25 ago 2023

Aniversario de dos tinetenses universales



  La identidad de los pueblos se asienta, entre otras, en su cultura, tradiciones y personajes más relevantes. Podríamos englobar esos conceptos en uno: la Historia, que será local o universal, pero que nos explica las razones por las cuales somos como somos, como colectivo social, en la actualidad. Quienes exacerban esos rasgos acaban, en muchos casos, blandiendo un nacionalismo identitario del que no depende el tamaño del territorio.
  La exaltación de personajes destacados en la Historia es recurrente, pero no todos los pueblos tienen un elenco del que presumir, sobre todo si son pequeños y geográficamente se encuentran apartados. No es el caso de Tineo. Valgan como ejemplo los tres más destacados, aunque hay más: José Maldonado, Rafael del Riego y Pedro Rodríguez, Conde de Campomanes. Tres siglos, tres hombres que trascendieron las fronteras españolas. Son, sin duda, tres figuras universales.
  En 2020 el Ayuntamiento de Tineo celebró, tarde, la conmemoración del bicentenario del pronunciamiento de Riego en Las Cabezas de San Juan (Sevilla). Vuelven a llegar tarde para celebrar otro aniversario muy relevante: el nacimiento, el 1 de julio de 1723, de Pedro Rodríguez, Conde de Campomanes, en Santa Eulalia de Sorriba, Tineo. Y si alguien no lo remedia llegarán a destiempo, si es que lo hacen, a recordar que el 7 de noviembre de 1823 fue ejecutado, ahorcado, Rafael del Riego (Tuña, Tineo, 1784). Estamos pues en un año en el que se podría destacar la enorme talla de estos ilustrísimos tinetenses. ¿Perderán la ocasión?
  La figura de Rafael del Riego es mucho más conocida ya que su nombre se asoció, desde muy pronto, con la lucha por la libertad y los republicanos hicieron de él un símbolo contra el absolutismo borbónico del pérfido Fernando VII y el poder totalitario en general.
  El caso del Conde de Campomanes es sangrante. No es que sea una figura importante a nivel local, lo es a nivel universal. Fue una de las personas más influyentes en su época en Europa. Desempeñó los más altos cargos públicos. Fue un ávido lector y escritor de informes y libros que traspasaron nuestras fronteras.
  Campomanes fue el gran reformador, el impulsor de las grandes transformaciones ocurridas en la España de su época. Se dice que Carlos III fue el mejor rey que tuvo España, pues si tal afirmación es cierta lo es en la medida que tuvo como ministros o asesores a ilustrados como Esquilache, Aranda, Floridablanca y Campomanes.
  Las mejoras en la administración de justicia o correos se debieron al Conde de Campomanes. Medidas como el libre comercio de cereales y el comercio con América supusieron un enorme avance para la economía del país y fue gracias al tinetense. La Ley Agraria, el Banco Nacional de San Carlos, antecedente del Banco de España, las Sociedades de Amigos del País, el fuero de las Nuevas Poblaciones en Sierra Morena y Andalucía son algunas de las iniciativas en las que participó activamente. Su obra como pensador y político es inmensa y, sin embargo, es un personaje que no recibe la atención que se merece, empezando por su Tineo natal.
  Este es un buen año para recordar a estos dos tinetenses universales que son Rafael del Riego y con más ganas aún a Pedro Rodríguez, Conde de Campomanes. Pero que no se quede en alguna celebración puntual, que sirva de trampolín para iniciar un camino de recuperación de la figura de Campomanes, la más olvidada, sin dejar de lado a Riego, desde luego. Ambos personajes históricos merecen ser conocidos, y reconocidos, en Tineo, pero también en el resto de España por lo que representan para el conjunto de la sociedad. Uno, Riego, luchó contra el poder absoluto y apoyó la Constitución de 1812, llegando a convertirse en un símbolo para las generaciones posteriores  como luchador por la libertad. El otro, Campomanes, fue un ilustrado, en el más amplio sentido de la palabra, reformador, que desde sus puestos públicos realizó enormes esfuerzos para mejorar la vida en España. Sus logros fueron tan enormes que por primera vez el país dio un salto de gigante hacia adelante. Luchó contra las fuerzas reaccionarias que detentaban el poder y ello le costó, probablemente, no solo sus cargos, si no su ostracismo histórico. Su trascendencia social es tan enorme que no se merece el olvido en el que se encuentra sumido.
  En ocasiones ensalzamos a lo irrelevante y nos olvidamos de lo verdaderamente importante. El 2023 es un año para recordar a Riego y especialmente a Pedro Rodríguez, al Conde de Campomanes, que nació en Santa Eulalia de Sorriba hace trescientos años, el 1 de julio de 1723.
  Que los ciudadanos de hoy honremos el recuerdo de estos tinetenses universales e inmortales.

 

 

                                                                                             

 

 

 

 

 

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