno por ahí?

  La economía, la economía. Ya no se cortan un pelo. Muchos de los mediáticos meten miedo con las consecuencias económicas. Ya se han acostumbrado a los muertos. Las presiones tienen que ser terribles. Hay que poner en marcha las empresas, luego, si eso, ya hablaremos de los muertos. Hay que pensar en el futuro de los hijos y nietos. Lloraremos a los muertos pensando en el sacrificio que han realizado por la sociedad. ¿Pero no eran individualistas convencidos y confesos? No hombre, ahora es la colectividad lo importante. Algunos, no importa cuántos, tienen que sacrificarse por el bien común. Joder, si se puede elegir, que sean los que lo defienden y los suyos los que hagan el “esfuerzo”. Estoy seguro que lo harán, no tengan dudas.

  Mientras nos animan a volver al trabajo, en las últimas veinticuatro horas han muerto 605 personas. El total de fallecidos asciende a 15969, cifras oficiales. Los positivos han llegado a 157022. Los dados de alta son 55668. ¿Qué cifra les parece razonable asumir por volver a producir? Venga, nada de escalonamiento. Lo mejor es que la naturaleza seleccione a los más fuertes. Todo sea por el futuro.

  Ánimo.

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